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Urkullu y los partidos marcan junio como tope para acordar la nueva fiscalidad

Aitor Guenaga

Vitoria-Gasteiz —

El lehendakari y los partidos acordaron ayer que una de las prioridades ante la grave situación económica que padece Euskadi es alcanzar un acuerdo en materia de reforma de la fiscalidad y de lucha contra el fraude fiscal y se han puesto como fecha tope el mes de junio para cerrar un acuerdo. Mientras socialistas y peneuvistas coincidieron, con el gobierno, en destacar el avance que suponía la reunión de ayer, el resto de partidos -EH Bildu, PP y UPyD- acusaron al Gobierno de innacción, de no tener política econonómica y de no colocar sus propuestas encima de la mesa.

Ni el formato, con un total de 12 personas en torno a una mesa, ni la extensión del guión remitido por el lehendakari -con hasta ocho puntos para la discusión-, auguraban un desenlace muy optimista para las intenciones de Iñigo Urkullu. Sin foto, por decisión expresa del mandatario vasco ante las críticas del resto de partidos, salvo PNV, y sin acuerdos concretos, la cumbre sirvió para que todos compartieran el diagnóstico de la gravedad de la situación económica que vive Euskadi y para cerrar un calendario sobre las cinco materias urgentes sobre las que hay que llegar a pactos de ahora hasta otoño.

La oposición ya había advertido que lo urgente era un liderazgo claro contra la crisis y, sobre todo, adoptar medidas urgentes para paliar esta situación de recisión y desempleo que arrastra Euskadi. Pero tras tres horas y cuarto de reunión, Urkullu no logró sumar a ningún partido a su posición, salvo al PSE, que se mostró más receptivo a los planteamientos del lehendakari. Aunque tampoco firmó ningún cheque en blanco.

Patxi López no ocultó que hay diferencias con el planteamiento del PNV en materia fiscal y de lucha contra el fraude, pero consideró que en la reunión se habían producido “avances”. Y sobre todo se mostró muy “satisfecho” porque las cinco materias sobre las que hay que actuar ya y trenzar acuerdos casan con “la agenda que reclamaba el Partido Socialista” en los últimos años y que ha sido imposible abordar mientras el PNV ha estado en la oposición.

Cinco urgencias

Las cinco materias sobre las que hay unanimidad a la hora de buscar acuerdos con urgencia son: la reforma fiscal y la lucha contra el fraude, las políticas de reactivacion económica y de creación de empleo, las políticas públicas y las políticas sociales y el modelo institucional.

El calendario es urgente en materia de fiscalidad. Hay que llegar a un acuerdo en el mes de junio, para que las diputaciones aprueban las normas con la reforma fiscal, pasen el trámite en Juntas Generales y puedan entrar en vigor el 1 de enero. El líder del PNV, Andoni Ortuzar, dijo que hay margen para el acuerdo. “Es posible alcanzar ese acuerdo en junio si hay voluntad política”, remarcó. La idea sería que en la reunión del Consejo Vasco de Finanzas del próximo 15 de octubre, las instituciones ya sepan de qué manera puede incidir en los ingresos la reforma fiscal pactada. “Tenemos muy avanzados los acuerdos y los desacuerdos”, dijo, en alusión probablemente a las reuniones mantenidas con el PSE para abordar la fiscalidad y la lucha contra el fraude y que quedaron atascadas hace más de un mes.

Todos los partidos habían mostrado su “buena disposición” al acuerdo-algo que agradeció expresamente el portavoz Josu Erkoreka pero las perspectivas no eran las mejores, pese a que Urkullu y, ayer mismo, Erkoreka, habían subrayado que “la sociedad no entendería que no alcanzaramos un acuerdo”. El lehendakari estuvo acompañado por el secretario general de la Presidencia, Jesús Peña. Por el PNV acudieron Andoni Ortuzar y Joseba Egibar; por EH, Bildu Laura Mintegi y Dani Maeztu; por el PSE-EE, Patxi López y José Antonio Pastor; por el PP, Arantza Quiroga e Iñaki Oyarzabal, y por UPyD, Gorka Maneiro y Nico Gutiérrez.

