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El PP, solo contra una ponencia de paz que “deslegitima el terrorismo” y abordará la política penitenciaria

Todos los partidos, en pie, en el minuto de silencio en memoria de Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA

Iker Rioja Andueza

Nadie ha utilizado este jueves en el Parlamento Vasco la recurrente metáfora de la rotonda, ese lugar en el que se dan vueltas y vueltas sin avanzar ni un solo kilómetro y que es ya un clásico del diario de sesiones. Pero el debate para la constitución de una ponencia de “memoria y convivencia” (ya no de “paz” pero tampoco de “libertad”) ha recordado poderosamente al suscitado hace cuatro años. PNV y PSE-EE han impulsado un foro para la gestión del final de ETA, EH Bildu ha apoyado esa fórmula aceptando de manera crítica la “deslegitimación del terrorismo” y el PP se ha quedado solo en lo que ve como una “pista de aterrizaje” para que la izquierda abertzale ponga en el mismo plano la disolución de ETA y la política penitenciaria o la salida de Policía Nacional y Guardia Civil de Euskadi. La novedad la ha aportado el nuevo partido, Elkarrekin Podemos, cuya portavoz, Pili Zabala, hermana de una víctima del GAL, no ha podido reprimir las lágrimas al hablar de su dolor personal: “Para mí esta ponencia supone mucho, ya me perdonarán”.

La ponencia antes conocida como “de paz” surgió por primera vez coincidiendo con el final del terrorismo de ETA en 2011, con Patxi López como lehendakari. En aquella legislatura, PNV y PSE-EE atrajeron al PP pero también a parte del actual grupo de Elkarrekin Podemos (IU) y a la parte de Aralar que no secundaba la coalición con la izquierda abertzale a un “suelo ético”, el documento que en estos años ha servicio como base de exigencia para analizar el pasado y mantener la memoria de cara al futuro. Sólo lo rechazaron dos partidos ahora integrados en EH Bildu, EA y el resto de Aralar.

Meses después, con Iñigo Urkullu como lehendakari y con EH Bildu ya ocupando sus escaños en el Parlamento, aquel consenso saltó por los aires. PNV y PSE-EE continuaron impulsando la ponencia, aunque PP y UPyD se apartaron ya al entender que se bajaba el listón ético para dar cabida a la coalición abertzale. En septiembre de 2013 el propio PSE-EE, con Rodolfo Ares como portavoz, dijo basta y dejó en ‘stand by’ el grupo de trabajo por motivos similares. Hasta hoy.

El socialista José Antonio Pastor, de la mano del nacionalista Iñigo Iturrate, han vuelto tejer un mínimo entendimiento para la tercera entrega de la ponencia. Pastor, desde la tribuna, ha pedido que “no se abra un debate sobre las diferencias”. “Queremos la ponencia para lo contrario, para lo que nos puede unir”, ha deseado. “Mostremos un nuevo espíritu”, ha reclamado, por su parte, Iturrate. El arranque del pleno, con un minuto de silencio unitario de todos los partidos puestos en pie en memoria del parlamentario y concejal del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, parecía alimentar el optimismo.

Ambos partidos, socios de Gobierno, han sumado a Elkarrekin Podemos y a última hora también a EH Bildu a un documento de bases que alumbra la ponencia, que nace, por lo tanto, con el apoyo de 66 de 75 parlamentarios. El abertzale Julen Arzuaga, de hecho, ha estampado su firma a un texto que pide “la deslegitimación del terrorismo”, aunque después ha cuestionado en su discurso la terminología empleada. Y, como aparece en el acuerdo de Gobierno entre PNV y PSE-EE, la ponencia abordará también la política penitenciaria, aunque aquí también hay diferencias de matiz entre lo que reclama EH Bildu y el resto de formaciones.

En este escenario, el PP de Alfonso Alonso se ha quedado solo y adelanta que no participará en la ponencia salvo cambio de 180 grados en sus bases. El exministro, que ha recordado a su compañero Ordóñez y su firmeza contra ETA, ha reconocido la “soledad” de su partido, pero ha remarcado, entre aplausos de sus ocho correligionarios, que “éste es el discurso que acabó con ETA y que tiene que vacunar a la sociedad vasca en el futuro”. Y ha añadido dirigiéndose al PSE-EE: “Hace falta una ponencia. Pero ésta no es nueva y ustedes entraron y tuvieron que salir. ¿Qué hay de distinto ahora? Nada. Sólo que están en el Gobierno [con el PNV]”. “El suelo ético da igual. [Lo aprobado] Supone un paso atrás y una involución. Es una exigencia que se le alivia a EH Bildu”, ha remachado.

En cualquier caso, ni PNV ni PSE-EE han atacado duramente al PP por su decisión. Al menos en el tono han tenido guante blanco. Pastor ha recordado que socialistas y 'populares' han sido los partidos más castigados por el zarpazo de ETA. E Iturrate ha asegurado que “todo lo que ha contado el señor Alonso” sobre el terrorismo “es cierto y ha sucedido así”. Incluso le ha tendido la mano en el futuro: “Queremos contar con ustedes, que trasladen en la ponencia todo lo que piensan con toda la beligerancia que quieran. Lo que no podemos aceptar es que la ponencia quede secuestrada”.

