Un 1º de Mayo sin mesa de diálogo social y con ELA y LAB muy distanciados
Los sindicatos llegan a este Primero de Mayo en Euskadi con una foto fija en la que destaca en primer término el fuerte distanciamiento entre sindicatos que han mantenido una unidad de criterio en los últimos años -como ELA y LAB- y la falta de diálogo social, tras el abandono de las dos únicos sindicatos que se sentaban en la Mesa de Diálogo Social junto al Ejecutivo de Urkullu y la patronal Confebask. De fondo de esa instantánea, las estadísticas revelan una mejoría de situación económica general pero con muchos claroscuros en el mundo del empleo: con una temporalidad que ha repuntado en los últimos doce meses hasta el 25,8%.
El sindicato UGT, liderado por Raúl Arza, puso la puntilla a la Mesa de Diálogo Social al apearse de ese órgano en vísperas de la celebración de la fiesta de los trabajadores. Su argumento fue el misma que había esgrimido la semana anterior Comisiones Obreras para abandonar la citada mesa: ambas centrales entienden una “deslealtad” la firma, al margen de este órgano de diálogo entre centrales, gobierno y patronal, de un acuerdo de colaboración entre “parte” del Gobierno vasco y Confebask en materia de empleo y cualificación. De hecho, esa decisión generó un malestar dentro del Gobierno porque la consejera socialista María Jesús San José había quedado al margen del citado acuerdo, liderado por su compañera de gobierno la consejera Beatriz Artolazabal. Los socialistas de Idoia Mendia mostraron su malestar en el seno del Gobierno de coalición que da estabilidad al Ejecutivo que lidera el lehendakari Urkullu.
La consejera María Jesús San José ha asegurado estos días -al igual que el propio portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka- que hará “todo lo posible” para que estas dos centrales vuelvan porque hacen falta “acciones y políticas conjuntas acordadas entre los Gobiernos y los agentes sociales” para hacer frente a los problemas del mundo laboral.
Sin duda, los problemas siguen ahí, con una mejora evidente en los números macro, pero con un mercado laboral aquejado de unas sombras que han terminado por cronoficarse. Entre ellos, la temporalidad.
Euskadi ha creado 19.000 empleos en los últimos 12 meses, de los que 16.700 fueron ocupados por mujeres, mientras que el número de parados ha caído en 10.000 personas. Sin embargo, repunta “con fuerza” la temporalidad hasta el 25,8%. Estos son algunos de los datos del últimio el informe laboral Euskadi del primer trimestre de 2018 de la UPV/EHU, que dirige la catedrática Sara de la Rica.
Frente a esta situación en el mercado laboral, CC OO y UGT se movilizarán en las tres capitales del País Vasco bajo el lema 'Tiempo de ganar-Irabazteko garaia da'. Ambos sindicatos quieren que el concepto de “igualdad” salga fortalecido a la hora de salir de la y por eso defienden “un reparto más equitativo de la riqueza mediante el fortalecimiento del Estado de Bienestar”. Ambos sindicatos quieren mantener vivas las reivindicaciones sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones y la lucha contra la temporaralidad o la brecha salarial, entre otros asuntos. Han percibido la “indignación, rabia e impotencia” en las calles, con mucha fuerza en el caso de los pensionistas en Bilbao, y quieren mantener esa llama.
ELA, a la gresca con LAB
Para el sindicato mayoritario en Euskadi, ELA, que lidera Adolfo Muñoz, este Primero de Mayo llega con dos frentes abiertos: uno ya conocido: el que le enfrenta desde hace años a “las políticas neoliberales” que llegan desde Lakua, y otro más novedoso: diferencias de calado con la central abertzale LAB en todo lo que tiene que ver con la acción sindical y la negociación colectiva. Sobre todo, en algunos sectores muy combativos este curso como ha sido la Educación. Pero también con su relación con el Ejecutivo en materia de diálogo social. ELA rechazó desde un principio acudir a la mesa de diálogo, mientras que LAB estuvo el 21 de febrero en su primera reunión relacionada con la lucha contra la brecha salarial y en la en estos momentos únicamente se mantiene el sindicato UGT.
Las discrepancias entre ambas centrales nacionalistas forzaron incluso a que el líder de ELA a dejar por escrito sus advertencias a las central abertzale. “Sin una praxis donde la huelga debe ser un elemento esencial, el sindicalismo se queda en mera retórica; sin conflicto y sin huelgas no es posible dar marcha atrás a los recortes ni ser efectivos en la lucha contra la precariedad. Mal vamos si la huelga se le atraganta al movimiento sindical”, apuntó Muñoz,
El lema de las manifestaciones convocadas para este año por ELA, sindicato que reivindica para si el papel de ser una central de “contrapoder”, es 'Guerra a la pobreza, aquí no sobra nadie'.
Por su parte, la central abertzale LAB mantiene como objetivo de acción el lograr “un trabajo y una vida dignos” y considera que la mejor herramienta para obtenerlo es abrir un proceso soberanista desde la izquierda para promover un cambio social y construir un marco vasco de relaciones laborales. La central que ahora lidera Garbiñe Aranburu apuesta por “reforzar” la movilización social ya existente entre pensionistas, mujeres o trabajadores.
