Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

“El Gobierno se ha cuidado mucho de criminalizar la protesta”

Jesús Cintora asegura que "no hay interés" en que la corrupción se juzgue

Eduardo Azumendi

La hora de la verdad, el título del libro del periodista Jesús Cintora es suficientemente contundente sobre lo que albergan sus páginas. En él, Cintora cuenta lo que está ocurriendo en España, un país con cinco millones de parados, unos niveles de desigualdad inasumibles y una corrupción galopante. Y, además, está contado por está contado por protagonistas de muy distinto color desde el presidente de Cantabria, desde Antón Losada hasta Sor Lucía Caram pasando por los líderes políticos del futuro más inmediato: Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos), Alberto Garzón (IU) y Pablo Casado (PP). La abrupta salida del programa ‘Las mañanas de Cuatro’ (del Grupo Mediaset) no le va a impedir “seguir diciendo lo que pienso. Porque el periodismo tiene que denunciar lo que ocurre”.

Cintora presenta su libro el sábado 25 de julio en El Corte de Inglés de Bahía de Santander a las siete de la tarde arropado por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, otro de los personajes que aparecen en el libro.

¿El Estado ha dejado de proteger los derechos de los ciudadanos?

El libro pretende reflejar la realidad de un país con tasas de paro, corrupción y desigualdad que son inasumibles. Contar negro sobre blanco lo que no nos están contando y lo cuenta gente muy variopinta, como Miguel Ángel Revilla, Ignacio Escolar, Antón Losada, Sor Lucía Caram, Pedro J. Ramírez, Pablo Iglesias, alberto Garzón, Alber Tivera, Pedro Sánchez….

¿Revilla es un buen termómetro para saber lo que se cuece en la calle?

Revilla es un hombre que ha dado un repaso importante a muchos en las elecciones. No hace mucho tiempo le daban por muerto y ha espantado a las gaviotas. Al Revilla que preside ahora le están esperando sus adversarios políticos porque ha sido muy crítico con la gestión del PP. Pero está ilusionado porque cuenta con el apoyo de la calle y con el equipo que ha formado para gobernar.

Justo cuando más aumentan las desigualdades, algunos más apuestan por debilitar al Estado.

Estamos en un momento en el que se está produciendo un recorte de los derechos sociales. Se nos habla de que estamos saliendo de la crisis económica cuando hay una tasa de paro superior al 20%, más de cinco millones de parados, cuando se recorta en sanidad y educación….El Gobierno demuestra que ha hecho las cosas mal cuando ahora anuncia que quiere recuperar becas que suprimió…..Se han recortado derechos del Estado de Bienestar. Por no hablar de la Ley ‘Mordaza’ que es suficientemente ambigua y con multas muy altas como para amenazar el derecho de expresión y de manifestación.

El día que se aprueba la ley ‘Mordaza’ a usted le destituyeron en su programa de ‘Las mañanas de Cuatro’. ¿Coincidencia?

Es una curiosa paradoja. Son malos tiempos para la libertad de expresión. Me quedo con el cariño de la gente que acude a los actos de presentación del libro y me piden que vuelva.

Es un tiempo de cambio rotundo y el periodismo debe estar más cerca que nunca de la ciudadanía, pero en España la mayor parte de los medios está concentrada en tres grandes grupos. ¿Tienen razones los ciudadanos para creer?

Llevamos semanas hablando de la página web de Carmena, de la que hay que hablar, y no se dedica tiempo a hablar de cómo el Gobierno en año electoral convoca un concurso para reordenar las televisiones y esa adjudicación coincide con la convocatoria de elecciones. Todo eso condiciona la información.

¿La gente se ha resignado a que nada puede cambiar?

El nivel de movilización es bajo para la que está cayendo. El Gobierno se ha cuidado mucho de criminalizar la protesta para que la gente se lo piense mucho antes de salir a la calle. Cuando ha habido una movilización se ha puesto más el foco en una minoría que ha podido causar unos disturbios que en el resto de la mayoría. La gente ha votado cambio en varias comunidades, eso significa que hay algún tipo de movimiento. Y los partidos tradicionales también están cambiando, en mayor o menor medida.

¿Cree que los nuevos partidos tendrán fuerza para seguir moviendo el árbol y obligar a un replanteamiento general?

Las urnas lo determinarán.

La desafección hacia los políticos, a los que persigue la leyenda de que solo buscan su beneficio, ¿es un lastre para la democracia?

No creo que todos los políticos sean corruptos. Lo que sí sé es que tenemos un sistema judicial que no funciona como debiera. No es de recibo que el ciudadano vea como los grandes casos de corrupción aun sigan sin juicio. Pasa el tiempo y hay señores como Rodrigo Rato que se permiten ir a declarar y decir que están afectando gravemente a su reputación. Y esto ocurre delante de los ciudadanos que están en paro, o a los que han recortado derechos. Esa gente que sufre en sus carnes la profundidad de la crisis y ve como las personas que han saqueados las cajas de ahorros están tomando el sol y se presentan ante el juez para decirle que están dañando su reputación. La gente tiene fundadas razones para creer que es imposible que los poderosos vayan a la cárcel, para desconfiar de que haya justicia. Hay una justicia para ricos y otra para pobres. Pasa el tiempo y no hay juicios. Los casos se dilatan en el tiempo. Se está viendo como los que han metido la mano en la caja se van de rositas. Faltan medios y no hay interés por modernizar la justicia. Y no lo digo yo, lo dicen los jueces que entrevisto en el libro. Interesa que el sistema judicial sea sonámbulo.

Ofrecer una determinada información puede suponer el despido de un periodista. ¿Cómo se puede trabajar bajo esa presión?

Para el poder, el ciudadano cuando más ignorante sea mejor porque así resulta más maleable. Al ciudadano solo le queda formarse, buscar la pluralidad. Siempre hay chorros de aire fresco, como los medios digitales que están consiguiendo contar cosas que de otra forma no se conocerían. La sociedad cada vez está más preparada, aunque la juventud se tenga que marchar. Y eso el Gobierno le llama movilidad. Y lo dicen algunos políticos que tienen el riñón bien cubierto. Al mismo tiempo que hay gente muy preparada que se tiene que ir fuera, en este país sigue habiendo trepas que acceden a los puestos por enchufe.

¿España tiene solución?

Claro que la tiene, de hecho con lo que hay quedarse es con lo positivo: somos gente, en general, con sentido del humor para afrontar la realidad. Con las tasas de corrupción y paro que hay hace falta sentido del humor para sobrellevarlo. La crisis se lleva con el apoyo de los familias y recortando gastos. El Gobierno presume de que ha bajado el paro, pero la población cobra cada vez menos y con miedo a perder su trabajo. Así, no se puede consumir. Es la pescadilla que se muerde la cola. Las grandes empresas tienen beneficios, pero el ciudadano medio no puede consumir.

Etiquetas
stats