Euskadi confraterniza con los refugiados al calor de los fogones

A las iniciativas de apoyo a las personas refugiadas del País Vasco puestas en marcha por las entidades humanitarias ha de sumarse el proyecto Bizilagunak, que organiza la Comisión de Ayuda al Refugiado, CEAR Euskadi, y otras organizaciones como SOS Racismo en colaboración con varios ayuntamientos. Se trata de que familias originarias del País Vasco pongan mesa y mantel al refugiado o al inmigrante y esa comida de pie a anfitriones e invitados a conocerse.

A través de esta fórmula gastronómica se pretende evidenciar que la diversidad cultural no es solo posible sino que enriquece y desmontar al mismo tiempo estereotipos culturales. “Al avanzar las conversaciones entre estas personas se desemboca siempre en lugares comunes, en preocupaciones que todos compartimos y nos damos cuenta de que es más lo que nos une que lo que nos separa”, ha comentado Rosabel Argote de Cear Euskadi.

Bizilagunak se celebra en distintas ciudades vascas desde hace cuatro años. En 2014 participaron más de mil personas en Euskadi, pertenecientes a 230 familias. En esta ocasión esta iniciativa, que se viene repitiendo cada año un domingo de noviembre, esta vez el domingo 22, toma un cariz especial. “Pretendemos aunar el sentir de la ciudadanía vasca, que se visualice y que sirva de estímulo para acelerar ese goteo desesperante en la llegada de refugiados. Son muchas las muestras de apoyo y solidaridad que recibimos cada día en Cear. La gente nos ofrece sus casas, sus enseres, se ofrecen a impartir clases de castellano... quieren colaborar. Percibimos deseos inmensos de movilización social, deseos de exigir a las autoridades que estén a la altura en materia de asilo”, explica Argote.