Los sindicatos se dan una tregua entre ellos y se unen en apoyo de la industria

Bilbao acogerá una inédita unidad de acción sindical en Euskadi. Los cuatro grandes sindicatos han sumado sus fuerzas, dándose así una tregua momentánea, y recorreran las calles de Bilbao en una manifestación con tintes de histórica para reivindicar “una política industrial real”. La crisis de algunas empresas representativas del tejido productivo vasco, como Arcelor Mittal y Productos Tubulares ha espoleado a los sindicatos a organizar esta movilización. Los sindicatos han olvidado por un dia su antagonismo, pero atendiendo a los antecedentes parece que esa unidad no durará más allá de un día. Una raya invisible divide a las centrales y, como los partidos, hay soberanistas y confederales.

Según los organizadores, son ya cientos las empresas que, mediante sus comités, se han adherido a esta marcha. “Los apoyos recibidos constatan la preocupación que existe en torno al futuro de la industria”. Ese peligro real ha doblegado la tradicional intransigencia de ELA a compartir escenario con CC OO y UGT, sindicatos de los que se siente muy alejado de su praxis y concepción confederal. Desde Comisiones Obreras, su secretario general, Unai Sordo, apuesta por una “contundente” respuesta del conjunto de la sociedad.

Mientras, LAB ha denunciado que “mes tras mes empresas de Euskal Herria se cierran porque las decisiones respecto a su futuro se toman en fondos de inversión o empresas transnacionales que tienen como máximo objetivo el beneficio de sus accionistas”. “Las multinacionales y los fondos de inversión se están haciendo con cada vez más empresas vascas cuyos beneficios se acumulan en manos de gestores y accionistas que los utilizan para buscar ventajas competitivas en otros países con inferiores costes de producción”, ha agregado.

Apoyo a la inversión

“De nada vale lamentar” cuando se produce un cierre si no hay una política económica “con capacidad de predecir situaciones y actuar en consecuencia, impulsando estrategias de apoyo a la inversión, a la innovación, a la organización y la democratización de las empresas, la cualificación y estabilidad laboral y una redistribución del beneficio que prime el interés colectivo por encima del interés de inversores y rentistas”.

“No hay políticas detectables que promuevan dinámicas de desarrollo endógeno con la internacionalización. No hay planificación estratégica alguna que nos indiquen cuál es el modelo industrial en particular y socio-productivo en general de las instituciones vascas y qué se está dispuesto a poner encima de la mesa para construirlo. En definitiva, no hay una política industrial real”, ha agregado.