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La Policía sospecha que el secuestrador de Vitoria tuvo cómplices para llevarse a los niños a Francia

Lugar de Vitoria en el que se produjeron los hechos

Iker Rioja Andueza

La Policía Nacional ha centrado en Francia la búsqueda de B.Z., el hombre de 43 años que aparentemente secuestró a dos de sus hijos, de 12 y 8 años, el pasado domingo en Vitoria. Según el delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, se investiga si este varón, con antecedentes por violencia de género y que no podía acercarse ni a su expareja ni a los pequeños por mandato judicial, contó con la “colaboración” de terceros para cruzar la frontera entre España y Francia.

Los hechos se produjeron la tarde del domingo en un parque del barrio de Lakua de Vitoria. Según la reconstrucción de lo ocurrido realizada por eldiarionorte.es a partir de informes policiales y de la denuncia de la madre de los desaparecidos, los pequeños K. y A. fueron a jugar a una zona próxima a su vivienda y desaparecieron en un lapso que va entre las 15.35, momento en el que su hermana mayor les llevó agua y un balón, y a las 16.50, cuando la joven ya no dio con ellos en las inmediaciones. La madre y la adolescente los buscaron hasta que, pasada las 19.00, llamaron al 092 y solicitaron apoyo de la Policía Local.

La mujer relató a los agentes que el padre de los pequeños tenía una orden de alejamiento por violencia de género y que “en varias ocasiones” había “amenazado” con llevarse a los niños a su país natal a Argelia. La condena previa por “violencia física habitual” a su familia es recentísima, de febrero, y la madre no tiene ninguna duda de que él es el responsable de la desaparición de los niños.

En tiempo récord, la Policía de Vitoria peinó media ciudad mientras agentes de investigación localizaron vehículos y pisos relacionados con un hombre de apariencia física “normal”. En una vivienda de un amigo apareció su maleta hecha y billetes para Argelia con escala en Madrid para ese mismo día.

La investigación, sin embargo, ha conducido a Francia. Aparentemente, sus allegados prestaron a B.Z. “alguna colaboración” para cruzar la frontera. Es cierto que existe la libre circulación pero la Policía Nacional –que ha asumido el caso- entiende que el varón no pudo hacerlo por sus propios medios porque desde Vitoria llegó la misma tarde del domingo una alerta a todos los cuerpos policiales de España y también del espacio Schengen (Unión Europea). Según el delegado del Gobierno, Javier de Andrés, la Policía no sólo mantiene una orden internacional de detención contra el sospechoso, sino que “imputará responsabilidades” en su caso a sus cómplices.

De Andrés confía en la colaboración internacional y tiene claro que B.Z. y los niños “no han abandonado el espacio Schengen”. Según el responsable de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Euskadi “se puede garantizar” merced a la “colaboración internacional” que B.Z. no salga de Francia en dirección a Argelia, como parece que sería su intención. Francia está alertada para controlar puertos y aeropuertos con conexiones al Magreb. La comisaría conjunta hispanofrancesa de Hendaya, en la que participa la Ertzaintza, también tiene todo el expediente sobre un asunto que preocupa especialmente por su gravedad.

Por otro lado, aunque el foco de las pesquisas conduce ya muy lejos de Vitoria, la Policía Local ha decidido mantener vigilada durante las 24 horas del día a la madre de los niños. Hay patrullas fijas ante el temor de que B.Z. pueda enviar a alguien a hacerla daño, según fuentes policiales.

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