El Parlamento vasco se enreda con la condena a los atentados yihadistas
Europa quizás despertó a la nueva oleada de atentados yihadistas en enero de 2005, con los asesinatos en la revista francesa 'Charlie Hebdo', y descubrió que existe un problema geopolítico de orden mundial luego de que Daesh irrumpiera con fuerza y proclamara el Estado Islámico en amplias zonas de terreno en Oriente Medio, control que ahora se extiende también a regiones de África. Ya entonces el Parlamento vasco no fue capaz de acordar por unanimidad un texto de condena a los asesinatos ocurridos en París al haber discrepancias entre los partidos políticos en torno al terrorismo de otro signo sufrido por Euskadi en las últimas décadas. Hoy, dos años y medio después y con atentados reiterados en todo el planeta (el 95% de las víctimas son musulmanas), la Cámara continúa sin un criterio homogéneo para abordar los gestos de repulsa ante las matanzas.
Hay ejemplos recientes. El atentado en Manchester motivó una concentración de repulsa en la puerta de la Cámara y las banderas ondearon a media asta. Unos días después, con un centenar de muertos en Kabul, el pleno parlamentario no se planteó un minuto de silencio, parón simbólico que sí ha ocurrido esta semana tras los atentados de Londres y de Teherán. Sin embargo, sólo en el primero de ellos las banderas de Euskadi, España y Europa ondearon a media asta. En el pasado, hubo un guiño a las víctimas de Orlando con una bandera 'gay' colocada en la fachada del Parlamento. Cuando se produjeron los atentados de París de noviembre de 2015 la institución tardó diez días en consensuar una condena.
Fuentes del Parlamento explican que lo establecido es que los servicios de comunicación de la Cámara envíen una nota pactada de condena tras cada ataque, aunque admiten que no ha sido así en todas las ocasiones ya que muchos atentados yihadistas fuera de Occidente quedan relegados en los medios de comunicación. Que haya o no concentraciones depende del criterio del Gobierno vasco y de Eudel, la Asociación de Municipios Vascos. No hay ninguna duda cuando los ataques ocurren en suelo de la Unión Europea (incluido de momento el Reino Unido), ya que es el propia UE la que invita a todas las instituciones del continente a realizar este tipo de condenas. Y las banderas se colocan a media asta en señal de respeto coincidiendo con estas movilizaciones silenciosas. ¿Y en el resto de los casos?
Luego son los propios partidos políticos quienes, en la junta de portavoces previa a cada pleno, deciden si la sesión arranca con un minuto de silencio. “Necesitamos protocolizar todo esto. La semana pasada no hubo junta y no hubo nada tras el atentado de Kabul. Hay que valorar también si paramos por casos de violencia de género o accidentes laborales y determinar si hacer un minuto de silencio cada semana desvirtúa su valor”, explica en privado el portavoz de uno de los cinco partidos con representación parlamentaria, en una reflexión compartida por otros estamentos de la Cámara.
