Confebask aboga por una mayor presencia de la mujer en consejos de administración, sin que “se cortocircuite” su ascenso

El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ha abogado por una mayor presencia de la mujer en los consejos de administración, “eludiendo techos de cristal que cortocircuiten” su ascenso. Además, ha asegurado que las empresas son “las primeras interesadas en arrumbar las barreras visibles o invisibles que impiden” este objetivo.

En un post colgado en su blog titulado 'Por una plena y efectiva igualdad de las mujeres', recogido por Europa Press, Lujua ha recordado que el próximo domingo se celebrará el Día Internacional de la Mujer y ha destacado que el hecho de que “la efeméride siga existiendo”, demuestra que persiste, en el ámbito social, político, económico y laboral, pese a los avances, “las discriminaciones que siguen dificultando su plena y efectiva presencia en igualdad”.

Lujua ha señalado que sería “prolijo enumerar las iniciativas de todo tipo que se han adoptado a lo largo de los años para favorecer los derechos de las mujeres y su participación activa y sin discriminaciones en todas las esferas de la vida pública”.

En este sentido, ha subrayado que este año se cumple el vigésimo aniversario de la histórica Declaración de Beijing suscrita por 189 países y el décimo de la primera Ley de Igualdad aprobada por el Parlamento Vasco.

“La propia Confebask suscribió en 1997 junto a los sindicatos vascos una declaración en favor de la igualdad de la mujer en el trabajo que ya entonces planteaba medidas de acción positiva en materia de acceso al empleo, contratación, formación, clasificación, valoración de puestos de trabajo y negociación colectiva”, ha manifestado.

“REVOLUCIÓN SILENCIOSA”

El máximo representante de la patronal vasca ha indicado que “la masiva incorporación de la mujer al mundo del trabajo constituye una de las revoluciones silenciosas más importantes que se han producido en las últimas décadas, siendo también las empresas conocedoras de la importante cualificación, profesionalidad y valores que éstas han sido capaces de aportar en ese proceso”.

A su juicio, ello ha hecho que, “de forma creciente, las empresas hayan ido también consolidando diferentes actuaciones en favor de la igualdad y la conciliación de la vida laboral, personal y familiar a fin de evitar que las mujeres, por el hecho de serlo, pudieran verse perjudicadas en su actuar y desarrollo profesional”.

“Se está igualmente trabajando para posibilitar una potenciación más equilibrada de mujeres y hombres en los puestos directivos, en una adecuada orientación formativa a la hora de elegir profesión y en una mayor presencia femenina en los consejos de administración, eludiendo techos de cristal que cortocircuiten el ascenso de las personas más preparadas por razones ajenas a su capacidad y desempeño”, ha añadido.

Para Miguel Ángel Lujua, “son, sin duda, todas ellas medidas de justicia, pero que también forman parte de la relevancia que las empresas otorgan a la necesidad de potenciar entornos de trabajo participativos, flexibles e integradores que estimulen sin distinción de género todo el potencial y el talento de la principal materia prima con que cuentan, sus personas”.

“Son las empresas, de hecho, las primeras interesadas en arrumbar las barreras, visibles o invisibles, que dificultan o impiden este objetivo”, ha aseverado.

El presidente de Confabask ha señalado que “un tiempo de profundas trasformaciones, de economía global y del conocimiento, requiere, por otro lado, elementos diferenciales de competitividad que solo son posibles con modelos organizativos y entornos de trabajo abiertos, diversos y colaboradores que brinden igualdad de oportunidades”.

DÍA DE LA MUJER

Lujua se ha referido a la celebración el próximo domingo del Día Internacional de la Mujer y ha considerado que el hecho de que “la efeméride siga existiendo indica, con todo, que, pese al incuestionable avance registrado para una participación de las mujeres en el ámbito social, político, económico y laboral, aún persisten discriminaciones, ejercidas a menudo de formas más sutiles, que siguen dificultando su plena y efectiva presencia en igualdad”.

“Estamos, sin duda, ante un reto que excede lo laboral, un reto cultural, educativo, social y generacional que permea al conjunto de las actividades en que hombres y mujeres interactúan, pero que es obligación de todos, en todos los ámbitos, ir superando porque no es justo, ni posible, ni tampoco inteligente orillar como sociedad a la mitad de nuestros mejores activos”, ha concluido.