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Podemos, a un paso de desplazar al PNV del liderazgo electoral

Pablo Iglesias, en su reciente visita a Cataluña.

Aitor Guenaga

Bilbao —

“Euskadi no es una isla” en relación a la desafección de la ciudadanía ante los partidos tradicionales por la corrupción, ni al terremoto Podemos. Lo dijo el director del Euskobarómetro y catedrático de Ciencia Política por la UPV, Francisco Llera, en la presentación de la última oleada de esta encuesta en 2014.

Y lo confirma ahora la proyección de voto que sobre la base de esa encuesta ha realizado este equipo de la universidad pública vasca: la formación de Pablo Iglesias –que no tiene liderazgo reconocido en Euskadi, ni programa electoral– podría obtener entre 21 y 22 escaños en la Cámara vasca, frente a los 22 y 23 del PNV, que todavía sería la fuerza más votada en Euskadi.

Además, en intención directa de voto, ambos partidos prácticamente están en un empate técnico: un 19,8%, el PNV; y un 19,3%, Podemos, frente al 12,5% de EH Bildu, el 4,3% del PSE-EE, el 1% del PP, el 1,3% de IU y el 0,8% de UPyD.

Este tsunami en el tablero político vasco tiene además otra lectura: el eje de la izquierda arrebataría la mayoría por primera vez a los nacionalistas en el Parlamento vasco, mientras las fuerzas autonomistas (PP y PSE-EE) profundizarían su desangre electoral y retrocederían hasta los 16 escaños (10 PSE y 6 PP), frente a los 26 que suman ahora en la Cámara. UPyD podría aspirar a mantener su escaño en Álava, pero ni eso está asegurado.

En estimación de voto, apenas hay ya cinco puntos de diferencia entre ambos partidos: un 30,5% de los votos válidos irían al partido que lidera Andoni Ortuzar, frente al 25,6% de los sufragios que conseguirían los de Iglesias, formación que desplazaría al PP de la primera posición en Álava –algo que ya logró en las pasadas elecciones europeas–, empataría con EH Bildu en Gipuzkoa y ocuparía el segundo puesto en Bizkaia. El PNV mantendría su hegemonía en Bizkaia, se colocaría como segunda fuerza en Álava y pasaría al tercer puesto en Gipuzkoa.

El resto de los partidos, en estimación de voto, quedarían así: EH Bildu, un 19,7% y 13-14 escaños; PSE-EE, un 12,8%; PP, un 8,1%; IU-Ezker Anitza, un 3,2%; y, finalmente, UPyD, 2,2% (las dos últimas formaciones se disputan el escaño alavés).

La irrupción de Podemos frenaría la tendencia al alza de la coalición soberanista que lidera Hasier Arraiz desde la vuelta a la legalidad de la izquierda abertzale que nunca ha condenado el terrorismo de ETA. EH Bildu no solo aspira a retener la Diputación de Gipuzkoa, sino que consideran que pueden articular un mayoría para desplazar a la derecha del PP de las principales instituciones alavesas, según sus propios análisis electorales. Los resultados del Euskobarómetro evidenciarían un techo electoral de las aspiraciones de los de Arraiz, que pasan a ser tercera fuerza.

¿Y cuál es el resultado de los partidos que en la pasada legislatura –sin EH Bildu– auparon a Patxi López a Ajuria Enea? Desplome generalizado. Los socialistas vascos de Idoia Mendia retroceden seis escaños y los populares de Arantza Quiroga perderían otros cuatro. Sería el peor resultado en la historia de las fuerzas constitucionalistas y abriría para los de Mendia otros posibles ejes políticos por los que ya apostó en su día el expresidente de esa formación, Jesús Egiguren. La división en la izquierda clásica (EB, IU/Ezker Anitza) redunda en detrimento de su representación parlamentaria, que solo podría plasmarse en el mejor de los casos en un escaño por Álava para Ezker Anitza.

Voto de izquierdas y joven

Pero ¿de dónde le vienen los votos al partido de Pablo Iglesias en el País Vasco? Dos son las fuentes principales: precisamente la izquierda clásica, que cede un 60%, y los nuevos votantes y los jóvenes, con otro 60%. Pero la red pelágica de Podemos 'esquilma' en casi todos los caladeros, proyectando una imagen de formación transversal que cultivan de manera aplicada los de Iglesias. De EH Bildu y PSE-EE obtiene de ambos un 20%; del PNV, un 12%; y logra también rascar algo en el electoral de UPyD.

Esta es, según el Euskobarómetro, y con una participación de 67% del electoral, la foto fija en el día de hoy, cuando falta más de año y medio para que se celebren los comicios autonómicos en Euskadi. La muestra de la encuesta, realizada en el mes de noviembre, se ha reducido mucho debido a los recortes en el presupuesto: ya solo se hacen 600 entrevistas. Lo cual merma más la fiabilidad del resultado final. Pero hay un dato que sustenta, en parte, los resultados: más del 70% de los encuestados afirman tener definidas ya sus preferencias y solo el 25% aseguran no tener claro su voto o incluso si van a votar o a abstenerse finalmente. Y todos los partidos tradicionales restan en fidelidad de voto, aunque tres formaciones revelan mayor estabilidad electoral: PNV (75% de fidelidad), EH Bildu (63%) y PSE-EE (61%).

Fuentes de Podemos consultadas por eldiarionorte.es señalan que probablemente el resultado esté “algo hinchado”, aunque valoran positivamente la tendencia al alza que revela el Euskobarómetro y otras encuestas que se han ido publicando en los últimos meses. El PNV muestra cierta incredulidad; aunque es consciente del nivel de desencanto que existe en la sociedad en general, cree que las elecciones de mayo retratarán unas mayorías diferentes. Y consideran que aún queda mucho tiempo para los comicios autonómicos.

Ficha técnica. Las entrevistas se realizaron entre el 27 de octubre y el 14 de noviembre. El tamaño de la muestra fue de 600 entrevistas realizadas en domicilios entre personas de 18 y más años. De los 21 municipios donde se encuestó a la población, 10 son de Gipuzkoa, 9 de Bizkaia y 2 de Álava. El error para el conjunto de la muestra: 4,08. Los responsables del equipo apuntan un “ligero sesgo” –de al menos 3,1 puntos a favor de las opciones nacionalistas–, pero han preferido “no reequilibrar la muestra”.

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