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Quiroga comunicó a Oyarzabal que la renovacion pasa por un nuevo secretario general

Aitor Guenaga

Bilbao —

Arantza Quiroga ya es desde anoche la única candidata a dirigir el PP vasco durante los próximos años. Pero aun debe resolver cómo integrará a los sectores que han plantado cara a su decisión de prescindir de Iñaki Oyarzabal como secretario general del partido. Alfonso Alonso y, en menor medida, Borja Sémper, plantaron cara a su presidenta cuando les “chequeó” en la reunión celebrada el pasado lunes en la sede de Bilbao sobre lo que les parecía su proyecto interno orgánico, que pasa entre otras cosas por la salida de Oyarzabal del puesto de 'número dos' que ocupa desde el congreso de 2008. Anton Damborena, líder en Bizkaia, no opuso reparos, ya que espera ver reforzado el papel de los populares vizcaínos tras el cónclave del próximo 7, 8 y 9 de marzo.

Iñaki Oyarzabal conoce las intenciones de Quiroga para el futuro del partido desde hace tiempo. Es una decisión que la presidenta popular ha madurado con su círculo más próximo y que comunicó en su momento al actual número dos y brazo derecho durante todos estos años tanto de Alfonso Alonso como de Antonio Basagoiti.

El planteamiento no gustó nada. Desde luego no fue bien recibido por Alonso, al tiempo que Borja Sémper también defendió la continuidad de Oyarzabal en su actual puesto, esto es, en el control interno del partido, el aparato de los populares en Euskadi.

Quiroga se enfrenta ahora a la gran disyuntiva: cómo llevar adelante su proyecto de renovación -que pasa, entre otras cosas, por remover a Oyarzabal de su puesto- pero manteniendo la cohesión interna. “Nada está cerrado y Quiroga se va a empeñar en tener un partido renovado y con las manos libres, pero contando con todos”, señalan fuentes populares conocedoras de todo el proceso interno y de la renovación que busca la sucesora de Antonio Basagoiti.

Cerrado el plazo para la presentación de candidaturas, anoche se confirmó lo previsto: que Quiroga es la única candidata que aspira a la presidencia. Y presentó los avales necesarios (en concreto 88 de Gipúzkoa y también ha presentado avales de Bizkaia y de Álava). Hoy dará cuenta en Bilbao en rueda de prensa del proceso interno hasta el congreso extraordinario de marzo la responsable y parlamentaria por Bizkaia, Nerea Llanos.

Mientras, el PP vasco seguía ayer su particular tormenta interna. El sector alavés realizó una encendida defensa de Oyarzabal para que continúe como 'número dos' del partido, un puesto que está en el alero, pero sobre el que no hay una decisión “definitiva”. “La experiencia de Oyarzabal es un valor, hay que contar con él y tiene que tener un papel preponderante en el futuro”, sostuvo Alfonso Alonso, su principal valedor y brazo derecho de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. El diputado general de Álava y dirigente alavés, Javier de Andrés, también hizo cerrada defensa de Oyarzabal. “Es un valor político del que no se puede prescindir”, ha repetido el diputado general alavés, en la misma clave que Alonso desde Madrid.

Erkoreka se inmiscuye en la crisis del PP

El Ejecutivo vasco había guardado silencio durante los últimos días después de las cargas de profundidad lanzadas por la presidenta del PP en Euskadi, Arantza Quiroga, contra el lehendakari, Íñigo Urkullu. Pero el portavoz del gabinete, Josu Erkoreka, quebró ayer ese silencio devolviendo a la dirigente popular las críticas con la misma medicina crítica.

“El Gobierno no está dispuesto a alimentar polémicas estériles e interesadas que parece que solo pretenden ocultar el conflicto o debate del Partido Popular”, señaló el portavoz del Ejecutivo vasco en una declaración no habitual, dado que tanto los gobiernos como los partidos prefieren no inmiscuirse en el terreno de otros partidos cuando la crisis es latente. Como pasa ahora en el PP vasco.

En el Gobierno no ha sentado nada bien las declaraciones de ayer de Quiroga en las que se preguntaba si Urkullu se había convertido en el portavoz de los presos de ETA. Y llovía sobre mojado: la tormentaba ya se arrastraba desde las declaraciones realizada en la tribuna de oradores el pasado viernes en la Cámara vasca por parte de Quiroga en las que intentó afear la posición de Urkullu tras la entrevista con Rajoy por su plan que incluye “medidas de gracia” para sacar a los presos etarras por fases, algo desmentido por el propio lehendakari en la misma tribuna.

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