El PP vasco desdeña el modelo de “connotaciones tribales” del PNV

“El futuro de Euskadi no se puede construir desde la ruptura, la división ni el enfrentamiento que suponen propuestas independentistas, que no sólo alteran y enrarecen la convivencia entre vascos, sino que condenarían a Euskadi, en caso de lograr sus objetivos, a ser una comunidad aislada y encerrada en sí misma”. Esta afirmación está recogida en la ponencia política presentado hoy por el portavoz del PP vasco en el Parlamento y el hombre fuerte en Gipuzkoa.

El documento, que se discutirá en el congreso extraordinario que celebrará este partido en el Kursaal donostiarra el próximo 8 de marzo, cierra el paso a cualquier aventura soberanista y pide claridad al PNV. El PP defiende una Euskadi plural de identidades que no deben enfrentarse en una política de bandos que los populares desdeñan por completo.

A juicio del PP, el País Vasco tampoco puede construirse “sobre propuestas que sin desvelar abiertamente su independentismo, ocultan con eufemismos propuestas políticas que nos llevan a la incertidumbre, inestabilidad”, en alusión al debate por el “nuevo estatus político” que defiende tanto el lehendakari Urkullu como el PNV.

El Partido Popular del País Vasco defiende un modelo no enfrentado al nacionalismo democrático, pero sí confrontado y “lejos de connotaciones tribales en las que el individuo y la libertad individual son difuminados o

suprimidos en favor de un sujeto colectivo al que debe someterse.

Y advierte de que “el deseo nacionalista de independencia, en estos momentos de angustia económica y de inestabilidad social, supone un lastre que perjudica seriamente la convivencia en Euskadi”. El PP ve a los partidos independentista y en especial al PNV en un proyecto de convergencia, confluyendo en un proyecto de independencia para Euskadi que pretenden poner en marcha tras las próximas elecciones autonómicas si la

aritmética de los resultados electorales se lo permite“.

La ponencia, de 24 folios y que ahora será enmendada por los militantes, no obvia los casos de corrupción que han generado una desafección creciente de la ciudadanía sobre la clase política. “El Partido Popular de Euskadi defiende una política de tolerancia cero con aquellos personajes públicos, sea cual fuere su ideología o afinidad política, que se aprovechan de sus cargos públicos, de las Instituciones, de su relevancia o de su influencia, para enriquecerse y robar al conjunto de la ciudadanía con fondos públicos”, se señala en el documento.

ETA y su “proyecto totalitario”.

Para el PP, lo que ha pasdo en los ultimos 50 años de violencia en este país tiene un inicio: “la raíz del problema, que no ha sido otra que el odio articulado torno al proyecto totalitario de ETA que vincula estructuralmente totalitario y violencia terrorista, ante el cual el nacionalismo tradicional ha callado demasiado”.

ETA ha sido progresivamente diezmada y deteriorada en su capacidad terrorista hasta ser derrotada por la eficaz acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por la útil legislación española, por la colaboración internacional y gracias a que miles de vascos mantuvimos una resistencia democrática ante la violencia y en defensa del Estado de Derecho, por la útil legislación española, por la colaboración internacional y

gracias a que miles de vascos mantuvimos una resistencia democrática ante la violencia y en defensa del Estado de Derecho“.

Pero advierte de que la gestión del final de ETA debe basarse en una “renuncia a cualquier tipo de interés electoral o estrategia partidista”. Y en todo caso, deberá realizar con memoria y teniendo a las víctimas en un lugar destacado. “El final de ETA no supondrá poner el contador a cero de la historia para que podamos empezar realmente con una libertad absoluta tal y como defiende el mundo de ETA. Hoy no empieza una nueva historia para los vascos”.

El PP condiciona cualquier movimiento en política penitenciaria en relacion con los presos de la organización terrorista a la disolución de ETA. “La desaparición de la banda terrorista ETA posibilitará la apertura de un

contexto con mayores posibilidades en el que las políticas de dispersión carecerán ya de sentido. No a la inversa“.