PRC y PSOE cruzan reproches por el 'caso Sodercan'

La postura inflexible -al menos hasta ahora- de Podemos en exigir la dimisión del consejero delegado de Sodercan, Salvador Blanco, como condición indispensable para negociar un posible voto a favor de los presupuestos de Cantabria del año próximo, parece haber abierto una espita entre los socios de gobierno.

A las reiteradas exigencias de los podemitas, los socialistas cántabros han respondido siempre con un rotundo 'no es no', entendiendo que Salvador Blanco no está imputado, no tiene ninguna causa judicial pendiente y salió absuelto del 'caso GFB'. Por ello, están convencidos de que no hay ninguna razón de peso para que tenga que ser cesado, pese a que la oposición insista en que el auto del juez cuestionó su gestión en aquella operación industrial fallida.  

Sin embargo, a preguntas de la prensa, el vicesecretario regional del PRC y consejero de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra, no se ha mostrado tan vehemente como los dirigentes del PSOE y, a diferencia de estos, no ha descartado que haya que hacer “sacrificios” en clara alusión a Blanco.

El dirigente regionalista defiende que “los intereses de Cantabria” están “por delante de cualquier planteamiento de carácter personal” y por ello cree que, si su socio de Gobierno, tuviera que asumir algún “sacrificio” de este tipo para que el bipartito de socialistas y regionalistas siga adelante, debería hacerlo.

A este respecto, De la Sierra ha recordado que su partido, para que Podemos se abstuviera en la investidura de Miguel Ángel Revilla como presidente, facilitando así un Gobierno PRC-PSOE, asumió que su diputado Javier López Marcano renunciara a su acta para cumplir con la condición de la formación morada de que se tenía que apartar de los grupos parlamentarios, del Gobierno regional y de las empresas públicas a los imputados por corrupción.

“Si ese principio de generosidad que nosotros tuvimos, si llegara el caso de que alguien tuviera que asumirlo en su momento, pensamos que debía hacerlo, claro que sí. Hay intereses superiores a todo”, ha afirmado De la Sierra, quien ha puntualizado que tampoco deben aceptarse “coacciones”.

“Los intereses de Cantabria exigen determinados sacrificios. Nosotros ya lo hemos hecho”, ha apostillado.

Pese a esta exigencia avanzada por Podemos para apoyar los Presupuestos regionales de 2017 y las “supuestas discrepancias” que a lo largo de este primer año de legislatura ha mantenido la formación morada con los socialistas, De la Sierra cree que Podemos “no va a ser obstáculo” para que el Gobierno regional “siga adelante” si se “cumplen las bases” de “honradez”, “no corrupción” y “políticas sociales”.

Respuesta del PSOE

La respuesta del PSOE no se ha hecho esperar y no le ha temblado el pulso. El partido liderado por Eva Díaz Tezanos ha arremetido duramente contra el vicesecretario general del PRC y lo ha acusado de ser “rehén” de Podemos. Además, ha querido marcar distancias y ha subrayado que no existe punto de comparación entre el caso de Francisco Javier López Marcano y el de Salvador Blanco.

A través de un comunicado, la portavoz socialista en el Parlamento, Silvia Abascal, ha considerado “lamentable” que el PRC sea “rehén” de Podemos y ha advertido de que los socialistas cántabros “no van a aceptar” el “chantaje” de la formación morada. “Es lamentable que el PRC sea cautivo de un capricho de Podemos”, ha insistido la portavoz socialista.

Abascal ha defendido que el código ético del PSOE es “intachable” y ha recordado que Salvador Blanco “no sólo no está imputado por causa alguna sino que nadie ha procedido a efectuar denuncia contra su gestión”.

Por ello, para Silvia Abascal “no es posible” la comparación entre López Marcano y Blanco que -dice el PSOE- “pretende hacer y fijar” Rafael de la Sierra, al que ha invitado a reflexionar “sobre los verdaderos motivos que le llevaron a entregar la cabeza” de Javier López Marcano a Podemos para alcanzar la investidura de Miguel Ángel Revilla.

Así, si Podemos insiste en la dimisión de Blanco y el PSOE insiste en mantenerlo, la 'luz verde' para los presupuestos de 2017 quedaría en manos de una negociación con Ciudadanos, una posibilidad que los socialistas ya exploran y que los dos diputados naranjas no ven a priori con malos ojos.