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El Consejo Escolar exige más control para que los colegios privados no cobren cuotas irregulares

Varios alumnos llegan con sus mochilas al colegio.

Eduardo Azumendi

El Consejo Escolar de Euskadi ha apremiado al Departamento de Educación a aumentar el control sobre los colegios concertados para que no cobren cuotas irregulares, especialmente a los alumnos inmigrantes con bajos recursos. Los colegios concertados cobran a menudo cuotas indebidas a los padres por las actividades extraescolares que organizan para los alumnos. Ante esa situación, el Consejo exige al Gobierno mayor celo en su labor inspectora para que estos centros, que son financiados con dinero público, dejen de cobrar esas cuotas.

En su informe 'La Educación en Euskadi, 2012-2013', el Consejo (un órgano de carácter consultivo, pero integrado por toda la comunidad educativa) muestra su “preocupación” por el cumplimiento de la gratuidad efectiva de la educación. Esa inquietud le llevó en su momento a solicitar al departamento la publicación de una orden sobre la inspección del cobro de cuotas al alumnado, pero no ha sido atendida. El problema es especialmente relevante entre el alumnado inmigrante de nueva incorporación y bajos recursos. Cuando un alumno llega con el curso empezado, una comisión de escolarización se encarga de adjudicarle el centro. Por lo habitual, esas comisiones procuran un reparto equitativo de este tipo de alumnos entre la red pública y concertada.

El problema llega con el inicio del siguiente curso. “El Consejo considera que la Administración debe establecer medidas de control para evitar que los cambios de centro de estos alumnos al siguiente curso sean por razones discriminatorias, como el cobro de cuotas por conceptos como el comedor, el transporte u otros”.

El órgano consultivo recuerda que “todo el alumnado escolarizado en las etapas obligatorias, y en particular el alumnado inmigrante de nueva incorporación y bajos recursos, tiene derecho a disfrutar de un servicio escolar gratuito”. Puesto que es el Departamento quien decide el centro en que se escolariza, resalta la necesidad de que “no se cobren cuotas a este alumnado por cualquier concepto”.

Reparto desigual

La distribución de alumnos inmigrantes entre las escuelas públicas y las concertadas no ha mejorado prácticamente nada en los últimos años. Los colegios de la red pública acogen a la mayoría de los alumnos inmigrantes: casi 10.000 de los cerca de 15.000 matriculados en el sistema. Es decir, uno de cada diez escolares de colegios públicos que cursan la etapa obligatoria (Primaria y Secundaria) es extranjero. Pero dentro de esta red también hay diferencias muy notables. Mientras que los colegios dependientes de la Iglesia (agrupados en torno a Kristau Eskola) cuentan con un 6,4% de extranjeros, las ikastolas privadas apenas llegan al 2,6%. Esto significa que la red pública escolariza cuatro veces más inmigrantes que las ikastolas concertadas.

La práctica de este tipo de cobros irregulares ya ha sido denunciada en varias ocasiones por el Ararteko. Mediante los conciertos educativos, aquellos centros privados que lo deseen pueden impartir la educación obligatoria (de 6 a 16 años) de manera gratuita. El Departamento de Educación aporta fondos públicos para cubrir los salarios de los profesores (incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social), los gastos del personal de administración y servicios, así como los de mantenimiento del centro. De manera recíproca, los colegios concertados asumen la obligación de impartir gratuitamente la enseñanza.

De esta forma, las actividades escolares complementarias (como visitas a museos o excursiones), las actividades extraescolares y los servicios escolares complementarios (comedor y transporte) deben ser en todo caso voluntarios y no pueden tener carácter lucrativo. Esto es, solo deben pagar los padres que quieran que sus hijos realicen la actividad y no todos, incluidos los de los niños que no las realizan. Por lo general, no cobra la cuota el propio centro, sino que lo hace la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio.

Uno de los expertos que ha colaborado en el informe del Consejo Escolar de Euskadi lamenta que la sociedad haya terminado por asumir de manera más o menos pacífica que, si un padre opta por llevar a su hijo a un centro público, todo va resultar gratuito, mientras que si lo matricula en uno privado concertado van a cobrarle algo. “Los sucesivos departamentos de Educación no han tomado medidas para terminar con las cuotas, hablan de la libertad de las familias para elegir el centro que quieran”.

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