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“Soy incapaz de definir a Podemos como un partido de izquierdas”

La candidata del PSE a lehendakari y líder del partido, Idoia Mendia,

Aitor Guenaga

Idoia Mendia (Bilbao, 1965), candidata del PSE-EE a lehendakari, se asoma al abismo de unas encuestas que sitúan a su partido el próximo domingo ante el peor resultado de su historia. Pero está acostumbrada y recuerda que el CIS en las pasadas generales le dio solo un diputado en Euskadi: revalidaron los tres que tenían.

Su preocupación sigue siendo la ciudadanía y sus problemas: el paro de los jóvenes, las 53.000 familias que tienen a todos sus miembros en paro, la pérdida del peso de la industria en la economía vasca, acabar una infraestructura “básica” como el Tren de Alta Velocidad (TAV). No rehuye debates, como el que su partido ha promovido con un polémico vídeo electoral en torno a las trabas al acceso a la Administración vasca por no saber euskera. “¿Es necesario que todas las plazas en la Administración estén perfiladas? Creo que no”, sostiene.

Y quiere dejar claro una cosa a su posible socio, el PNV -con el que gobierna en las tres diputaciones y las capitales vascas- tras el 25S: si se van a dedicar toda la legislatura a meter a la sociedad vasca en debates como el “derecho a decidir, la nación foral”, que “excede el marco constitucional”, o una consulta habilitante, que “no está recogida en el proceso reglado para la reforma del Estatuto, que se olviden de los socialistas vascos. ”A eso el Partido Socialista de Idoia Mendia no va a jugar“, avisa.

Parece que ustedes tienen dos frentes en esta campaña: sus adversarios políticos y las encuestas. En general, todas pronostican un descalabro del PSE-EE.

Las encuestas últimamente fallan bastante, no sé si será por las muestras o porque la ciudadanía no dice lo que luego vota realmente. Es una incógnita en estas elecciones porque no hay recuerdo de voto de unas autonómicas, sino de generales, y los parámetros por los que alguien vota son diferentes siempre en cada contienda electoral.

En las últimas generales el PSE recuperó algo el voto, más bien poco.

Y recuerde las encuestas qué nos daban: cero o un diputado. Sacamos tres. Me preocupa que los sondeos electorales en este país empiezan a ser utilizados políticamente por los grupos de comunicación para influir en la ciudadanía. Nosotros vamos a luchar por el espacio de la izquierda en Euskadi, sobre todo porque somos reconocibles y decimos la verdad.

¿Y por qué cree que los votantes le conceden la posibilidad a un partido de izquierdas como Podemos de arrebatarle al PSE ese espacio y de situarse por delante incluso de EH Bildu?

Soy incapaz de definir a Podemos como un partido de izquierdas. ¿Qué es Podemos? Todas las iniciativas que presenta en las Juntas Generales son cuestiones que los socialistas ya hemos conquistado: derecho a la vivienda, impedir desahucios, pobreza energética, 'fracking'... Y en relación al debate identitario en este país, Podemos se ha colocado en el ala nacionalista: hablan de que aquí hay un conflicto político y defienden el derecho a decidir, que los que llevamos aquí toda la vida ya sabemos lo que significa: votar para irse de España.

En su lema de campaña, Denok batera (entre todos) animan a hacer piña, ¿ven riesgo de que la etapa de división y enfrentamiento de Ibarretxe -ese lehendakari que ahora reivindica hasta EH Bildu- vuelva a Euskadi? Máxime, cuando va a haber una mayoría clara por el “derecho a decidir”, aunque PNV, Bildu y Elkarrekin Podemos lo entienden de manera diferente.

Me preocupa que ahora que estamos en un momento clave para despejar las incógnitas económicas, las instituciones centren la mayor parte de sus esfuerzos en debatir sobre esencias nacionalistas que no solucionan los problemas. Hay que combatir el reto demográfico, políticas económicas, de educación, de conciliación, de igualdad... A eso nos tenemos que dedicar. Si lo que el próximo Parlamento en vez de priorizar el debate sobre una herramienta como el autogobierno, que debiera de servir para generar buenas políticas en todos esos campos, se va a dedicar a debatir sobre si somos una nación foral, si estamos por el derecho a decidir o algo similar, perderemos cuatro años, habrá llegado ya la revolución tecnológica y este gobierno seguirá mirando por la ventana.

