Etcheverry: “El desarme no es la paz y haremos un llamamiento masivo a los estados para ayudar a construirla”

El sindicalista e integrante del 'grupo de Luhuso', Jean Noël Etcheverry, ha afirmado que el “desarme no es la paz” y que este sábado en Baiona se hará un llamamiento “fuerte y masivo” a los Estados español y francés para que “ayuden a construirla”. Además, ha destacado que la “foto” de mañana servirá para trasladar el mensaje de que “nadie venga, años después, a otorgarse la legitimidad del pueblo vasco para abrir otro ciclo de violencia armada en su nombre”.

En una entrevista concedida a Europa Press, Etcheverry ha señalado que, después de que ETA haya delegado la responsabilidad “política y técnica” del desmantelamiento de su arsenal a la sociedad civil, son ellos los que están “gestionando” el proceso. Asimismo, ha subrayado la importancia de que este sábado, cuando concluya la jornada, ETA estará “totalmente desarmada” y ese desarme será “verificable y verificado”.

El miembro del 'grupo de Luhuso' no ha querido ofrecer detalles específicos sobre el desarme y ha precisado que las explicaciones técnicas se ofrecerán este sábado a las tres de la tarde, con todos los detalles necesarios para “entender lo que se ha hecho”.

OBJETIVOS

Jean Noël Etcheverry ha afirmado que los actos de este sábado tendrán tres objetivos, uno de ellos será el de reunir a “miles de personas” que darán “cobertura política y moral” a los denominados “artesanos de la paz” que, según ha destacado, se “arriesgan a consecuencias judiciales”.

“Necesitamos que la mayoría de la sociedad muestre su apoyo para decir a la justicia francesa que nosotros hacemos esto en sintonía con la mayoría social y política del país”, ha añadido.

Un segundo objetivo será, según ha explicado, hacer un “llamamiento fuerte y masivo” a los Estados español y francés para trasladarles que el “desarme no es la paz” y tienen que “ayudarnos ahora a construirla” y a resolver algunos elementos precisos para lograr una pacificación “global, justa y duradera”, como son abordar el tema de las víctimas, los presos, la memoria, la reconciliación y la justicia.

Asimismo, también pretenden mostrar que miles de personas de todas las sensibilidades políticas y sociales se unen un “acto muy plural” para evidenciar que el pueblo vasco “en todas sus componentes y sensibilidades apoya este acto de desarme y esta demanda de finalización definitiva e irreversible de la violencia en Euskal Herria”.

SIN MÁS CICLOS DE VIOLENCIA

A su juicio, ello puede servir para que “nadie venga, años después, a otorgarse la legitimidad del pueblo vasco para abrir otro ciclo de violencia armada en su nombre”. “La foto de mañana justamente dirá que el pueblo vasco es el que ha desarmado a la organizacion ETA y ha pedido el fin definitivo de la violencia y no se puede en su nombre invocar a otro ciclo de lucha armada”, ha manifestado.

Etcheverry ha reiterado que el 'día del desarme' no pretende ser una “celebración o una fiesta”, por lo que será un acto “sobrio, digno” y también “respetuso” con las víctimas. En este sentido, ha afirmado que las víctimas tendrán “todo su sitio” este sábado, como lo tienen en el discurso de 'los artesanos de la paz' “desde el principio”.

Sobre la labor futura del 'grupo de Luhuso', ha indicado que, lo primero, es “terminar” este proceso de desarme y, después, “asumir nuestra responsabilidad delante de la justicia”.

Su función no concluirá este sábado porque su intención es “ayudar a que el proceso de paz ”se desarrolle en su globalidad“ porque, según ha reiterado Etcheverry, el ”desarme no es la paz“.

A su juicio, hay cuestiones pendientes relativas al reconocimiento y reparación a las víctimas, la situación de los presos y huídos de ETA o todo lo relativo a los ejercicio de memoria, justicia y reconciliación. Jean Nöel Etcheverry considera necesario abordar estos temas para construir realmente una “paz irreversible” y una nueva convivencia.

Por último, preguntado por si el siguiente paso tras el desarme podría ser la disolución de ETA, ha señalado que este tipo de cuestiones “no se tienen que tratar en la plaza pública” y que, en todo caso, esa decisión “está en manos de la propia ETA”.