Las labores de cuidados siguen marcadas por la desigualdad de género: el 94% recaen en mujeres en Cantabria

Un total de 200 cántabros se retiraron el pasado años del mercado laboral para ocuparse directamente de un familiar dependiente o con discapacidad, con lo que ya son 900 los inactivos por este motivo, lo que supone un incremento del 28,6 por ciento respecto a los datos de 2017 y 2016. En Cantabria, el perfil de las personas que deciden salir del mercado laboral para cuidar de un dependiente es el de una mujer (94%) mayor de 45 años (40%).

Así lo indica el informe 'Discapacidad y Familia' realizado, por octavo año consecutivo, y en el marco del Día Internacional de la Familia (15 de mayo), por la Fundación Adecco, con la colaboración de Previsora Bilbaína y Cidetec, para “visibilizar” los retos que introducen la discapacidad y las situaciones de dependencia en las unidades familiares, principalmente en lo que respecta a la conciliación de la vida personal y profesional.

El informe señala que el 55 por ciento de aquellos que toman la decisión de retirarse del mercado laboral para cuidar de dependientes en su familia lo hacen “por motivos económicos, al no cubrir su sueldo los servicios profesionales adecuados para el cuidado de su familiar dependiente o con discapacidad”.

El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero ha explicado que se trata de un sector de la población feminizado prácticamente al 100% y de edad avanzada. “Las mujeres mayores de 45 años son las que más dificultades encuentran en su acceso al empleo y en el mantenimiento del mismo; por lo tanto, son las primeras que deciden retirarse del mercado cuando la situación familiar lo requiere”, ha señalado.

Ha recordado que algunas de ellas tienen la posibilidad de acogerse a la prestación como cuidador no profesional en el entorno familiar, introducida por la Ley de la Dependencia. Estas prestaciones ya alcanzan las 8.456 y ya representan el grueso de todas las que se conceden en el ámbito de la dependencia (46,3%).

Mesonero ha explicado que el reto es “profesionalizar” la ocupación del cuidador familiar, dotándole de recursos y conocimientos específicos que revaloricen su candidatura si el día de mañana decide volver al mercado.

En ese sentido, ha opinado que es “fundamental” formar a los cuidadores para que no solo se centren en paliar las situaciones de necesidad de su familiar sino que apuesten por potenciar su autonomía personal y empleabilidad, si se encuentra en edad laboral.

El informe señala que, a fecha de marzo de este año, se contabilizan en Cantabria 15.832 personas que reciben 18.232 prestaciones para personas dependientes establecidas por la Ley de Dependencia.