La intervención de Julen Arzuaga (EH Bildu) sí ha sido dura con el PP. También con los socialistas. “Si queremos hablar de violencia, tendríamos que hablar del presente, de ésa que se mantiene y que es la que se aplica a los presos [de ETA], la violencia que supone la política de dispersión. Entiendo que el PP tenga problemas para hablar de paz porque son sus políticas las que sabotean los pasos a favor de la paz. Una mayoría empieza a interpretarlos como enemigos de la paz. Por eso prefieren mantenerse fuera, tener en su mano seguir saboteando la paz desde fuera y no lo vamos a aceptar”, ha manifestado Arzuaga, que participó con Laura Mintegi en la fallida ponencia de la pasada legislatura. Arzuaga, eso sí, no ha empleado en ningún momento la expresión “presos políticos”, lo que motivó encendidos debates hace cuatro años.

A su juicio, PSE-EE y PP pretenden tener “el monopolio del sufrimiento” cuando su grupo ha sufrido el “terrorismo de Estado”. Este comentario ha llegado después de la intervención de Zabala en nombre de Elkarrekin Podemos. Ha sido ella, como afectada en primera persona por un crimen planificado en las cloacas del Estado, la que ha llevado la voz de “todos esos casos sin esclarecer” de “terrorismo y abusos policiales”. Zabala, eso sí, ha citado también los 300 asesinatos de ETA sin resolver, a los que también han recordado Pastor y Alonso.

El dirigente del PP ha protestado por el hecho de que la izquierda abertzale “condicione” el final de ETA a la “desmilitarización”, a “sus presos” e incluso al derecho a decidir, mencionado por Arzuaga. “Nosotros vamos a seguir defendiendo este discurso”, ha zanjado el dirigente ‘popular’.

El PP, también contra la ponencia de autogobierno

En el que ha sido el primer pleno después de las vacaciones de Navidad, el Parlamento Vasco también ha creado una segunda ponencia, de nuevo retomada de la pasada legislatura. Se trata del foro llamado a la actualización del Estatuto y al que el PP se ha opuesto también. No obstante, en este caso EH Bildu ha mostrado asimismo reticencias y se ha abstenido, argumentando que el derecho a decidir no está en el frontispicio y sí el acatamiento de la legalidad constitucional.

La mención genérica de respeto a la voluntad popular que cerraba el texto de PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos, cerrado esta misma mañana en los escaños, no ha bastado a la coalición abertzale. “No tengamos miedo a la democracia. Cuando Rosa Parks se sentó en el asiento de los blancos en el autobús [de Estados Unidos] también transgredió el ordenamiento jurídico”, ha clamado Maddalen Iriarte.

El PP, por boca de Borja Sémper, ha asegurado que el autogobierno “no angustia a la sociedad vasca” y que el Parlamento ha de dedicar su tiempo a otros menesteres. Ha criticado el tiempo perdido durante los últimos cuatro años en este foro, que dedicó varios meses a ponencias de expertos, políticos en activo y retirados y profesores sin que todo ello cristalizara en una propuesta de reforma estatutaria. No obstante, a diferencia de lo que ocurrirá en la ponencia de paz, en este grupo de trabajo el ‘no’ del PP no le impedirá su participación, como también comparecerá EH Bildu.

Acuerdos entre 'populares' y EH Bildu para cerrar el día

Tras una larga y bronca sesión matinal marcada por los debates en torno a las dos ponencias, sus señorías se han tomado un descanso para almorzar a las 14.30 horas. A la vuelta, en la sesión vespertina, todos los resquemores parecen haber quedado aparcados.

Ha sido llamativo que el PP y EH Bildu, de la mano de Elkarrekin Podemos, hayan votado de manera conjunta dos resoluciones que han supuesto dos derrotas para el Gobierno de PNV y PSE-EE, las primeras de la legislatura tras un intento fallido en diciembre. Fuentes ‘populares’ han admitido que las evidentes e insalvables distancias en determinados asuntos identitarios no pueden frenar el trabajo de oposición. De hecho, durante la jornada Borja Sémper ha conversado con Maddalen Iriarte, como también Laura Garrido con Jone Goirizelaia.

Las tres formaciones de la oposición, que suman 38 escaños por 37 del Ejecutivo, han reclamado unidas que el lehendakari, Iñigo Urkullu, reajuste su Gobierno y no separe en dos áreas distintas Empleo y Trabajo, ahora en manos de Beatriz Artolazabal (PNV) y María Jesús San José (PSE-EE). También ese acuerdo se ha dado en defensa de las condiciones laborales de las trabajadoras del 112, el teléfono de coordinación de emergencias. “Hoy se han dado grandes debates que pueden salir más en los medios de comunicación. Pero creo que este tema es tan importante como ésos”, ha defendido Nerea Llanos (PP) sobre el pacto alcanzado en esta materia sectorial.

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