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El Gobierno estudiará comarcalizar servicios en los 102 ayuntamientos

Manuel Lombera, director general de Ordenación del Territorio. |

Rubén Vivar

El Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) que está redactando el Gobierno de Cantabria puede parecer a priori y para el común de los mortales un documento más, un farragoso plan de leyes complejas y lenguaje incomprensible. Sin embargo, el PROT puede y debe ser clave para aspectos tan importantes en el devenir de la comunidad autónoma como para propiciar el tan repetido cambio de modelo productivo que genere empleo estable y de calidad; crear organizaciones supraminicipales que presten servicios básicos por áreas o comarcas de forma más eficiente o para acordar las medidas que pongan freno a la progresiva pérdida de habitantes en las zonas rurales. En definitiva, ha de fijar la hoja de ruta de la administración pública en términos socioeconómicos y medioambientales.

El Ejecutivo, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio que dirige Eva Díaz Tezanos (PSOE), ya ha comenzado su elaboración. El objetivo es que esté en vigor antes de que concluya la legislatura. Ahora acaba de finalizar la primera fase del proyecto, que ha consistido en hacer un diagnóstico territorial profundo de Cantabria. El resultado, compendiado en 127 páginas, se ha entregado a cerca de 300 organizaciones y entidades para que hagan sus aportaciones. En este sentido, la participación será esencial, ya que otro de los objetivos es que el PROT sea aprobado por una amplia mayoría de los partidos políticos y de las organizaciones sociales debido a que su vigencia será de unos 25 años.

Al frente del equipo redactor se encuentra Manuel Lombera, ingeniero agrónomo, técnico urbanista por el Instituto Nacional de Administración Pública y máster en Gerencia de Cooperativas y otras empresas asociativas agrarias por la Universidad Politécnica de Valencia. Lombera es actualmente director general de Ordenación del Territorio y Evaluación Ambiental y atiende a eldiario.es para explicar la importancia de este plan.

¿Cuál es el diagnóstico de Cantabria que hace el PROT?

Es un diagnóstico agridulce, que recoge las debilidades y las fortalezas de Cantabria. Alguna debilidad que hemos encontrado tiene que ver con las conexiones. Creo que todos conocemos la demanda en relación con el ferrocarril. La red ferroviaria que tenemos es relativamente amplia pero claramente obsoleta, con más de un siglo de antigüedad. En este sentido, nuestra conexión tanto hacia la Meseta como hacia Europa y el Valle del Ebro es absolutamente deficitaria.

Otra debilidad tiene que ver con la distribución de los asentamientos y la población. Se está produciendo un trasvase del medio rural a las áreas urbanas, especialmente al entorno del litoral. Y en cuanto al tejido productivo los sectores tradicionales que han empujado la economía de Cantabria quizá no se han renovado tecnológicamente como cabría esperar y tampoco hemos sido capaces de dinamizar suficientemente sectores emergentes.

Las fortalezas están ligadas a nuestro patrimonio territorial, natural, cultural y el paisaje, y son unas fortalezas que creo van a ser germen de nuevos sectores de actividad económica y, sobre todo, de una calidad de vida y un bienestar social que, probablemente, nos hagan ser atractivos para otras empresas.

¿A qué sectores emergentes ser refiere?

Es muy fácil asociar cualquiera de estos aspectos con el turismo, pero no con el turismo clásico, como se concibe ligado a la playa o a una época estival, que generaría una actividad estacional. Debemos tener la inteligencia suficiente para elaborar una plan de dinamización turística que ponga en valor y distribuya temporalmente la actividad en una época bastante más amplia.

Realmente, el clima de Cantabria es benigno, es un clima templado que en la mayor parte del mundo sería considerado un clima privilegiado. No estamos sujetos a excesos ni por calor ni por frío. Otra cosa es que ciertos sectores turísticos pujantes, como el de sol y playa, no son los nuestros. Pongamos el acento en los otros recursos.

¿Qué departamentos están trabajando en este documento?

El equipo redactor tiene una base notable de miembros de la Universidad de Cantabria, de profesionales de esta Consejería y de alguna otra y algunos otros expertos ajenos. Por supuesto hemos trabajado con los tres niveles de la administración (estatal, autonómica y local). Las competencias y la afección a los ayuntamientos es clarísima. No podemos hacer un PROT sin contar con ellos porque el horizonte temporal del plan no es el habitual. A mí me gusta decir que lo que yo trabaje aquí lo estoy haciendo siempre pensando en mis hijos. Por tanto, estamos hablando de no menos de 25 años. 

