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PNV y PSE impulsan el Instituto de la Memoria y la Convivencia en medio de la confrontación

Patricia Burgo Muñoz

Vitoria-Gasteiz —

La creación del Instituto de la Memoria y la Convivencia que hoy se aprueba en el pleno del Parlamento vasco impulsado por el PNV y el PSE, ha vuelto a poner sobre la mesa la confrontación que sobre este tema enfrenta a las diferentes formaciones que conforman la Cámara vasca.

A los grupos proponentes les valía con sus propios votos para sacar adelante la iniciativa, pero han sumado el voto a favor de EH Bildu a pesar que durante su intervención su parlamentario, Julen Arzuaga, ha sido extremadamente crítico con la propuesta de nacionalistas y socialistas.

El Instituto de la Memoria y la Convivencia tiene como principales objetivos “conservar y transmitir a través de una adecuada política pública la memoria y convivencia”, y en este sentido se refierere a unos hechos concretos: “la guerra civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y los contraterrorismos ilícitos”. Y es en este punto donde se ha desatado la polémica.

Para EH Bildu “el relato de la vulneración y agravios” sigue vigente, en alusión a las detenciones de 18 integrantes de Herrira esta semana en Hernani. El parlamentario de la formación soberanista, Julen Arzuaga, ha asegurado que “tiene que haber un acuerdo amplio de convivencia”, pero se ha mostrado muy beligerante acerca de la denominación de las diferentes violencias que se recoge en el documento. “No es cierto que aquí se empiece nada”, ha dicho, “parece que ETA es la que ha practicado la violencia, y el resto de violencias se justifican por ser contra ETA”, ha argumentado Arzuaga. En esta línea ha afirmado que el término antierrorismos no lícitos “tiene un cariz e intereses políticos” y que su grupo trabajará “para que la centralidad de los derechos humanos no se pierdan en la retórica”.

PP y UPyD en contra

Por su parte tanto el PP como UPyD se han mostrado claramente en contra de la puesta en marcha del Instituto de la Memoria y Convivencia porque consideran que la equiparación de todas las víctimas supone la justificación de la violencia terrorista.

El parlamentario popular Borja Sémper ha dicho que “es profundamente inoportuno y un error plantearlo ahora y estos términos” porque “la realidad es que la banda terrorista y quienes insisten en legitimarla van a enmarañar e imponer su relato”. En este sentido Sémper ha asegurado que “si se traza la raya contra los liberticidas y los asesinos estaremos en el acuerdo, mientras no se haga no”, ha concluido.

En este mismo sentido se ha expresado el representante de UPyD en la Cámara vasca, Gorka Maneiro, que ha dicho que “quien ha roto la convivencia ha sido ETA y los representantes que la apoyan, algunos aquí presentes”. Además ha añadido el documento que hoy se aprueba “no soluciona el problema que tiene este país” y que algunos de sus planteamientos contrubuyen a aflorar “la teoría del conflicto político”.

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