La Audiencia Nacional investiga a Osakidetza por cambiar recetas sin consultar al médico que las firmaba
La Audiencia Nacional está investigando si Osakidetza ha cometido alguna infracción por acceder a los historiales médicos de varios pacientes, modificar su prescripción y sustituir los medicamentos recomendados por el médico por fármacos genéricos. Este tipo de medicinas resultan más baratas que sus similares de marca comercial. Osakidetza, que realizó estos cambios la legislatura pasada, cuando gobernaba el PSE, no consultó ni a los pacientes ni a los médicos.
Los hechos tienen su origen en una medida puesta en marcha en 2010 por el Servicio Vasco de Salud por la que se sustituían de forma automática ciertos tratamientos de marca comercial por su genérico. Ante esta medida, los colegios de médicos de Euskadi advirtieron al entonces consejero Rafael Bengoa que esos cambios vulneraban la seguridad de la historia clínica y la libertad de prescripción del médico. Pero Osakidetza no rectificó, por lo que elevaron su inquietud al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España. Este organismo solicitó la intervención de la Agencia Española de Protección de Datos, que terminó por archivar la denuncia al no hallar indicios de vulneración de la Ley de Protección de Datos.
El Consejo General elevó entonces su demanda a la Audiencia Nacional, que recientemente la ha tenido en cuenta y ha ordenado a la Agencia de Protección de Datos que investigue si Osakidetza vulneró la normativa en materia de protección de datos. A su vez, la agencia nacional ha delegado en la agebncia vasca el cometido. En su sentencia, la Audiencia considera que dado que el tratamiento de datos de los historiales clínicos “solo puede realizarlo el personal sanitario” y, en este caso, “el médico responsable”, la medida aprobada por Osakidetza supone que “se cambian y alteran los datos de salud por quien no está autorizado por ley, al tratarse de una máquina y no del profesional que prescribe”.
“Es decir, la alteración de la prescripción significa una modificación del tratamiento de datos de la historia clínica que no está permitida, salvo por quien la ha prescrito”, enfatiza.
Prescribir con racionalidad
El Colegio Oficial de Médicos de Álava mantiene que la cumplimentación de la historia clínica es responsabilidad de los profesionales que intervienen en la asistencia directa, por lo que la modificación efectuada “lo ha sido al margen de estos profesionales, lo que vulnera la seguridad y la confidencialidad de la historia clínica”. Además, entiende que se vulneró el derecho a la libertad de prescripción de los médicos y que el envío de listados de pacientes a los que se les ha sustituido la prescripción no ha respetado la Ley Oficial de Protección de Datos. Sin embargo, el Colegio también reconoce que “es un deber del médico prescribir con racionalidad y buen sentido económico” y entiende que los gestores del sistema sanitario deben promover medidas que potencien la utilización de medicamentos genéricos. “Pero estas medidas se refieren a medicamentos con composición idéntica y teniendo siempre en cuenta a los profesionales médicos y sus legítimos representantes”.
Y dado que no todos los medicamentos genéricos son idénticos en su composición, “el médico prescriptor debiera indicar en la receta junto al nombre del genérico el del laboratorio que considera que mejor cumple con la indicación terapéutica, indicando en la misma al farmacéutico 'no cambiar'”.
Año a año, la apuesta por los médicamentos genéricos ha permitido al Departamento de Salud rebajar la factura farmacéutica, una de las partidas más importantes en los presupuestos.
