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Las tres capitales destinan más de un millón de euros a los grupos políticos municipales

Natalia González de Uriarte

Vitoria-Gasteiz —

Los gastos de funcionamiento de los grupos políticos municipales -los concejales y asesores que trabajan en cada una de las fuerzas con cargos electos- cuestan a los ayuntamientos de las tres capitales vascas más de un millón de euros cada año. Entre todos los partidos o coaliciones con representación municipal en Vitoria, Bilbao y San Sebastián se reparte una subvención de 1.253.678 al año para cubrir el gasto corriente que conlleva el desarrollo de sus funciones. Al margen quedan los sueldos de los concejales.

El ente local que mayor cuantía dispone a tal efecto es el de Vitoria, que ha dedicado este año 583.000 euros a este concepto, seguido de Bilbao con 484.000 euros anuales y por último el de Donostia, que ha invertido durante el presente ejercicio la menor cantidad de las tres corporaciones, 186.478 euros.

En Vitoria, los grupos de PNV, PSE-EE y EH Bildu, con seis ediles cada uno, reciben algo más de 10.000 euros al mes y el PP, con nueve concejales, unos 15.000 euros. Los casi 600.000 euros destinados por la Corporación alavesa son especialmente llamativos ya que, según un informe del Tribunal de Cuentas realizado sobre el conjunto de entidades locales de España, este ayuntamiento es la entidad municipal que ha otorgado más aportaciones entre 2009 y 2011 a los grupos. Solo le supera Barcelona, que multiplica por cuatro la suma de la corporación vitoriana con siete millones y medio de euros, mientras su población es casi siete veces la de la capital vasca.

En Bilbao, que destina 484.000 euros anuales a este concepto, al PNV le corresponden unos 20.000 euros mensuales; al PP, 8.600, al PSE-EE 5.700 y a EH Bildu unos 4.500 euros. En Donostia, que destina más de 186.000 euros, se computa de forma diferente ya que el propio Ayuntamiento asume algunos de los gastos de los grupos según recogen las cuentas publicadas en su página de internet aunque en este computó parece que no incluyen algunos de los gastos como el de las comunicaciones telefónicas, la fotocopiadora y el fax dietas de locomoción y otros varios, que los engloban en otro apartado. Aún así, sumado el total de lo citado la cifra no supera los 223.000 euros. El Ayuntamiento donostiarra sigue siendo el más austero en ese aspecto.

El destino de estas aportaciones, según establece la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, nunca puede emplearse en abonar remuneraciones de personal de cualquier tipo al servicio de la Corporación ni tampoco pueden servir a la financiación de los respectivos partidos políticos. Por ello, la asignación municipal a un grupo no debe de transferirse a la cuenta de dicho partido en vez de la cuenta del grupo municipal ya que el fin de ese dinero es el gasto común. Estas asignaciones económicas procedentes del ayuntamiento tampoco podrán financiar ni a fundaciones ni a otras entidades vinculadas al partido político y que están sometidas al régimen de fiscalización y control de los partidos políticos.

El destino de las aportaciones

Entonces ¿para qué se emplea todo ese dinero y qué tipo desembolsos cubre?. Según se desprende de las explicaciones facilitadas desde las sedes de los partidos, esas dotaciones se emplean para afrontar gastos generados por la compra de todo tipo de material de oficina, como bolígrafos, folios, grapadoras o fotocopias hasta las propias impresoras, escáneres y equipos informáticos así como su mantenimiento y también para otros gastos corrientes, campañas publicitarias o para pagar ciertos gastos de representación. También sirven, en tiempo de elecciones municipales, para financiar parte de los actos de campaña.

Por lo tanto, por ejemplo, el Ayuntamiento de Vitoria destina una cantidad de 583.000 euros al año para gastos de oficina, representación y campañas electorales. Por hacer una comparación, es una cantidad algo superior a las ayudas destinadas por el consistorio alavés a las familias para afrontar los precios públicos de las escuelas infantiles -576.000 euros- o casi tanto como la partida dedicada a las Fiestas de la Virgen Blanca -676.000 euros-. El pasado año los grupos municipales de Vitoria aprobaron unos presupuestos que dedicaban aún más dinero a las asignaciones de sus agrupaciones políticas: 656.316 euros. Para el ejercicio 2013 y 2014 se han ‘apretado el cinturón’ al reducir la cuantía a 583.000.

Datos 'escondidos' bajo epígrafes confusos

En el mismo artículo de la Ley reguladora de organismos locales citada anteriormente se añade que “los grupos políticos deberán llevar con una contabilidad específica de dicha dotación que pondrán a disposición del Pleno de la Corporación, siempre que éste lo pida”. Es decir, que esas subvenciones no están sujetas a las mismas normas de control y fiscalización que el resto de las concedidas por los Ayuntamientos. Los grupos municipales sólo deben justificar el empleo de la asignación cuando así lo requiera el Pleno de la Corporación así que estas subvenciones carecen, en caso de que el Pleno no las solicite, de cualquier control técnico.

Pero, al margen de que el dinero que se dedica a los grupos municipales sea justo o las cantidades sean elevadas, es una exigencia de higiene democrática que la transparencia sea total en torno al capital que los partidos reciben. La ciudadanía tienen derecho a saber cuánto y cómo se gastan los partidos los cuartos de los contribuyentes. En aras a esa transparencia, los ayuntamientos publican puntualmente en su página de internet la información sobre sus cuentas. Pero, en este caso concreto, la facilidad para encontrar los datos referentes a las asignaciones es más bien escasa. Tanto Bilbao como Vitoria introducen las cantidades en un último punto bajo el título de ‘Otros’. En el caso del Ayuntamiento gasteiztarra, al entrar en ese apartado, por ejemplo, dentro de los presupuestos de 2013, aparece el concepto 'asignaciones de reglamento orgánico'. Un escondite creado por el equipo de Javier Maroto ya que que en los presupuestos de 2011, el último antes de la llegada del popular al poder, sí se detallaba como 'asignaciones a grupos políticos'. Curiosamente, el propio Javier Maroto habló en su día de anular lo que consideraba privilegios de los concejales y les retiró las entradas del teatro municipal.

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