Gobierno y sindicatos intentan un acuerdo en Lanbide
Las partes en el conflicto de Lanbide han abierto una ventana para el acuerdo. La situación de enfrentamiento a la que se había llegado entre todos los sindicatos con representación en Lanbide y el Gobierno vasco -con varias convocatorias de huelga a lo largo del conflicto- ha dado paso a una negociación en la que ambas partes han dado muestras de querer buscar el pacto en torno a la Relación de Puestos de Trabajo (RPT).
Para empezar, el Gobierno se ha mostrado dispuesto a retrasar un mes la entrada en vigor de al RPT para Lanbide, auténtico caballo de batalla entre las centrales -ELA, UGT, LAB y CC OO- y la dirección del Servicio Vasco de Empleo y el Departamento de Empleo que encabeza ahora Ángel Toña. La previsión era que la nueva RPT arrancara el 31 de mayo, pero las conversaciones que mantienen los sindicatos con el Gobierno han dado como fruto ese aplazamiento. “Insisto en que la decisión de retrasar la publicación de la RPT tiene contenido material y obedece a razones de fondo, a la voluntad del gobierno de replantear, si es necesario hacerlo, alguno de los contenidos de la misma”, ha apuntado el portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka.
El portavoz gubernamental ha explicado que “no tendría ningún sentido una demora de la fecha inicialmente prevista para la aprobación de la RPT, si no hubiera una disposición firme del Gobierno a analizar sus contenidos y a replantearlos” y ha reiterado que las conversaciones con los sindicatos “están abiertas”, por lo que “no se puede descartar ninguna posibilidad”.
El cambio es sustancial porque la última declaración pública de Ángel Toña, tras la séptima huelga en el Servicio Vasco de Empleo, no dejaba entrever ningún cambio en la decisión del Ejecutivo de tirar para adelante con la RPT. Entonces, el pasado 17 de marzo, Toña aseguró: “No lo vamos a echar atrás. Es una necesidad de lanbide y para el conjunto de la ciudadanía vasca”. El consejero Toña hizo mención entonces de los 66.000 perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos y el resto de servicios que se prestan desde Lanbide para subrayar la importancia de la nueva RPT. Una relación, que como ya había destacado el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, en varias ocasiones ha pasado de los iniciales 575 puesto de trabajo a la última propuesta de 918, lo que demostraría que “ha habido negociación porque nunca nos hemos negado a dialogar”.
Asambleas de trabajadores
Por su parte, las centrales han decidido llevar a las asambleas la situación negociadora y la conveniencia de dar una oportunidad al acuerdo. Las asambleas de los trabajadores de Lanbide tienen previsto votar sobre la desconvocatoria de la huelga convocada para este jueves.
Erkoreka ha reconocido que el Ejecutivo “ha hecho ofertas” -que no ha querido desgranar- para “disuadir” a la representación sindical de la convocatoria de huelga, aunque esa decisión corresponde a los trabajadores y sus representantes sindicales. “Deben evaluar cuál es el sentido de las conversaciones mantenidas” con el Gobierno, conversaciones en las que se habría producido “una aproximación importante con algunas centrales sindicales” en lo que debería ser el contenido de la RPT de Lanbide.
La situación ha variado completamente. Antes de que se aprobara la RPT, en la etapa de alegaciones, el Gobierno laminó las propuestas que llegaron desde los trabajadores. Entonces Lanbide únicamente aceptó una del total de alegaciones individuales presentada a la RPT (un total de 525, según precisaron entonces fuentes sindicales). De los “retoques” que Erkoreka admitió estar dispuesto a hacer el Ejecutivo, se ha pasado ahora a mostrar una intención clara de replantear su contenido.
