Urkullu valora el final de ETA pero pospone la respuesta institucional a un acto conjunto con Navarra
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha realizado una breve valoración del comunicado final de ETA en una entrega de premios sobre deporte adaptado prevista desde hace tiempo para la tarde de este jueves 3 de mayo de 2018 en el palacio Euskalduna de Bilbao. La disolución de ETA no ha modificado la agenda del presidente vasco, que en el Parlamento había declinado comentar las novedades con los periodistas, y Urkullu sólo se ha permitido una breve alusión a las víctimas y la convivencia futura en el País Vasco en un acto para nada relacionado con el asunto. Será este viernes cuando, de la mano de la presidenta navarra Uxue Barkos, las instituciones vascas doten de solemnidad al final de la pesadilla terrorista, ya una vez completada toda la escenificación tras el acto internacional programado en la localidad vascofrancesa de Cambo.
Urkullu, en Bilbao, ha destacado que “el 3 de mayo de 2018 es un día importante de cara al futuro de este país”. “ETA ha dejado de perturbarnos para siempre”, ha apostillado. Ahora toca, según el mandatario nacionalista, “trabajar juntos por un futuro de convivencia normalizada”. Esa memoria ha de asentarse, según ha indicado, “en el compromiso ético, la dignidad humana y los derechos de todas las personas”.
Primera entrevista en meses
Antes, el lehendakari, Iñigo Urkullu, había asegurado en una entrevista en 'El País', la primera que concede en meses (la última en castellano fue en noviembre y en euskara en enero), que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es “sensible” a una modificación de la política penitenciaria aplicada a los presos de ETA tras la disolución definitiva.
“Tanto el presidente como quienes gestionan la política penitenciaria son conscientes de lo que hablamos. Rajoy es sensible. El Gobierno siempre puso como condición para cambiar la política penitenciaria la disolución de ETA”, manifiesta Urkullu.
El lehendakari Urkullu mantiene un hilo de comunicación directo con La Moncloa en estos momentos cruciales de cara a la desaparición de ETA. Esas conversaciones incluyen una posición conjunta para fijar el mensaje de que “ETA nunca debió existir” pero el Gobierno vasco (apoyado también por el PSE-EE) defiende igualmente que “dentro de la legislación penitenciaria vigente” se atienda el “deseo mayoritario de la sociedad vasca” y singularmente de la izquierda abertzale de “gestionar de otra manera” la política penitenciaria.
Acto en Bertiz con Uxue Barkos
El plan de Urkullu, ya explicitado hace tiempo, supone limitar a 250 kilómetros el alejamiento máximo del País Vasco de los reclusos terroristas. “No supone un reagrupamiento”, aclara el presidente vasco, que demanda también que ETA y sus reos no sólo reconozcan el daño causado, sino que éste fue “injusto”. Urkullu hace extensivo también esa demanda a la izquierda abertzale, que durante décadas dio cobertura política la violencia.
El lehendakari también coordina esta gestión del final de ETA con el Gobierno de Navarra, dirigido por Uxue Barkos, de la coalición impulsada por el PNV Geroa Bai. Está previsto que ambos mandatarios valoren de manera conjunta la declaración de la organización terrorista, un hecho hasta ahora desconocido. Ese mensaje institucional será simbólicamente en suelo navarro y no en la sede de las instituciones vascas en Vitoria (o en Pamplona). El lugar elegido es el Palacio del Señorío de Bertiz a las 16.30, según han confirmado fuentes oficiales.
