El Gobierno asume que las aportaciones de Eroski y Fagor no se comercializaron bien
La directora del Instituto Vasco de Consumo-Kontsumobide, Elena Unzueta, ha asegurado que existen suficientes indicios como para asegurar que la comercialización de las aportaciones subordinadas de Eroski y Fagor no se ha realizado “en las condiciones adecuadas”. Unzueta ha comparecido en el Parlamento para dar cuenta de su gestión sobre esta cuestión desde que se puso al frente de Kontsumobide, el pasado 19 de julio. Unzueta accedió al cargo en sustitutición de Belén Greaves, que tuvo que dimitir tras ser reprobada por la Cámara.
La nueva directora ha recalcado que el Instituto Vasco de Consumo, dependiente del Departamento de Salud, ya cuenta con varias propuestas de solución encima de la mesa, fruto del trabajo de mediación que está desarrollando con los emisores (Eroski y Fagor), los comercializadores (hasta 10 bancos y cajas) y los afectados. En este sentido, Kontsumobide ha recibido un total de 833 reclamaciones. En total, se calcula que hay más de 40.000 afectados.
Unzueta no precisó el plazo de tiempo en el que podrá disponer de una solución, aunque espera hacerlo “lo más rápido posible”. “No descartamos ninguna de las opciones planteadas. Estamos analizando sus bondades y defectos y el efecto que tendría como respuesta a las personas reclamantes. La directora ha puntualizado que la vía ”más rápida, factible y menos gravosa“ es la mediación, que, además no es vinculante ni impide la vía judicial. Lo contrario del sistema de arbitraje, que requiere que todas las partes estén dispuestas a participar de modo voluntario, ”algo a lo que no todas las partes están dispuestas en este momento“. En esta línea, ha destacado que tres de los diez bancos y cajas que han comecializado el producto se han negado a facilitar información a Kontsumobide, por lo que se les ha habierto un expediente de sanción.
Las aportaciones financieras subordinadas es un instrumento de alta complejidad que ha atrapado a perpetuidad los ahorros de miles de ciudadanos. Con las emisiones que Eroski y Fagor han ido lanzando desde 2002 hasta 2007 han conseguido un total de 845 millones de euros, de los que 660 corresponden a Eroski. Un dinero que ha permitido a las dos cooperativas generar empleo y seguir creciendo. El problema se ha suscitado cuando los inversores han tratado de recuperar su dinero creyendo que era un depósito a plazo y se han encontrado con que el dinero sólo se les puede devolver cuando se extinga la empresa. O en su defecto pueden vender sus participaciones en el mercado secundario de activos financieros, pero con la crisis han perdido en muchos casos hasta el 65% de su valor.
Del análisis de las reclamaciones recibidas, se desprende, según Unzueta, que ningún afectado sabía que se trataba de un producto de deuda perpetua, es decir, que no lo iba a poder recuperar. La mayoría creía que iba a poder sacar el dinero a los cinco años. En el 81% de los casos fue la propia entidad la que ofreció el producto al cliente, sin que éste la solicitara específicamente. Una cuarta parte de los 40.000 afectados tiene más de 65 años de edad. Por otro lado, un 79% compró aportaciones por un valor inferior a 25.000 euros.
