Mondragón extremará el control de las ayudas a cooperativas
“A más crisis, más solidaridad”. Esta es una de las máximas de Javier Sotil, el recién nombrado presidente de la Corporación Mondragón, que se estrena como tal en el congreso anual de la Corporación. La caída del gigante Fagor Electrodomésticos hace más de un año no ha hecho perder el pulso al grupo, que prevé un 2014 “relativamente bueno”, según el propio Sotil. “El grupo industrial presenta una situación buena y saneada. En 103 cooperativas hay un poco de todo: algunas se salen y otras tienen más problemas. Pero, en general, el año ha sido bueno”. Y es que cuando se habla de Mondragón hay que tener en cuenta que representa el 3,2% del PIB vasco y el 7,8% del empleo industrial.
“No estamos vacunados contra la crisis, pero lo tomamos como una oportunidad de progresar. La crisis la hemos ido capeando a base de más solidaridad. Va en el ADN de las cooperativas”, destaca Sotil. Aunque el presidente reafirma su convicción en la fortaleza y vigencia del modelo cooperativo, y de los principios y valores que lo soportan, admite que hay que extremar el control de las ayudas que el conjunto de la Corporación otorga a las cooperativas en apuros. Es una de las lecciones que ha dejado la caída de Fagor Electrodomésticos, cooperativa a la que se llegaron a inyectar más de 300 millones de euros procedentes del resto del grupo. “Hay suficientes mecanismos de solidaridad en el grupo, pero es cierto que debemos ser más exigentes a la hora de controlar los fondos que se dan, su destino y la viabilidad de los proyectos”.
La reflexión de Sotil desemboca en que la “solidaridad no puede servir para alargar la vida de cooperativas sin solución. Necesitamos proyectos sostenibles, no subsidiados”. ¿Y cómo se va a extremar ese control, qué tipo de instrumentos se van a introducir para afinar ese seguimiento de la financiación? “Es algo que quedan para una segunda fase de reflexión. Pero durante estos meses no hemos estado mirando al cielo. Tenemos monitorizado el estado de salud y la realidad de cada una de las 103 cooperativas”, señala Sotil.
La Corporación se encargará de complementar y completar el papel de las cooperativas, en lo social y en lo empresarial, trascendiendo a los proyectos de cada una. “La historia de Mondragón es la de un éxito empresarial y social del que nos debemos sentir orgullosos. Pero hay que incorporar todos aquellos elementos que nos permitan ser un modelo de futuro y transformar permanentemente los negocios. No competimos por el mercado de Éibar, competimos en el mercado mundial. Pero, por encima de todo, el protagonismo es de las personas. El objketivo fundamental de nuestro proyecto es crear empleo. No estamos solo para ganar dinero. Hay que ganar dinero pero contribuyendo a la transformación social”.
