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EH Bildu y PNV negocian reactivar la ponencia de Paz con el nuevo texto sobre el 'suelo ético'

Un silencio unitario recuerda por primera vez en la Cámara vasca a Brouard.

Aitor Guenaga

Bilbao —

EH Bildu quiere reactivar la Ponencia de Paz y Convivencia, en dique seco desde que la abandonó el PSE-EE en septiembre del año pasado. Y considera que su nuevo documento sobre el denominado 'suelo ético' -que podría incorporar una revisión crítica de su apoyo a la violencia con una terminología no habitual en la izquierda abertzale, según adelantó el propio Asier Arraiz- es la palanca perfecta. Por el momento, el único partido que ha tenido la posibilidad de conocer de primera mano el borrador de documento que ultima la coalición soberanista es el PNV.

El partido que preside Andoni Ortuzar, oficialmente, guarda silencio para no entorpecer un proceso en el que, según diversas fuentes, no está del todo cómodo. Ortuzar, que hace ahora casi un año ya tuvo que arriesgar en relación con EH Bildu al apoyar la manifestación en favor de los presos de ETA que sustituyó a la prohibida por la Audiencia Nacional, conoce de primera mano los borradores que manejan en la coalición soberanista que lidera Arraiz. De hecho, hace dos semanas, ambos líderes mantuvieron una reunión en Sabin Etxea, según han confirmado fuentes conocedoras del encuentro. Pero no ha trascendido hasta dónde va a llegar el reconocimiento por parte de Sortu de que el apoyo a la violencia de ETA por parte de la izquierda abertzale que nunca ha condenado los atentados etarras no tuvo justificación.

Lo único que señalan fuentes oficiales del PNV es que “la terminología que se emplee finalmente es fundamental” y debe haber un reconocimiento claro del daño injusto causado por parte de ETA. En cualquier caso, Ortuzar tiene claro que cualquier decisión de calado sobre este tema debe pasar por la Ejecutiva nacional (EBB). El Gobierno vasco, que está al tanto de las conversaciones, cree que hay que incorporar al PSE de Idoia Mendia para que el movimiento tenga sentido, según señalan a eldiarionorte.es. fuentes cercanas al lehendakari.

Cuando el PSE abandonó el foro parlamentario -en el que nunca han participado ni el PP, ni UPyD- ya anunció que no volverían a la Ponencia de Paz hasta que EH Bildu-Sortu revisara de forma crítica su pasado de “apoyo y justificación” al terrorismo de ETA, y asumiera su responsabilidad. La nueva líder del PSE-EE, Idoia Mendia, dejó clara la posición del partido en esta materia en el encuentro que mantuvo con una delegación de EH Bildu el pasado 5 de noviembre. Y tras el anuncio realizado por Arraiz de que la izquierda abertzale estaba trabajando en un nuevo documento en relación al denominado 'suelo ético', Mendia dijo que esperaría a conocerlo para fijar posición.

Desde entonces, Arraiz no se ha reunido de nuevo formalmente con Mendia, pero ambos mantuvieron una conversación sobre este asunto el pasado 3 de diciembre en el acto oficial del Día Internacional del Euskera, según fuentes solventes. El presidente de Sortu confirmó que estaban ultimando el documento y que sopesaban si presentarlo antes o después de la tradicional manifestación en favor de los presos de ETA, convocada para el próximo 10 de enero. La marcha está convocada por la plataforma de apoyo a los presos de ETA Sare, con el lema “Euskal presoak Euskal herrira -los presos vascos a Euskal Herria- ahora, now, maintenant, orain!” y el PNV ya ha anunciado que no la apoyará y que la situación de año pasado de prohibición de la manifestación por el juez Eloy Velasco fue absolutamente “excepcional”. También Sortu y EH Bildu tiene presiones internas en relación a los presos y su futuro, mientras su familiares ven que el Gobierno de Mariano Rajoy mantiene su política “de venganza” con el colectivo de reclusos etarras.

El perdón de Edurne Brouard

Pero el PSE no conoce aun el texto definitivo. De alguna manera, en la coalición soberanista había anidado la esperanza de que solo con la llegada de Mendia -que ha mantenido históricamente un hilo directo con la exdirigente de HB y abogada de presos, Jone Gorizelaia, incluso cuando estaba en el Gobierno vasco de portavoz- a la Secretaría General se iba a dar un cambio inmediato en esta materia. Pero los principios se mantienen. Los socialistas vascos reconocen que no quieren “sacralizar” el texto del 'suelo ético', pero sí sus principios inspiradores: que la violencia etarra nunca debió de tener lugar y que ese mundo se debe reconocer el daño causado. Es decir, que están dispuestos a mostrar cierta cintura, pero no para perder el consenso logrado en la pasada legislatura sobre el 'suelo ético', apoyado por todo el arco parlamentario en una Cámara en la que no estaba representada Batasuna, entonces ilegalizada.

Entre tanto, se ha producido otro acontecimiento dentro de la política de gestos tanto de la izquierda abertzale y de sus víctimas, como de los socialistas y otras fuerzas no nacionalistas. La hija de Santi Brouard, el dirigente de HB asesinado por la guerra sucia el 20 de noviembre de 1984, en el homenaje unitario que se le tributó en presencia del lehendakari a su padre -que fue parlamentario vasco como Fernando Buesa o Gregorio Ordóñez, estos últimos asesinados por ETA- admitió que “muchos”, además de sufrir “ese dolor inmenso que todo lo distorsiona”, han infligido también dolor “voluntaria o involuntariamente” a su alrededor. “Si alguna vez nuestras acciones, nuestras omisiones, nuestras palabras, nuestros silencios os han hecho daño, lo sentimos sinceramente”, subrayó. En su opinión, el reconocimiento del “dolor causado” es “la primera piedra sobre la que levantar luego la indispensable y, posiblemente matizada verdad, y las consecuentes justicia y reparación”.

Es cierto que luego cargó contra el terrorismo de Estado y expresamente exigió a quien corresponda admitir su responsabilidad en la guerra sucia de un Estado cuyo “deber y obligación” eran los “de protegernos, acabaron, sin embargo, por secuestrarnos, torturarnos y asesinarnos”. El portavoz parlamentario socialista le indicó a Edurne Brouard que su reconocimiento del daño causado era el camino por el que debían seguir. Los socialistas, en principio, creen que hay una gran diferencia entre el terrorismo de Estado -auspiciado en la etapa del Gobierno de Felipe González y que el PSE no duda en condenar, al igual que el uso de la tortura- y el terrorismo etarra. “Siempre lo hemos condenado en Euskadi, pero en nuestras calles nunca ha habido manifestaciones de apoyo a esas conductas, ni se ha jaleado al GAL, mientras que ahí están las imágenes con esos lemas de ”ETA mátalos“, y eso es lo que hay que reconocer que estuvo mal, que matar estuvo mal”, apuntan fuentes socialistas. “Nunca aceptaremos la teoría de las dos violencias”, zanjan las mismas fuentes.

Pero estas palabras de Edurne Brouard son patrimonio personal y está por ver el alcance del documento de EH Bildu y si la “novedosa” terminología sigue la estela de las palabras de la hija de Brouard y confirma el paso definitivo en relación a su reconocimiento del daño injusto causado.

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