La Ertzaintza se queda sin helicópteros de rescate y habilita 300.000 euros para alquilar uno de urgencia
El Departamento de Seguridad ha tenido que habilitar un gasto de hasta 300.000 euros para contratar “por el procedimiento excepcional de emergencia” el alquiler de un helicóptero para cubrir las necesidades operativas de la unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza, según consta en el portal de Transparencia del Gobierno vasco. El contrato se formalizó en cuestión de 24 horas después de que el pasado martes la aeronave EC-GNA EC 135 sufriese un accidente en la costa vasca durante un entrenamiento con submarinistas. Aunque el siniestro no puso en riesgo la integridad de sus ocupantes, el helicóptero policial resultó “gravemente dañado, lo que ha provocado su impedimento para volar y, consecuentemente, la retirada de la operativa”. Sin este aparato, sólo habría uno más disponible.
Las fuentes consultadas indican que el equipo de Vigilancia y Rescate de la Policía vasca realizaba su entrenamiento semanal en una zona rocosa de la costa. Se trataba de prácticas de desembarque con buzos. En una de las aproximaciones, las hélices del aparato golpearon las ramas de unos arbustos. El helicóptero no se detuvo y pudo regresar en vuelo a su base, en Iurreta, pero los mecánicos dictaminaron que era conveniente que se quedara en tierra hasta que fuesen reparadas las aspas.
Si el accidente se produjo el pasado martes 12 de marzo, al día siguiente la jefatura de la central de apoyo táctico de la Ertzaintza emitió un informe en la que subrayaba que la sección de helicópteros quedaría “críticamente afectada” sin ese aparato operativo, “lo que provocaría directa e ineludiblemente una situación de grave riesgo para la ciudadanía”. Remarca el informe que “la flota mínima” de la Policía vasca tiene que estar compuesta por dos unidades y que el accidente impedía disponer de ellas. De hecho, el pasado año ya hubo que alquilar otra vez durante unos días cuando uno de los dos helicópteros fue sometido a una revisión.
La flota de la Ertzaintza llegó a disponer de cinco unidades. Además de la ahora accidentada y de la que queda operativa, un modelo gemelo (12,1 metros de envergadura que mueven dos motores de 580 CV, 254 km/h y 6.100 metros de altura máxima) había dos Dauphine AS 365-C y un Ecureuil AS-350-B2. Poco a poco fueron retirados. Uno de ellos se intentó vender, aunque sin éxito, y ahora mismo se halla expuesto en la academia de Arkaute, donde es una de las mayores atracciones para los visitantes. En estas circunstancias, según publicó 'El Correo' el pasado verano, Seguridad había planteado ya un 'leasing' para adquirir un nuevo aparato, que costaría 8 millones de euros con todo incluido durante cuatro años.
Ahora, para solventar el problema del accidente, lo que ha decidido el equipo de contratación de Seguridad es apelar al artículo 120 de la ley estatal que permite saltarse todos los trámites ordinarios en “situaciones de imperiosa necesidad” tales como “acontecimientos catastróficos, situaciones que supongan grave peligro o situaciones que afecten a la defensa nacional”. Así las cosas, el mismo miércoles 13 de marzo se alcanzó un acuerdo con Heliswis Ibérica, compañía con base en el hangar 4 del aeropuerto de Sabadell, para el alquiler del aparato EC-135 (P-2) con matrícula EC-IKR.
Como se estima que la reparación de la nave accidente será cosa de “tres o cuatro semanas”, el Gobierno ha previsto gastar “una cantidad total estimativa de 300.000 euros” hasta que vuelva a estar operativa. El 'dry lease' del EC-IKR costará 3.000 euros al día más 900 euros adicionales por cada hora de vuelo. Además, hubo que pagar el vuelo Sabadell-Iurreta, con un coste de 2.500 euros/hora.
