Recetas médicas que solo dispensa el Tribunal Superior
“La sintomatología es similar y el tratamiento idéntico. No es posible que, ante situaciones idénticas, se oferte un tratamiento distinto”. Así de contundente se muestra el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que ha censurado a Osakidetza por denegar un tratamiento a una paciente y le ha condenado a financiar el medicamento Viscofresh 0,5 (lágrimas artificiales) a una joven que padece sequedad ocular grave.
La paciente sufre la “Enfermedad de Lyell”, una sequedad ocular severa que le provoca queratitis, úlceras corneales e infecciones oculares si no se administra este medicamento cada dos minutos, lo que le cuesta 300 euros mensuales. El problema reside en que el Viscofresh 0,5 lo financia íntegramente Osakidetza cuando un paciente padece sequedad ocular causada por el Síndrome de Sjogrën, pero no por la Enfermedad de Lyell. Es decir, Osakidetza se negó a pagar la medicación con el pretexto de que no figura en el catálogo de fármacos financiables para determinadas enfermedades, aunque sí se paga para otras.
En la sentencia, el Superior censura al Departamento de Salud por realizar esta interpretación legal que es “contraria al principio de igualdad”. “La paciente tiene derecho a obtener la prestación farmacéutica correspondiente a su padecimiento”, aduce y recuerda el principio de igualdad del artículo 14 de la Constitución Española. “En este caso, se asiste a una desigualdad ante la ley, que implica que, en supuestos iguales, deba ofertarse idéntico tratamiento”.
La sentencia abre un debate de consecuencias que no se pueden prever. Hasta ahora, los sistemas públicos de salud se han amparado en el catálogo de medicamentos financiables para no ir más allá. Pero la sentencia deja en entredicho este catálogo, especialmente cuando alguno de los medicamentos financiables ayude a combatir enfermedades que no figuran dentro de la lista.