Como usted decía, el Plan va a tener una afección importante sobre los ayuntamientos. ¿Puede surgir un choque de competencias entre ambas administraciones?

El PROT lógicamente va a poner de manifiesto conflictos en todos los ámbitos que toquemos, pero cuando hablamos de conflictos lo que no queremos y no creemos que sea bueno es que se resuelvan mediante la imposición. Hasta la fecha los usos autorizables en el territorio han tenido mucho que ver con los planeamientos urbanísticos de los ayuntamientos. El PROT tiene que incorporar criterios para ese desarrollo, incluso en unos ámbitos supramunicipales. Hay una serie de servicios básicos para cuya prestación lo que tenemos que hacer es tratar de ser eficientes mediante una agrupación y una aglomeración de población suficiente.

¿Esto podría llevar a regular la comarcalización de servicios de la que tanto se ha hablado pero ningún gobierno se ha decidido a acometer?

Lógicamente el PROT debe suscitar ese debate. Hay que precisar que cuando hablamos de reorganizaciones y de ámbitos supramunicipales no estamos hablando de ninguna reorganización administrativa, es decir, no lo enfocamos desde la perspectiva había 102 municipios y va a haber 43. No, no. Para eso hay otros órganos competentes, otras direcciones generales. Ahora bien, desde el punto de vista de la ordenación territorial y de los usos del suelo y la prestación de los servicios sí se pueden establecer algunas agregaciones que, como digo, no tienen porqué dar lugar a una organización jurídico-política.

Mencionaba como una de las debilidades el trasvase de población de las zonas interiores de Cantabria. ¿Cómo se puede frenar?

Sí, es una de las cuestiones que quedan de manifiesto en el diagnóstico que hemos presentado. Hasta ahora gozábamos de un cierto equilibrio y, sin embargo, ese sistema de asentamiento se ha sido transformado con unas tendencias muy potentes hacia unas áreas urbanas que han cogido mucho peso y que están localizadas básicamente en tres áreas: Arco de la Bahía, en el torno a Laredo- Santoña- Colindres, y Torrelavega y su comarca. Estos han adquirido una enorme potencia y sin embargo han perdido peso algunos de los asentamientos que han sido tradicionalmente fuertes. Por ejemplo Reinosa, que tiene una competencia muy clara por parte de Aguilar de Campoo.

Es un aspecto fundamental para todos los que trabajamos en el PROT tratar de conseguir el mayor equilibrio posible, no buscamos un territorio polarizado. Una de las vías para tratar de resolver este proceso es ser capaces de definir un sistema de asentimientos con ciertos grados de jerarquía. Hay que atribuir a cada núcleo de población la función que le corresponde y mallar estructurando, de tal modo que eso conlleve la priorización de las inversiones.

Pero ese trasvase de población, ¿tiene que ver con los servicios y las inversiones o con la falta de oportunidades laborales en las zonas más rurales?

Son cosas diferentes, complementarias. Habrá casos en los que la actividad económica guarda relación con esa jerarquía, pero no necesariamente es así. Voy a poner un ejemplo. Seguramente Potes no tiene una enorme potencia como centro de actividad económica en el contexto global de Cantabria, sin embargo es fundamental en el contexto de prestador de servicios a un área territorial importante, que es toda Liébana. Entonces hay que atribuirle a Potes esa jerarquía y equilibrar el acceso a los servicios básicos aun cuando, a lo mejor, el peso que tenga desde el punto de vista de dinamización económica no guarda ninguna proporción con Castro Urdiales o con Torrelavega.

¿Cómo va a ser ese proceso de participación con más de 300 organizaciones y entidades que han anunciado?proceso de participación con más de 300 organizaciones y entidades que han anunciado?

El objetivo es que el PROT sea aprobado en el Parlamento antes de que finalice esta legislatura. El año próximo este plan debería estar elaborado con el grado de maduración suficiente para su aprobación en la CROTU. Nosotros en este tiempo pretendemos hacer dos vueltas de participación. Queremos hacer una primera fase con los grupos de interés, que se va a producir de aquí a final de año, y después habrá un segundo documento de trabajo que ya tendrá una maduración del modelo territorial. En esta primera fase hemos diseñado 11 mesas de trabajo, cuatro de ellas divididas por temáticas y siete territoriales.

Lo conveniente sería que saliese en un consenso amplio, teniendo en cuenta que el documento debería ser también la hoja de ruta de próximos gobiernos.