Prioridades, procedimiento y plan de trabajo

“El Gobierno está contento, hemos dado un primer paso, tenemos las prioridades, los procedimientos y un plan de trabajo”, resumió Erkoreka. Pero, salvo los socialistas, el resto de la oposición coincidió en que salvo en el diagnóstico de la situación económica no había acuerdo en nada. Y no podía haberlo porque el lehendakari no ha puesto ninguna propuesta encima de la mesa. Gorka Maneiro apuntó que “el Gobierno vasco y el lehendakari no tienen propuestas o no las dicen”. En un tono similar, la flamante presidenta del PP, Arantza Quiroga, señaló que este Gobierno, o no tiene política económica o no se atreve a aplicarla“. Ambos partidos denunciaron la inacción de Urkullu y su gabinete tras seis meses de gobierno y anunciaron que plantearan una bateria de medidas en la Cámara paraque se adopten medidas anticrisis cuano antes. El PP salió con la percepción de que el Gobierno está intentado ”marear la perdiz y ganar tiempo“. Y estamos perdiendo un tiempo precioso” y la “realidad requiere de medidas ya, dijo.

Laura Mintegi dijo también que “el Gobierno no termina de hacer propuestas” y “el hecho de no decidir ya es una decisión”, criticó. La portavoz de la coalición soberanista reiteró que Urkullu “tiene que optar de una vez. Tiene que contar con partidos, con los agentes sociales y con las personas”. López también hizo referencia a la falta de propuesta del lehendakari y aseguró que “conocemos las propuestas del PNV”, pero no las del Gobierno.

Frente a esas críticas, Erkoreka dijo que el “Gobierno había diseñado un marco general de actuación”. Y ahora se abre el momento de las reuniones bilaterales. El PNV dijo que iba a llamar a todos los partidos para abordar con urgencia los cinco temas y López admitió que “la cocina la vamos a hacer después” de la reunión de ayer. El PSE había criticado que no se hubiera preparado la reunión previamente con los partidos.

En el guión remitido por el lehendakari a los partidos se habían incrementado sensiblemente los temas a debatir. Un total de ocho asuntos, algunos de los cuales ya han sido tratados entre partidos de forma bilateral como PNV y PSE (reforma fiscal y lucha contra el fraude) o están residenciados en una ponencia parlamentaria que no se ha reunido en esta legislatura (debate sobre el modelo institucional y de país). El lehendakari se ha comprometido a presentar en julio una propuesta para el redimensionamientoo del sector público. Y queda para otoño, según explicó el portavoz del Gobierno, la creación de una ponencia para estudiar el modelo institucional y el desarrollo del autogobierno.

Sin embargo, lo que marcó los prolegómenos de la reunión fue la propuesta para la lucha contra el fraude fiscal que había realizado la víspera el PNV. La propuesta nacionalista, defendida ayer por Joseba Egibar, contempla la creación de una “comisión de lucha contra el fraude”, la inspección de las entidades que tributan en varias Haciendas forales y la “comunicación de las bases de datos tributarias de las Haciendas forales en tiempo real”. Con este golpe de efecto, en relación con la comunicación en tiempo real de los datos entres las haciendas, los peneuvistas querían acercar a los socialistas a un posible acuerdo. Esta materia precisamente era la que había atascado las reuniones que estaban manteniendo hace meses PNV y PSE. Pero, la propuesta se quedaba a medias, ya que lo que PSE-EE y EH Bildu defienden en las interconexión completa de las bases de datos. Y no entraba en otras de las exigencias de ambas formaciones: que el Parlamento vasco fije las directrices armonizadas de la política fiscal.

El movimiento del PNV generó mucho ruido y obligó al Gobierno a fijar por la mañana la posición del Ejecutivo: no se puede acceder “ilimitadamente e incondicionalmente a todos los datos de cualquier contribuyente” tenga o no que ver con la lucha contra el fraude fiscal. El portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, apeló al “derecho a la intimidad de los contribuyentes cumplidores” que, a su juicio, no puede ser soslayado, pese a que las haciendas busquen en su investigaciones al defraudador fiscal.

Urkullu inició la reunión explicando el diagnóstico de la grave situación económica en Euskadi -algo en lo que coincidieron todos los partidos- y en Europa. Posteriormente, explicó a los partidos la “evolución del empleo y del paro” -Euskadi es una de las comunidades autónomas en las que el desempleo está creciendo más rápido- y la recaudación en Euskadi, que en los primeros cuatro meses ha caído un 7,5% frente a las previsiones de ingresos realizadas en el último Consejo Vasco de Finanzas. El resto de temas abordados fueron las políticas públicas y las políticas sociales. Y, finalmente, una reflexión conjunta sobre el modelo y la estructura institucional del País.

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