Tambores de guerra en Euskaltel
El operador vasco de telecomunicaciones Euskaltel afronta hoy la primera huelga propia en los 16 años de historia de la compañía, convocada por las secciones sindicales de Comisiones Obreras y ELA en rechazo al posible despido de parte de la plantilla. Los cerca de 550 trabajadores de Euskaltel también están llamados a salir a la huelga mañana y el miércoles.
ELA y CCOO, que conforman la representación sindical en la empresa, rechazan el plan de la compañía de “externalizar” la unidad de sistemas, que, según aseguran, traerá como consecuencia el despido de 40 trabajadores. La dirección de Euskaltel ha considerado “desproporcionada” la convocatoria de huelga y ha asegurado que en las “alianzas” que haga con empresas del sector garantizará el empleo en Euskadi y en las mismas condiciones laborales.
Días atrás, la dirección de la empresa explicó que lo que busca son “alianzas tecnológicas” con empresas “de referencia” internacional en el sector, que se harían desde las “bases irrenunciables” del mantenimiento del empleo y las condiciones laborales y con una ubicación en el País Vasco. Frente a las críticas sindicales, Euskaltel ha asegurado que seguirá siendo una empresa tractora del sector de las telecomunicaciones en Euskadi.
Para los sindicatos, en cambio, los planes citados de la empresa constituyen sólo “la punta del iceberg” al considerar que forma parte de un proceso, en cuyo marco se trabaja con el objetivo de reducir la plantilla en 250 empleos, según han venido denunciado. ELA y CCOO censuran la actuación de la dirección de Euskaltel en un momento en el que se prevé que la empresa tenga este año 48 millones de euros de beneficio, según han indicado.
Desinversiones
La representación sindical vincula estos planes con el proceso de “de desinversiones” emprendido por Kutxabank, que es socio mayoritario de Euskaltel, con un 49,9 % de la participación en la actualidad. El resto del accionariado está repartido entre Iberdrola (2%) y los fondos de inversión Trilantic e Investindustrial, que entraron hace un año en el capital de la compañía vasca y cuentan con una participación conjunta del 48,1%.
Para los sindicatos, la reordenación interna en Euskaltel no está motivada por causas económicas, sino que pretende poner en valor la compañía mediante un ajuste de personal “para preparar la salida de Kutxabank” del accionariado de la empresa. En su opinión, el proceso de “desinversiones realizado por Kutxabank y las instituciones -el Gobierno vasco salió del accionariado con la llegada de los fondos de inversión-” pone en peligro “de desaparición a la misma empresa”.
Para el presidente del comité de empresa de Euskaltel, Javier del Blanco, todo apunta a que el proceso iniciado en la compañía vasca pueda derivar en una “posible venta” o “fragmentación de los activos de la compañía” en un plazo de unos dos años, según ha alertado esta semana.