Ese es el objetivo y esa de alguna manera es también nuestra obsesión. Seguramente es relativamente fácil formular un plan orientado por una ideología concreta, pero aquí estamos ante un proyecto que debe ser colectivo. Por tanto, debemos de tratar de alcanzar el mayor número posible de consensos. No estamos trabajando pensando en que el PROT se apruebe por la mitad más uno de los diputados, estamos pensando que el plan que se someta a juicio de la sociedad y de nuestros representantes sea capaz de ser apoyado por una mayoría amplia.

Además del diagnóstico, el PROT establece una primera aproximación al cambio de modelo productivo que debe impulsarse. Aparte de desestacionalizar el turismo que mencionaba antes, ¿qué otras actividades económicas se deben priorizar?

Esta es una de las cuestiones que esperamos clarificar. Queremos propiciar el debate sobre cuáles deben ser los sectores que se conviertan en base del desarrollo de Cantabria. No vamos a adelantar eso, pero sí parece claro que junto a algunos de los sectores que tenemos maduros en Cantabria, existen algunos otros que parecen tener un amplio recorrido de futuro. Así como el sector primario en su versión de producción básica está perdiendo peso, la transformación de los productos agroalimentarios está creciendo y parece que es capaz de abrir nuevos mercados y nuevas vías de generación de actividad. También tenemos todo un sector forestal, con varias derivadas, que tiene un potencial de explotación bastante superior al que se viene realizando. Y tenemos centros de innovación en Cantabria importantes, con grandes especialistas, que deben ser apoyados por el Gobierno y tenidos en cuenta en la planificación de las inversiones.

¿Y las energías renovables?

Aparte de ser una expectativa, creo que son una obligación y un compromiso para todos. El PROT sienta una de sus bases en la sostenibilidad, y si queremos ser sostenibles tenemos que aceptar los retos del programa europeo 20/20/20. Tenemos que encontrar una forma de pautar los desarrollos de energía renovables, compatibilizar la energía eólica con el respeto al paisaje.

¿El desarrollo eólico debería esperar a que el PROT determinase cuáles deben sus criterios para su desarrollo?

Creo que nada debe esperar a que este plan esté aprobado. Lo que no podemos de ninguna de las maneras es parar nada porque no tengamos un marco regulatorio, porque la ausencia de este plan no significa que no exista ninguna regulación. La elaboración del PROT no va a suponer parar ningún otro plan ya aprobado o que se esté redactando.

En cuanto al urbanismo, ¿este plan llega tarde? Le digo porque en Cantabria hay más de 600 viviendas con sentencia de derribo...

El PROT yo no diría que llega tarde por eso. Las sentencias de derribo las tenemos porque no se han guardado suficientemente algunas de las garantías que tenían que atenderse relacionadas con la preservación de los recursos naturales. Y eso seguramente forma parte no ya con la existencia de un plan, sino de la cultura. Y desde luego que en aquellos momentos dependió del gran impulso que el desarrollo urbanístico estaba teniendo en España y que creo que saltó todas las barreras que se pusieron.

El PROT no va a jugar con lo que ha pasado, pero sí es un momento muy oportuno, con menor presión de esos sectores, para regular y ordenar adecuadamente lo que hagamos con el urbanismo futuro. En este tema lo que pone de manifiesto el diagnóstico es que nos hemos ido a un modelo poco eficiente, a un modelo urbanístico que tiene mucho suelo urbano no consolidado que conviene compactar, y donde tenemos que hacer el esfuerzo en el futuro no es en la generación de nuevos suelos sino en el aprovechamiento de los ya existentes, en la rehabilitación de los espacios urbanos.

Aprovechando que usted también es el director general de Evaluación Ambiental, se está ejecutando el derribo del Alto del Cuco y ha surgido un cierto estupor porque la parcela adyacente, que se encuentra a escasos 10 metros y que es propiedad de la misma constructora, ha sido puesta a la venta para un nuevo desarrollo urbanístico. la parcela adyacente, que se encuentra a escasos 10 metros y que es propiedad de la misma constructora, ha sido puesta a la venta para un nuevo desarrollo urbanístico.

Uno cuando es propietario de un suelo puede ponerlo a la venta con las expectativas que sean. Lo que se pueda hacer ahí dependerá del Plan General de Piélagos, que ha sido aprobado inicialmente, se ha sometido a información pública y se está trabajando con esos resultados de cara a una propuesta más evolucionada que en su momento pueda ser aprobada por la CROTU. 

Pero ese plan que ha sido aprobado inicialmente y permite la construcción.

Ese plan no se ha aprobado de forma definitiva y yo no me debo pronunciar en relación a esa parcela u otras. Sobre lo que sí me puedo pronunciar es que había una sentencia de derribo, que este gobierno nada más llegar se planteó como objetivo que había que cumplirla y así está siendo.

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