Juntas Generales de Bizkaia homenajean a una veintena de directivas, empresarias y profesionales de la asociación AED

Al igual que hicieron recientemente con las mujeres baserritarras o el colectivo gitano en Euskadi, las Juntas Generales de Bizkaia han puesto en valor “el importante trabajo de estas mujeres que despuntan en un mundo, el empresarial, habitualmente copado por los hombres, especialmente en los puestos de dirección”, han explicado las Juntas vizcaínas.

Ana Otadui ha reconocido el trabajo que están haciendo desde hace 25 años a través de la asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia, “empoderando a la mujer en un mundo tan masculinizado como es el de la dirección de empresas y el mundo empresarial”. Así, ha destacado el trabajo de AED como “agente activo hacia un modelo empresarial de liderazgo igualitario”.

En nombre de la Asociación de Empresarias y Directivas, la vicepresidenta, Begoña Murgialday, ha agradecido la recepción en “un espacio de reconocimiento y de compromiso para aquellas entidades que, como AED, estamos trabajando para conseguir una sociedad más igualitaria, justa y desde todos los puntos de vista, sostenible”.

Creada en 1995, AED es la organización que representa los intereses de mujeres empresarias, directivas y profesionales que operan en pequeñas, medianas y grandes empresas del Territorio Histórico de Bizkaia. Su principal objetivo es estimular la creación de infraestructuras que amplíen el papel de las mujeres en el ámbito empresarial y remuevan los obstáculos existentes para su plena integración en el tejido económico y empresarial.

Las líneas estratégicas de AED para los próximos cuatro años son impulsar la presencia de mujeres en los consejos de administración y órganos de dirección de empresas, a través del programa Lidera, así como transferir el conocimiento y experiencia a la juventud, para transformar así las empresas y la sociedad, con el programa Impulsa.

Una txistulari ha acompañado con música a la comitiva en el recorrido por el exterior de la Casa de Juntas, con paradas en el Árbol Viejo y en el Árbol de Gernika, donde una pareja de dantzaris ha bailado un Aurresku en su honor.

Después, han accedido al Salón de Plenos y a la Sala de la Vidriera, donde han tenido lugar las declaraciones, justo debajo de la enorme vidriera cuyas imágenes hacen referencia a las actividades económicas del territorio y en el que las mujeres aparecen “relegadas”. Como es habitual, la recepción ha terminado con la firma en el Libro de Honor de la Casa de Juntas de Gernika.