Bueno, hay que decir la verdad a la gente: el derecho a decidir de EH Bildu, que es abiertamente independentista, no tiene mucho que ver con el de Podemos, que está por la convivencia de las “naciones en el Estado”, o la “consulta habilitante” del PNV de Andoni Ortuzar.

Pero todos sabemos que solo hay un interés de preguntar a los ciudadanos de este país, como en Cataluña, para hablar de la independencia. Todo el debate giraría en torno a esa cuestión y a ninguna más. Si ante el debate sobre el autogobierno, que ya viene de la pasada legislatura, pones encima de la mesa varias cuestiones que exceden el marco constitucional y pides una consulta habilitante que no está recogida en el proceso reglado para la reforma del Estatuto, y se vota ese texto y va al Congreso y se rechaza porque no se ajusta al marco constitucional, ya la tienes montada ¿Usted cree que tenemos que votar ese circo con la que está cayendo?

¿Luego, para usted es una pérdida de tiempo ese debate?

Es que es una cuestión que no va a resolver los problemas de la gente. El autogobierno vasco lo que necesita es el blindaje de competencias para que podamos desarrollar aquí con seguridad jurídica políticas que beneficien a la ciudadanía.

Ese es el discurso de su partido, pero yo le estaba preguntado por la articulación de Euskadi con España. Y ustedes responden a eso con el modelo federal.

Claro. ¿Es que, qué articulación suma a una región como Euskadi que tenga el derecho a decidir? ¿El derecho a decidir para ver qué cuota de anchoa tenemos en el Consejo de Bruselas, para ver qué número de inversiones hace el Estado, para qué? Es solo para salirte de España, ¿es eso articulación o es separación? Además, los que se quieren ir está claro, son los de Bildu, que quieren además salirse de Europa. Los demás, PNV y Podemos, están en la indefinición; y llevo toda la campaña pidiéndoles que se definan.

El PNV ya ha contestado: modelo bilateral con España y dos consultas, la “primera habilitante”.

El modelo bilateral no se puede dar porque España, que tiene un Gobierno con 17 comunidades autónomas, solo puede tener una relación bilateral con el País Vasco en aquella competencia que es única de Euskadi y Navarra: el Concierto Económico. Es imposible una relación bilateral con las 17 comunidades autónomas, salvo que seas confederado. El PSOE es el único que ha planteado una propuesta para este país: la vía federal. Los demás no dicen más que vaguedades que la gente compra ante las zozobras e incertidumbres que nos rodean. Nos sentimos mejor con las respuestas del pasado. Los nacionalistas quieren el autogobierno para las campañas electorales, porque luego el PNV no lo quiere ejercer, son los mayores españoles que tenemos en Euskadi: ¿cómo vas a hacer una ley de Vivienda?, se preguntan, si eso no se puede. O compensar el copago farmacéutico. ¿La cuestión es quién cree en el autogobierno y para qué lo defienden unos y otros?

¿Para qué quiere el PSE-EE el autogobierno en relación por ejemplo con los 65.000 personas que reciben la RGI o los 53.000 hogares con todos sus miembros en paro? El PNV dice que va a bajar el paro del 10% en la próxima legislatura.

Yo no me pongo una cifra. La cuestión además es en qué condiciones pones a esas personas a trabajar, con qué salario. Mi objetivo es que esas 65.000 personas tengan la Renta de Garantía de Ingresos como un colchón para salir de un bache, pero que salgan de ella. Y que Empleo y Educación no sean compartimentos estanco en el Gobiernoi. Y para eso hay que alinear Lanbide, con la industria y la formación de otra manera para que nos pille bien situados ante la revolución tecnológica que viene.

¿No llega Euskadi tarde, viendo la disminución del peso de la industria en nuestra economía? Ha pasado del 26,6% (2007) a poco más del 21% (2015).

