Alcaldes al rescate
“Hay un colectivo de familias con pocos recursos que permanece oculto por la sensación de vergüenza o de fracaso que es necesario detectar para evitar que se vean perjudicados los hijos”. Los alcaldes socialistas de Barakaldo, Portugalete, Ermua (todos en Bizkaia) e Iruña de Oca (Álava) han advertido sobre este riesgo y para evitar esos perjuicios han propuesto que los centros escolares de sus localidades ofrezcan un desayuno o una merienda a los niños de familias con problemas económicos. Este desayuno o comida se añadiría a la comida habitual del mediodía en el comedor del colegio.
La parlamentaria del PSE y portavoz en Educación, Isabel Celaá, ha arropado la petición de los regidores con la presentación de una proposición no de ley en el Parlamento vasco en la que defiende dar en los centros escolares esta segunda comida. Celaá se ha hecho eco de los últimos informes del Ararteko y de la organización Save the Children, que estiman que en el País Vasco hay cerca de 35.000 menores que viven en “situación de riesgo de pobreza”. Se trata, sobre todo, de hijos de inmigrantes, familias monoparentales y residentes en localidades con un paro superior al de la media de Euskadi.
El problema, según los alcaldes, ya no afecta únicamente a familias que perciben la Renta de Garantía de Ingresos, sino también a familias de clase media que mantienen un salario pero no pueden hacer frente a sus obligaciones económicas. El objetivo es que el Gobierno vasco firme convenios de colaboración con los ayuntamientos, que conocen mejor estas situaciones. Además. Celaá solicitó a los profesores que estén “muy atentos” para identificar posibles casos de estos de acuerdo al vestuario, el material escolar o las bajas en el servicio de comedor por no hacer frente a los pagos.
“A menudo lo viven como vergonzante y es necesario detectarlo desde fuera”, ha señalado la parlamentaria, quien ha reclamado actuar “con toda la delicadeza” en este asunto y no hacer público el nombre de los colegios que oferten segundas comidas para no “estigmatizarlos”. “Se trata de clases medias que han caído y no están en ninguna parte, como ocurre con la pobreza energética”, ha añadido.
