El PP: “El Plan de Paz es un retroceso frente al suelo ético aprobado por PNV-PP-PSE”
A casi dos años de la declaración por parte de ETA del cese definitivo de su actividad terrorista, el PP ve un panorama de retroceso en materia de pacificación. Considera un “claro retroceso” el Plan de Paz de Jonan Fernández frente al consenso democrático alcanzado al final de la pasada legislatura entre socialistas, peneuvistas y populares. Y cree que la Izquierda Abertzale “se ha salido con la suya” al lograr dinamitar ese consenso con la “inestimable ayuda del Gobierno vasco y del PNV”. El dirigente popular ha desechado el Plan gubernamental al considerar que “diluye responsabilidades”, “trata de contentar a no sé qué sector de la izquierda abertzale”, “no deja claro el prestigio de las víctimas” en el horror producido por los terroristas etarras en los últimos 40 años y “no pone en valor la reacción de la sociedad vasca” frente al “proyecto totalitario” de ETA.
El PP considera el plan de paz un paso atrás en lo consensuado entre PP, PNV y PSE-EE y un documento que parece pretender un “revisionismo del papel que hemos jugado aquí todos”. En este campo, Semper ha sido muy claro al establecer las diferentes responsabilidades de los que han sido incapaces de revisar su pasado y de decir “que asesinar no tuvo un pase”, que “quien asesinó es culpable” y que “el Estado de derecho siempre tuvo la razón frente al totalitarismo y el terrorismo”. Y “el plan no desatasca esta situación”, ha apuntado el dirigente renovador guipuzcoano.
El Partido Popular ha sido la última formación que ha presentado públicamente sus aportaciones al Plan de Paz y Convivencia del lehendakari Iñigo Urkullu. El redactor del documento ha sido Borja Sémper, pero ha utilizado las aportaciones realizadas, entre otros, por el parlamentario Carmelo Barrio, la cara de los populares en la comisión parlamentaria donde Jonan Fernández presentó el documento.
El PP se ha mostrado dispuesto al acuerdo -“nos vamos a dejar la piel” para lograrlo, ha dicho Semper- pero no para retroceder en lo ya alcanzado, un acuerdo que supuso un “debate interno” en el PP y en el que los populares no se ha sentido cómodos en toda su literalidad.
“Ni aparecen en el plan”
El equipo que dirige Jonan Fernández en la Secretaría General de Paz y Convivencia ya se ha puesto a la tarea de intentar incorporar aquellas aportaciones que considera tienen cabida en el proyecto gubernamental. Fuentes cercanas a la citada secretaría se han quejado de que el hecho de realizar aportaciones genéricas y textos que de hecho no enmiendan parcialmente el contenido del plan dificultan. Y las mismas fuentes añaden también que “algunos partidos incluso han realizado críticas a aspectos que ”ni aparecen en el plan“. Con todo, Jonan Fernández cree que es posible sintetizar e incorporar aportaciones de los partidos y de las organizaciones sociales y ONGs que también han planteado aportaciones al plan.
La idea del Gobierno es presentar el documento final en noviembre, un mes más tarde de lo previsto. El retraso se debe a la necesidad de incorporar los informes preceptivos que toda norma que aprueba el Ejecutivo debe llevar, según han explicado las mismas fuentes a EDN. El plan definitivo será finalmente aprobado en un consejo de Gobierno del citado mes, según las previsiones de Lehendakaritza, de quien depende orgánicamente la secretaría que encabeza.