Hay que apoyar a las industrias en crisis. Urkullu apuesta por los avales a las empresas en crisis -algo que ya hizo el Gobierno socialista y el PNV dejó en la balda- y el incremento paulatino del 5% de las partidas de I +D+ i, iniciativa que lideramos en el Parlamento en la pasada legislatura y él voto en contra. Ahora sale defendiéndolo, y me alegro por ello, porque nosotros apostamos por eso. Lo tenemos todo: buenos profesionales, profesores, etc, si trabajamos todos juntos como dice mi lema, en ese objetivo común y si no nos despistamos con patrias, banderas, esencias, con debates teológicos.

Otra cosa que tampoco es un debate teológico: esto del oasis vasco, la corrupción, el clientelismo. Euskadi no es Valencia, ni tenemos una Rita Barberá, pero tenemos el 'caso de Miguel', que afecta de lleno al PNV, y otros más. ¿Habría que crear una Fiscalía Anticorrupción en Euskadi? ¿Cómo van a acabar con las redes clientelares aquí?

A nosotros ya se nos conoce, la Fiscalía anticorrupción la puso en marcha Zapatero. Si alguien ha hecho algo por la justicia es el Partido Socialista. Creo que en Euskadi no se puede decir que estamos exentos de corrupción, aunque no con los niveles de otras partes de España. Pero nadie puede decir que está libre de pecado.

Bueno, el otro día el candidato del PP, Alfonso Alonso, decía que en su partido en Euskadi no había corrupción.

Nadie pude afirmarlo de esa manera tan rotunda, porque nadie puede poner la mano en el fuego por nadie. Pero sí se puede garantizar que vas a ser implacable ante la mínima sospecha. Y luego, mecanismos de transparencia. Uno de los problemas en Euskadi es el clientelismo y nosotros, cuando estuvimos en el Gobierno, aprobamos el perfil del contratante y del adjudicatario. Y también la transparencia en las subvenciones. Hay que avanzar en ese camino.

Con ustedes, Garoña y el 'fracking' son cosas del pasado. ¿Qué me dice del Tren de Alta Velocidad (TAV)?

El TAV es una infraestructura que hay que terminar. Y hay que seguir empujando para que el Gobierno de España haga las inversiones necesarias para que haya un eje Atlántico.

¿Se cree usted los plazos que ha dado el Gobierno del PP para finalizar la obra?

Pues difícilmente, y creo que perdemos credibilidad y oportunidades económicas cada día que pasa sin esas conexiones en funcionamiento.

¿Cómo ha visto la polémica con el chalé de lujo de la candidata de Elkarrekin Podemos, Pili Zabala?

Podemos es preso de sus propias declaraciones. Un partido que ha ido contra todo durante mucho tiempo. Entiendo que igual se siente incómodo con la casa de Pili Zabala. Yo no tengo nada más que decir, cada uno que tenga la casa que quiera.

Para lío el que han montado ustedes con el vídeo en campaña del euskera.

Creemos que hay que separar lo que son las políticas de promoción del uso del euskera, en donde nosotros hemos sido vanguardia -el reto del euskera en la calle es el uso, no tanto el conocimiento- del acceso a la Administración y el capital humano que pierdes en la Administración vasca con mucha gente por no saber euskera. Solo el 20% de todos los funcionarios que tienen acreditado el perfil para trabajar en la Administración usa euskera, el resto trabaja en castellano. Cuando tienes más de 45 años y no tienes el perfil de euskera, te quedas anclado en tu puesto, no puedes desarrollar tu carrera profesional en la Administración, ni te pueden poner en una comisión de servicios en otro puesto en el que tus conocimientos puedan ser necesarios. La Administración pierde un capital humano de primera división. ¿Es necesario que todas las plazas en la Administración estén perfiladas? Creo que no.

Le planteaba lo del vídeo porque la candidata de EH Bildu Maddalen Iriarte dijo, precisamente en el debate en euskera en ETB 1, que le había molestado profundamente y que ese discurso “fomentaba el odio”.

Para nada. Yo defiendo que haya igualdad en el acceso a la Administración. A nosotros nos critican los pasos que damos, pero luego aplican lo que defendemos. Cuando estuvimos en el Gobierno hicimos los certificados del euskera para que ningún niño o niña que haya estudiado toda su vida en euskera tuviera que ser examinado para acreditar el conocimiento de la lengua. Y así facilitamos que las próximas generaciones, los que han estudiado después del 2002, puedan entrar en la Administración sin necesidad de acreditar un perfil, porque ya lo tienen. Dijimos que había que cambiar el examen del EGA y se montó la de San Quintín. Pero ahora se ha modificado.

