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El Parlamento se “solidariza” con la industria en crisis mientras los trabajadores reclaman hechos

Protesta por el cierre de La Naval.

Iker Rioja Andueza

El Parlamento Vasco, con los votos de PNV, PSE-EE y PP, ha aprobado una larga resolución de “apoyo” al sector industrial en general y a las empresas en crisis en particular. La Cámara, entre otros puntos, traslada su “solidaridad” a los miles de trabajadores afectados por la delicada situación de compañías como La Naval, CNA-Fagor, CEL o Xey, insta a los propietarios a que realicen “todos los esfuerzos” para mantener la actividad y exhorta al al Gobierno vasco a que utilice todos los instrumentos a su alcance en política industrial y revisar su política de subvenciones para que éstas sean realmente eficaces. El debate ha sido seguido con atención desde los palcos del hemiciclo por trabajadores de algunas de estas empresas, quienes se han mostrado decepcionados con el acuerdo adoptado. “Seguimos viendo bonitas palabras y poquitas acciones”, ha señalado un trabajador de La Naval, que mañana entrará formalmente en concurso de acreedores.

El debate sobre la situación de la industria vasca lo ha impulsado la oposición de izquierdas, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, cuyas intervenciones han sido aplaudidas por los trabajadores invitados y que también han lamentado el resultado de la sesión. Desde la bancada de EH Bildu, Iker Casanova ha criticado duramente que la Cámara haya pospuesto hasta octubre un asunto que estalló a principios del verano. Ha recordado que en julio planteó un debate “urgente” en la diputación permanente y que PNV, PSE-EE y PP lo impidieron. “No sé si vamos a arreglar el mundo aquí, pero creo que teníamos derecho en julio y que fue muy feo decirles [a los trabajadores] que el debate sobre su situación no tenía ninguna prisa. A los de Xey les podremos mandar la resolución a su casa para que la guarden al lado de la carta de despido”, ha ironizado Casanova.

Y ha seguido: “No vamos a entrar en la casuística, pero no son situaciones aisladas. Es un síntoma claro de la crisis de la política industrial. No hace falta caer en catastrofismo, en la industria hay sectores en que la cosa va razonablemente bien, no estamos diciendo que nos encontremos en el apocalipsis, pero sí hay una crisis de la política industrial del Gobierno vasco. No lidera la transición hacia un modelo industrial más sólido. No hay política industrial, hay política para la industria. No decimos que no se trabaje, pero hace falta coherencia y orientación estratégica”. Casanova también ha lamentado que el Ejecutivo sólo se haga fotografías con la patronal y que el PNV ataque al sindicalismo como lo hacía “Margaret Thatcher” en el Reino Unido.

El representante de IU y del grupo Elkarrekin Podemos, Jon Hernández, ha aludido a que es necesario hincar el diente a un problema “estructural” en el sector que es el motor de la economía vasca. “Hay que mirar a más largo plazo para intentar admitir que el problema no es ni sólo producto de la crisis, que lógicamente ha incidido, ni de una serie de empresas que no se sabe por qué o simplemente por malas gestiones, están en riesgo. Todos los sindicatos del país han opinado lo mismo: todos han coincidido en decir que no es una cuestión coyuntural”, ha enfatizado.

EH Bildu y Elkarrekin Podemos habían transaccionado una propuesta de resolución muy contudente que criticaba la gestión del Gobierno y en la que, dentro de otras reflexiones, le exigía que dejara de ser “correa de transmisión” de la patronal Confebask y que aparcara su “fobia” hacia los sindicatos. El texto ha decaído por falta de apoyos y el que ha prosperado es el presentado por los partidos de Gobierno, PNV y PSE-EE, al que se ha sumado el PP. Es el mismo texto que el PNV planteó en julio como declaración institucional urgente como alternativa al dabate que demandaban EH Bildu y Elkarrekin Podemos y que ambas coaliciones rechazaron también entonces, extremo que ha querido recordarles el representante 'jeltzale', Luis Javier Tellería.

Tellería, como también la socialista Susana Corcuera, ha denunciado la demagogia de la oposición de izquierdas. “¿Cuál es la alternativa? ¿Cuál es su plan industrial?”, se ha preguntado en voz alta el portavoz del PNV, quien incluso ha asegurado que apuestan más por “destruir” que por construir. “Hacen un discurso populista, explotan la situación coyuntural de unas pocas empresas [para] provocar una situación de malestar muy superior a la que se está viviendo. Está trabajando el Gobierno vasco pero en la medida que corresponde, que no como si el país se estuviera hundiendo”, ha replicado Tellería, quien ha dicho que la industria ha creado más de 20.000 empleos en el último año y que indicadores como el IPI o la facturación han mejorad incluso en verano respecto a 2016.

EH Bildu y Elkarrekin Podemos también han criticado que en julio, mientras se rechazaba el debate sobre política industrial en el Parlamento, la consejera Arantxa Tapia presentase su plan de industria para el período 2017-2020 como una suerte de plan de choque ante la crisis de grandes compañías como La Naval. Tellería ha respondido que un Ejecutivo “no puede preverlo todo” y “sobre todo” el modo de gestionar de “todos y cada uno de los empresarios”, pero ha destacado los esfuerzos del equipo de Tapia, que ha seguido el rifirrafe con atención desde su escaño en la bancada del Gobierno.

El PP, que había presentado un texto alternativo, finalmente ha acabado apoyando el de PNV y PSE-EE. Antón Damborenea ha reconocido que la oposición de izquierdas lleva razón cuando lamenta el retraso del debate sobre industria en el Parlamento -“nadie ha venido a explicar nada” o “es inadmisible que con la que está cayendo nos digan que a mediados de noviembre es posible que el Gobierno comparezca”- pero ha rechazado que haya una crisis estructural ya que “cada una de estas empresas es un problema distinto”.

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