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Susana Díaz se rodea de 'vips' del PSE-EE en su única visita a Euskadi

Susana Díaz, este miércoles en Vitoria

Iker Rioja Andueza

La presidenta de Andalucía y candidata a secretaria general del PSOE, Susana Díaz, ha hecho un hueco en su apretada agenda antes de las primarias para un único acto político en el País Vasco, una comida con 170 invitados en un hotel de cuatro estrellas de Vitoria, un formato calcado al que empleó hace un par de años el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Díaz, en su fugaz visita, ha dejado dos mensajes de contenido político, que el PSE-EE es un valor dentro del PSOE porque sus cuadros “dieron su vida” por el proyecto a pesar de la amenaza de ETA y que en su proyecto no caben las concesiones al nacionalismo porque para los socialistas únicamente hay dos Estados, “el español y el del bienestar”.

Entre los asistentes al evento se hallaban los leales (Javier Lasarte, su portavoz en Euskadi, controlaba la lista de invitados), desde luego, pero también los cargos del PSE-EE que han acudido “por cortesía” aunque apoyan a Patxi López (Idoia Mendia y su equipo), los curiosos que han asistido a actos de las tres candidaturas para decantarse de cara al domingo e incluso cuadros del partido manifiestamente contrarios a Díaz y que no lo ocultaban en los corrillos que han surgido mientras los invitados esperaban a la protagonista, que ha llegado a la ciudad con unos 20 minutos de retraso, no más que en las últimas visitas de Pedro Sánchez a la capital vasca. Euskadi es el territorio en el que la favorita (a tenor del número de avales) tiene un menor predicamento por la influencia del único lehendakari socialista (el título es vitalicio) y el cierto tirón que conserva Sánchez entre las bases y algunos dirigentes.

Minutos antes de la hora programada, a las 14.00 horas, los camareros ya habían dispuesto varias mesas redondas con rosas socialistas estratégicamente colocadas en el centro de cada una de ellas. En la puerta, el diputado Lasarte y la propia Mendia ejercían de anfitriones mientras veteranos del equipo de Organización de Euskadi como Víctor García Hidalgo o Pepe Caro comprobaban que todo estaba en orden.

No han faltado cuadros como Natalia Rojo, parlamentaria y que no oculta su apoyo a Díaz desde la presentación de su candidatura. Una de las fotografías ha sido la de la llegada de la exconsejera de Patxi López Pilar Unzalu, que se ha fundido en un abrazo con la también exconsejera Mendia. Con Unzalu ha comparecido la expresidenta de las Juntas Generales de Álava María Teresa Rodríguez Barahona.

Algo más tarde ha llegado el exdelegado del Gobierno, Mikel Cabieces, condenado en marzo a un año de prisión por irregularidades en su contratación en Kutxabank después de su salida de la Administración. También han viajado a Vitoria Jesús Eguiguren o el secretario general de UGT, Raúl Arza, así como representantes de las Juventudes Socialistas.

Pero no todos eran, ni mucho menos, afines a la presidenta andaluza. “Yo no soy muy del PSOE del sur”, bromeaba uno de los asistentes en los momentos de espera a la llegada de Díaz. La candidata a liderar el PSOE ha parecido responder a esos comentarios cuando, en su discurso, ha hablado de las “tonterías” que se dicen cuando se alude a que algunos socialistas “no entienden” otras realidades de España. A su juicio, el PSOE “sólo tiene una bandera” en todo el país, “la de la igualdad”, aunque ha apuntado a “una España cohesionada que reconozca las singularidades de los territorios”.

En un mensaje que ya lanzó el lunes en el debate con Sánchez y López, Díaz ha resaltado también que será secretaria general de “todos”, sin prescindir de los que han arropado a otras candidaturas y puedan resultar perdedores. De hecho, ha recordado que el último congreso en Andalucía fue “difícil” pero que tras él el partido salió fortalecido.

Finalmente, ha tenido un guiño para la trayectoria de la federación vasca del PSOE, donde los socialistas “siempre defendieron la libertad” e incluso “dieron su vida”. “Pusieron primero al país, luego al partido y luego a ellos mismos”, ha proclamado Díaz a solamente unos pocos metros del palacio de Ajuria Enea, donde el martes el lehendakari, Iñigo Urkullu, recibió a su compañero Ximo Puig, presidente valenciano.

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