Le voy a preguntar por el bloqueo político en España y Pedro Sánchez. Susana Díaz dice que con 85 diputados no se puede gobernar un país y que el PSOE debe ir a la oposición. ¿usted qué opina?

Pues que ahora tenemos menos posibilidades de gobernar que en marzo, cuando Podemos votó en contra, el PNV votó en contra y ahora, claro, tienen problemas para explicar su posición y siguen pidiendo que demos un paso.

¿Pero debería intentarlo Pedro Sánchez? ¿Debe optar a un Gobierno “alternativo de progreso”?

Está hablando con los principales partidos para ver si hay posibilidades y lo está intentando.

¿Habría que reunir el Comité Federal del PSOE tras las elecciones vascas u gallegas?

Y se hará. Cuando toque. ¡Será por debate y por comités federales! Ese no es el problema, la cuestión es qué discursos se hacen y qué se vota después. Hay que defender las posiciones en el comité y decir la verdad. Lo que no puede ser es votar una cosa y luego hacer otra o filtrar no sé que posiciones a los medios.

¿Puede ser que exista cierta desafección con el PSE porque la ciudadanía ya sabe que ustedes van a acabar por pactar con Urkullu y el PNV? El PP dice que ustedes ya no son alternativa constitucionalista.

Sorprende viniendo del PP porque ha estado votando los presupuestos durante toda la legislatura, menos el último porque ya estábamos en elecciones y sin Arantza Quiroga. Bromas las justas. Nosotros hacemos los acuerdos siempre que sea para sacar adelante políticas que beneficien a los ciudadadanos. El PSE, tras el 25-S, va a estar en la construcción de la Euskadi social, la que garantiza los derechos que hemos conquistado en estos años.

Pero si están gobernando de la mano del PNV en las tres diputaciones, las capitales vascas...

En el Gobierno vasco no se ponen farolas o se ve si los semáforos funcionan. Ahí se decide el funcionamiento del país; se definen las políticas de convivencia y las del autogobierno. Me hace gracia que se pidan acuerdos en España y que aquí se critique que se alcancen acuerdos para dar estabilidad a las instituciones. Lo que vale para un sitio debe valer también para el otro. Lo que el PNV no puede pretender, y se lo he dicho en muchísimas ocasiones, es que los socialistas -que saben que somos buenos gestionando- hagamos que el país funcione, que gobernemos junto a ellos, mientras en el Parlamento se dedican a las cosas de la independencia y el derecho a decidir o el nuevo estatus o la nación foral. A eso el Partido Socialista de Idoia Mendia no va a jugar. Esa es la claridad con la que me presento a dirigir este país.

Es que Urkullu y el PNV tienen un doble planteamiento; están abriendo la puerta a acuerdos amplios en esos temas y luego la gobernabilidad ya veremos cómo se hace.

No es de recibo que nosotros estemos a gestionar el país y a ayudar a que funcione al mismo tiempo que el PNV se distrae con esas cuestiones. Nosotros no vamos a estar en las dos cosas.

La última reflexión tiene que ver con un dato sorprendente del CIS: el 81% de los votantes del PP -ya sé que no es su partido- califican de buena o regular la gestión del PNV en el Gobierno vasco y solo el 17% le saca la tarjeta roja.

Y 8 de cada diez votantes del PSE valora positivamente a Urkullu.

¿Cómo ve al bloque constitucionalista y lo debilitado que le dejan las encuestas?

Asumí hace dos años la Secretaria del partido con el doble objetivo de renovar caras y de reforzarlo con una nueva militancia, frente a los años anteriores que han sido de resistencia por el terrorismo de ETA. Y también ser el partido referente de la izquierda en Euskadi.

Y si no es el partido referente de la izquierda, queda por debajo de los diez diputados y obtiene el peor resultado de la historia del socialismo vasco, ¿presentará su dimisión?

Mi puesto siempre está a disposición de los militantes. Ahí no tengo ningún problema. No tengo ningún apego al cargo.

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