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“El Instituto Etxepare es una historia para vivir con la pasión de una película o una interpretación”

Txema G. Crespo / Txema G. Crespo

Vitoria-Gasteiz —

Aizpea Goenaga no tiene tiempo de pensar en su carrera de actriz, directora o guionista. Ahora, la escena es otra. Sólo han pasado tres años desde que el Gobierno de Patxi López puso definitivamente en marcha el ansiado proyecto del Instituto Etxepare. Fue la ápoca en la que esta insitución pasó de ser una idea acariaciada desdee hace tiempo, a imagen y semejanza del instituto catalán Ramón Llull, a una realidad. Goenaga, su directora, cuenta y no para un sinfín de iniciativas que han hecho realidad este centro que impulsa las culturas vascas y el euskera en el mundo. Desde la apertura de cátedras y lectorados en los cinco continentes, el respaldo a giras de artistas o a la presencia de la empresas vinculadas con la lengua vasca en ferias internacionales, el Etxepare se ha consolidado en estos tiempos de crisis con una plantilla reducida, pero entusiasta, imaginación y colaboración desde Internet y desde la red de instituciones y personas que impulsan la cultura vasca.

Pregunta. El mapa de acciones (todavía en fase beta) del Instituto Etxepare apabulla: asistencia a 60 ferias y certámenes internacionales, apoyo a la actuación fuera de Euskadi a más de 90 artistas y empresas culturales vascas, 34 lectorados y 3 cátedras en universidades de todo el mundo...fase beta

El Etxepare ha mantenido e impulsado acciones que ya se llevaban a cabo desde distintos departamentos del Gobierno vasco. Por ejemplo, cuando empezamos, ya había 25 lectorados, que ahora se van multiplicando en aquellos países donde no existían y que consideramos prioritarios como Francia, Alemania o Estados Unidos.

Y todo esto, en tiempos de crisis, cuando los recortes afectan a todos los campos.

Tenemos una estructura muy flexible y ágil. Afortunadamente, al Etxepare no le ocurre eso de que tenemos quién nos pone el sello, pero no tenemos dónde ponerlo, que es lo que suele pasar en otras instituciones similares en otros países. Desde el arranque tenemos una plantilla menor de lo que estaba contemplado en la ley, no tenemos sedes, etc... ¡Cuando tenemos una baja, sufrimos un descalabro! Pero a la vez somos un equipo muy comprometido, con ilusión con la cultura y la lengua vascas, que ha trabajado en mi objetivo desde el principio que era mostrar lo que es el Instituto Etxepare y darnos a conocer por todos los medios. Y es que en un principio, todo el mundo lo asociaba con las casas vascas y en este sentido, los catalanes [el Etxepare está inspirado en buena parte en el Ramón Llull] nos enseñaron bien el camino de lo que tenía que ser nuestra institución: las casas vascas son parte de Euskadi, nuestro objetivo es llegar fuera, a quienes no conocen la cultura y la lengua vascas.

Pero las casas ejercen también como embajadores...

Por supuesto. Para nosotros, son una red fundamental, para la realización de actividades culturales, en el campo de la difusión y, sobre todo, en el del seguimiento y enlace con los grupos o artistas que salen de gira con la ayuda del Etxepare. Y lo mismo, con los lectorados que tenemos repartidos por el mundo. Se trata de crear una gran red de apoyo.

Esa red se prolonga en Internet, donde sois muy activos.

Sí, al no tener sedes físicas y poco personal, tratamos de que esa sede virtual que es la web sea lo más completa posible. En este sentido, estamos creando un archivo de toda nuestra actividad que suponga también un reflejo de esa red que están forjando nuestors creadores. Vamos a crear un complejo de microsites que ejerza de escaparate de nuestra actividad, pero también para establecer conexiones entre nuestros agentes: por ejemplo, un artista que acude a Estados Unidos de gira y recala en Nueva York, podrá descubrir, consultando nuestra web, si no lo sabía, que allí, en la City University of New York se encuentra la cátedra Bernardo Atxaga.

Estos días, es noticia Ane Etchegoyen con su éxito 'Hegoak' en Francia. ¿Echan mano de las figuras internacionales para la difusión del Instituto?'Hegoak'

Alberto Iglesias en los Oscar, Ainhoa Arteta, Chillida, Atxaga, Pedro Miguel Etxenike... Todos son agentes que ejercen de embajadores. Es un lujo. Son quienes han abierto puertas, que además no necesitan de nuestra ayuda, gente muy generosa que desde el principio nos han apoyado. Como decíamos antes, al haber nacido en crisis, no tenemos la estructura que por ley se nos ofrecía, lo que nos ha llevado a trabajar con imaginación y, siempre, en colaboración con otras personas e instituciones.

¿Por ejemplo?

Mira, ahora que hablábamos de nuestra presencia en Internet, me he acordado de la colaboración que establecimos con el Surf Film Festival de Donostia, en lo que supone la ampliación de esa red. Tratamos de unir nuestra cultura y lengua milenaria con lo que es la práctica de un deporte universal y que aquí es muy querido. Colaboramos con el festival y con Kordon.TV, una televisión que es online, preparamos un corto que fue todo un éxito, que se ha programado en distintos festivales de surf. Sólo te digo que tuvo 40.000 visionados en tres semanas.

¿Qué has aplicado de la dirección de cine, de la actuación dramática, de la escritura, en fin, de tu anterior carrera, en la dirección de Etxepare?

Si entré en Etxepare es porque intuía que existía la necesidad de difundir nuestra cultura y nuestros artistas fuera, porque tienen que salir en busca de nuevos mercados, y también de difundir nuestra lengua que ha hecho un recorrido que tenemos que mostrar, sin olvidar el interés que ya generaba y al que había que dar respuesta. Es decir, que veía que el Insitituto Etxepare es una historia para vivir con la pasión de una película o una interpretación. Así que te metes en la historia hasta el final, sin olvidar el hecho de trabajar en equipo que es lo que he hecho toda mi vida. Un equipo en el que se encuentra Marijose Olaziregi, directora del área de Euskera y universitaria, fundamental en nuestra tarea.

¿Y no tienes cierta nostalgia de tus anteriores ocupaciones?

R. No tengo ni un segundo para ello. Sí algo echo de menos es escribir, fíjate. Pero es que no me parece bien ni pensarlo, desde el punto de vista ético. Tenemos mucho trabajo que merece un compromiso 100%.

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