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El PNV vota con EH Bildu a favor del derecho a decidir pero aboga por una reforma del Estatuto más consensuada

Joseba Egibar, en la bancada del PNV en el Parlamento Vasco

Iker Rioja Andueza

Mientras el PNV y EH Bildu han aprobado juntos en el Parlamento Vasco el mismo texto a favor del derecho a decidir que sacaron adelante en abril, el grupo de expertos comisionado por la Cámara se ha reunido fuera de ella, en la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), para ultimar un “borrador de anteproyecto” de reforma del Estatuto que minimiza la autodeterminación y que cambia un principio de acuerdo de orientación soberanista entre PNV y EH Bildu por otro del PNV con el PSE-EE y Elkarrekin Podemos. Consciente de la paradoja, la portavoz de la coalición abertzale, Maddalen Iriarte, ha dedicado más esfuerzos en el debate a interpelar a su homólogo en el PNV, Joseba Egibar, sobre las renuncias de los nacionalistas para incorporar a socialistas y Elkarrekin Podemos a un pacto que a saborear una nueva victoria parlamentaria, aderezada con la ruptura de la disciplina de voto por parte de la que fuera candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos, Pili Zabala, que también se ha subido al carro contra el criterio de su coalición. Egibar, en un tono que ha sorprendido por su moderación a muchos de los presentes, se ha limitado a reseñar que cualquier acuerdo que sea más amplio es mejor y que el derecho a decidir, siendo para ellos irrenunciable, requiere ser “pactado” con el Estado y no “unilateral” para su ejercicio. 

Iriarte ha llegado a acusar a los expertos y a los partidos que los han propuesto de “maniobrar entre bambalinas” para reconducir las “bases” soberanistas que pactaron PNV y EH Bildu y de plegarse a los “vetos” de formaciones contrarias a la autodeterminación como el PSE-EE. “¿A costa de qué?”, ha repetido varias veces Iriarte mirando a Egibar a pesar de que llegaban al debate con un texto conjunto con una redacción muy clara. Los socialistas, en sentido contrario, también han buscado que afloraran las diferencias entre un Egibar habitualmente más beligerante y un lehendakari, Iñigo Urkullu, que desde el principio quiso integrar a los no nacionalistas.

Pero Egibar se ha ceñido al guion. Ha reivindicado el derecho a decidir y la nación vasca como fundamentos propios del PNV, pero ha asegurado que el pueblo vasco forma parte de un Estado y que ese ejercicio sólo puede ser “pactado” y no “unilateral”, algo que por otra parte remarca siempre Urkullu, que ha observado atentamente la intervención. Ha indicado también que la aceptación en su momento del Estatuto de Gernika -ha confesado que por su edad él pudo votarlo- no supuso renuncia alguna a principios políticos. “Cuanto más amplio sea el acuerdo de esta Cámara, mejor”, se ha limitado a reseñar Egibar, que ha asumido que había depositada mucha “expecatación” en su parlamento.

La repetición de este debate sobre la autodeterminación lo ha propiciado una iniciativa del PSE-EE con motivo del cuadragésimo aniversario del Estatuto de 1979, una efeméride que ya pasó -25 de octubre- pero que ha decidido rescatar en un momento álgido del debate sobre el autogobierno vasco en puertas de que el lunes se conozcan las conclusiones de los expertos sobre la hipotética reforma. José Antonio Pastor, portavoz socialista, ha manifestado que “el Estatuto de Gernika ha sido y es el mejor pacto entre vascos y el mejor pacto que nunca se haya hecho con el resto de España” y ha planteado que sólo si se amplía el consenso que suscitó -merecerá la pena una reforma. Sin entrar en honduras, ha indicado que el PSE-EE no tiene inconveniente en calificar de “nación” al País Vasco pero ha apostillado que eso no le aporta derechos no reconocidos constitucionalmente, por lo que los socialistas han votado 'no' al texto de PNV y EH Bildu.

Desde la bancada del PP, Borja Sémper ha insistido en que debates como éste conducen a Euskadi a una situación como la catalana y ha lamentado que Pedro Sánchez diga “amén Jesús” a partidos que apuesta por la ruptura con tal de alcanzar La Moncloa. Este comentario ha motivado un cruce de acusaciones en los escaños de socialistas y 'populares', sentados juntos en el centro del hemiciclo y que han acabado votando lo mismo. Desde el atril y mirando a Egibar, Sémper se ha referido al pin con un lazo amarillo que suele llevar siempre en la solapa de la chaqueta y ha advertido al PNV de que abandone la vía soberanista: “Nadie está por encima de la ley, tampoco un independentista”. 

Entretanto, Elkarrekin Podemos ha lamentado que Euskadi siga encallada en los mismos debates y sin ser capaz de “pasar de pantalla”, perdiendo el tren de actualizar un Estatuto “viejo” con 'debes' como la ausencia de referencias a la igualdad de mujeres y hombres. Lander Martínez ha recordado que la coalición propuso dos mesas diferenciadas para que el derecho a decidir no bloquease la reforma estatutaria y ha adelantado que presentará iniciativas para que el texto presentado por los expertos no encalle por las diferencias sobre autodeterminación.  Lo que ha no logrado Martínez es convencer a todos los suyos, ya que la presidenta del grupo parlamentario, Pili Zabala, ha roto la disciplina de voto para sumarse al texto de PNV y EH Bildu. 

Zabala, quien a preguntas de este periódico ha rehusado dar explicaciones y que se ha marchado sola del Parlamento, había solicitado desmarcarse. El partido minimiza este gesto inédito al entender que no ha alterado el sentido de la votación. Sin embargo, muestra a las claras el distanciamiento existente entre la que fuera candidata a lehendakari en 2016 y gran fichaje de la coalición de Podemos, IU y Equo con el resto de sus compañeros. La parlamentaria tiene un rol muy secundario en el día a día, habitualmente no comparte algunas actividades del grupo y ya anunció hace meses que dejaría la política, aunque fue una decisión en diferido. Incluso ha sido tentada para abandonar el grupo de Elkarrekin Podemos y pasarse al grupo mixto por miembros de otros partidos, lo que alteraría el equilibrio que da un escaño más a la oposición frente al Gobierno de PNV y PSE-EE.

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