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URA construye 14 refugios para la conservación de anfibios amenazados en la Laguna de Lacorzana, en Armiñon, Álava

EUROPA PRESS

BILBAO —

Según ha explicado URA en un comunicado, los anfibios en fase terrestre necesitan disponer de refugios en el entorno de los humedales, con el objeto de guarecerse durante las horas más cálidas del día, evitando la deshidratación, así como la depredación.

Entre los anfibios de Lacorzana destacan el sapillo moteado (Pelodytes punctatus), el sapo corredor (Epidalea calamita) y el sapo de espuelas (Pelobates cultripes), este último en grave riesgo de desaparición en la Comunidad Autónoma Vasca.

Para llevar a cabo esta actuación, el Servicio de Mantenimiento y Conservación de Cauces de URA ha utilizado dos técnicas distintas, asesorados por personal técnico del Departamento de Herpetología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Los 14 refugios se han construido en la zona este de la Laguna de Lacorzana por ser la zona con mayor abundancia de anfibios. Ocho de los refugios han sido realizados con la técnica “Huglekultur”, y para los otros seis refugios la técnica ha sido la de “Pilas de Piedra”. Ambas técnicas tienen una primera fase común que se basa en preparar una zanja en el suelo sobre la que se colocan grandes troncos.

Posteriormente se cubren de ramas, pequeñas rocas y por tierra, en el caso de Huglekultur, y por rocas y piedras, en el caso de la técnica de “Pilas de Piedra”.

La construcción de refugios es la culminación de una actuación que se inició a finales de 2012 con el objetivo de mejorar el hábitat de la laguna. La actuación consistió en el desbroce de carrizo en una serie de tramos de las orillas, para crear láminas de agua libres de vegetación, que podrían facilitar la instalación de poblaciones de anfibios, y la formación de pequeñas manchas de arbolado en el entorno de la laguna, con predominio del quejigo (Quercus faginea) y arbustos acompañantes.

Las dos actuaciones de recuperación del ecosistema lagunar y de las especies amenazadas de anfibios han contado con una inversión de 70.000 euros por parte de la Agencia Vasca del Agua.

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