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¿Violencia machista o violencia doméstica?

Patricia Burgo Muñoz

Las primeras informaciones acerca de la muerte del actor vasco Koldo Losada, supuestamente a manos de su marido, dejaban claro ya en el titular que el acusado del crimen era su pareja, también varón. Un hecho que descartaba la violencia de género porque a pesar de estar casados ambos son hombres.

Los casos de maltrato entre parejas del mismo sexo se consideran violencia intrafamiliar, y se tratan por ejemplo como los casos de agresiones de padres a hijos. Las asociaciones de apoyo a gais y lesbianas piden una mayor protección para los episodios de violencia entre parejas homosexuales. La Confederación LGBT Española Colegas ha pedido a raíz de este caso una “urgente” ley de protección de parejas homosexuales frente a la violencia doméstica.

Colegas considera que la violencia doméstica o intrafamiliar en parejas homosexuales es “una realidad invisible que sufren muchos gays y lesbianas” en nuestro país y resalta que es una violencia que “generalmente no se denuncia o no se contabiliza” cuando las tasas son comparables o incluso superiores. Desde 2004, cuando se aprobó la actual Ley de Violencia de Género, esta Confederación ha pedido una modificación de la norma para la inclusión de las parejas LGBT.

“Hasta el momento nuestras parejas se encuentran indefensas e injustamente tratadas ante la ley en temas de violencia doméstica o intrafamiliar, al contrario de lo que sucede en las parejas heterosexuales cuando la agresión es del hombre a la mujer”, sostienen.

Pero el caso es que Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género es clara: “la presente ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relacines similares de afectividad, aun sin convivencia”, dice en su Artículo 1.

La ley aprobada en 2004, se desarrolló para proteger a un colectivo, el de las mujeres, que sin duda alguna necesita una cobertura jurídica especial porque como recalca el documento “este tipo de violencia se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo”, y se cobra cada año la vida de decenas de estas víctimas.

Abogados expertos en violencia de género consultados por eldiarionorte.es defienden que la ley “está bien hecha”. Sostienen que la las leyes tienen que atender a generalidades, como es el caso de la violencia de los hombres sobre las mujeres, y que tanto los casos de maltrato de mujeres contra hombres, o de entre parejas del mismo sexo “son testimoniales”, por lo que resulta difícil establecer un marco jurídico específico para estos episodios, más allá de la violencia intrafamiliar.

Violencia de intragénero

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) también ha tratado este tema. En 2011 participó en el 'Informe sobre la situación de la violencia entre parejas del mismo sexo'. El documento refleja que en lo que se denommina violencia de intragénero existen una serie de mitos, de carencias y de necesidades.

“Muchos son los mitos y prejuicios sobre los malos tratos en nuestras relaciones de pareja, pero es sobre todo la invisibilidad de este fenómeno el principal problema”, dice el documento. En este sentido recalcan el mito de la igualdad: “al no existir diferencias de género, no existe diferencia jerárquica, por lo que se deshecha la idea de que las actitudes de malos tratos puedan considerarse violencia”, afirman. A esto unen el hecho de que “los hombres no son victimas”, sin embargo “ los hombres pueden ser vulnerables a una agresión tanto en cuanto exista una relación de poder desigual en la pareja”, recalcan.

Otro de los aspectos que el informe subraya es la escasa ayuda que reciben estas víctimas. En la mayoría de los casos las personas maltratadas acuden a las asociaciones de gais y lesbianas donde no disponen de los recursos necesarios para su atención. Por ello se ven obligados a derivar estos casos y según denuncian “la mayoría de las veces la víctima recibe derivaciones circulares o negativas de atención que provocan frustración y desanima a la víctima a pedir ayuda”, insisten.

Algunas propuestas

El informe propone un estidio estatal sobre violencia de intragénero que permita tener más datos sobre la realidad de este fenómeno. Además insiste en la posibilidad de uso de los recursos psicológicos, jurídicos y asistenciales que ya están en marcha para las víctimas de violencia de género, y a los que las víctimas de la violencia de intragénero en su mayoría no pueden acceder.

También solicitan campañas preventivas sobre este fenómeno y formación de los servicios de atención de la FELGTB y sus entidades para una correcta acogida y atención de la víctima.

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