“España debe seguir unida como Estado, pero aceptamos el derecho a decidir”

Juantxo López de Uralde (San Sebastián, 1963) está convencido de que en Euskadi no hay una mayoría independentista. Para el candidato de Unidos Podemos por Álava, la manera de que Euskadi y Cataluña encuentren el mejor acomdo en España es permitir que ejerzan el derecho a decidir, “un derecho democrático”. López de Uralde, un activista verde metido a político, necesitaba dar el salto a la política porque “la voz verde tiene que estar en las instituciones, que es donde se toman las decisiones”.

¿Cómo afronta estas nuevas elecciones generales, como una segunda vuelta del 20-D?

Pues sí. Es una reválida de los resultados del 20-D y la afrontamos con la esperanza de que nuestro voto se consolide.

Según las encuestas, incluso podría mejorar los resultados de diciembre. ¿Confía en esas predicciones?

Sí. Para nosotros sería muy importante conseguir el segundo escaño por Álava. Aspiramos a ganar al PP y en Álava lo hemos hecho, un territorio en el que el PP gana habitualmente y donde presenta de candidato a un ministro. Ganar al PP en Álava no es algo menor.

En el 20-D, Podemos triunfó en Euskadi y Cataluña por la defensa del derecho a decidir. La estrategia no ha cambiado para estas elecciones.

Así es. Demuestra que hay que diferenciar lo que es la defensa del derecho a decidir del independentismo. En Euskadi y Cataluña el derecho a decidir se entiende como un derecho democrático, independientemente de cómo termine. En Euskadi se apuesta por el derecho a decidir, pero no hay una mayoría independentista.

Unidos Podemos es un partido de corte estatal. ¿No supone una contradicción apostar por el derecho a decidir en comunidades donde gana el nacionalismo?

Al contrario. No es contradictorio porque en Unidos Podemos somos profundamente demócratas y la democracia se defiende ejerciendo el derecho al voto en cuestiones relevantes, como la estructura territorial del país. España debe seguir unida como Estado, pero aceptamos el derecho a decidir sin reservas.

¿El proceso catalán es un ejemplo para Euskadi?

Para nada. El camino no es un proceso de decisión unilateral, sino que pasa por un reconocimiento del carácter plurinacional de España y el derecho de decidir de sus diferentes territorios. Hay quien tiene interés es unir derecho a decidir e independencia, pero no es lo mismo. Y se ha visto como en diferentes regiones donde se ha ejercido el derecho a decidir no ha conllevado la independencia. Solo es el ejercicio de un derecho democrático.

¿Y usted está convencido de que en Euskadi saldría no a la independencia si se ejerce el derecho a decidir?

Así lo dicen las encuestas.

Pero yo se lo pregunto a usted. ¿No le temblaría el pulso si al final se ejerce esa votación?

¿Por qué? Hay que tener una concepción más abierta. Esto convencido de que garantizar el derecho a decidir garantiza al mismo tiempo una acomodo mucho mejor de España.

¿Se siente cómodo al hablar del derecho a decidir procediendo de un partido de pensamiento verde como es Equo?

El pensamiento verde es más amplio que el pensamiento medioambiental. En nuestro ideario hemos trabajado muchas cuestiones, como políticas sociales, territoriales, económicas….De hecho, el Partido Verde Europeo forma grupo en el Parlamento europeo con partidos de carácter regional.

¿No le da miedo que las señas de identidad con las que nació Equo queden diluidas en la actual coalición?

Cuando se toma una decisión política de confluir esa confluencia tiene ventajas e inconvenientes. Desde el punto de vista de Equo, la ventaja es que hemos conseguido unos resultados sin comparación en la historia de los verdes en España. Eso nos coloca en el mapa político.

¿Y el inconveniente?

Pues cuando estás en una confluencia con una diversidad de fuerzas y la tuya es la más pequeña, es difícil que todos tus planteamientos se tengan en cuenta. Ese es el reto que tenemos por delante. Analizando pros y contras y viendo la necesidad de cambio entendemos que la ciudadanía nos pide que sumemos. No entendería que fuéramos solos porque lo más importante es nuestro programa. Eso no significa que Equo no tenga una hoja de ruta donde el ecologismo sea su seña de identidad.

¿De qué le suena esta frase: ‘Papá. ¿yo voy a ser un parado verdad’?

Es una frase muy dura que he escuchado en mi casa a uno de mis hijos.

¿Y la va a seguir escuchando?

Es una preocupación real. Lo que veo es que se trata de eludir mirando opciones de trabajo en el extranjero. Nuestros hijos piensan más en cómo pueden labrarse un futuro fuera de nuestro país. El PP ha apostado por atender los intereses de los grandes sectores económicos frente a los intereses de los ciudadanos. Hay que recuperar la posibilidad de que los jóvenes tengan un futuro, con unas condiciones de trabajo dignas, cambiando el foco de las políticas….

¿Cuál será su primera decisión con respecto a Álava si consigue un escaño en el Congreso?

Cerrar la central nuclear de Garoña. Cuando decidí presentarme por Álava, uno de los elementos que más me convenció fue luchar para conseguir el cierre de Garoña. Con su cierre, eliminaríamos un riesgo muy grande. Solo cundo ocurre una desgracia nuclear algunos se dan cuenta de la magnitud del riesgo que se corre. Hemos dado un paso adelante, pero no está consolidado el camino.

¿El programa verde Equo ha sido asumido por la coalición?

Somos un factor importante en que los temas verdes estén asumidos dentro de la coalición. Si conseguimos que nuestros planteamientos sean asumidos por la coalición ya no se trata de que tres diputados defienda en solitario el programa verde, sino que serán 50, 60, 70, 80 o los que logremos los que estarán detrás de ese programa.

¿La clave del futuro Gobierno va a pasar por los socialistas?

Hay dos grandes opciones. O un gobierno del PP con Ciudadanos con el apoyo pasivo del PSOE, o un gobierno de izquierdas entre Unidos Podemos y los socialistas. Los pactos exigen renuncias de todos y no establecemos líneas rojas.