La recuperación del emblemático Balnerario de Kuartango coge impulso
La Asociación Amig@s del Balneario-Kuartango Bizirik se vestirá de largo para su presentación en sociedad el próximo siete de septiembre. El antiguo complejo acogerá una jornada de puerta abiertas en la que se desarrollarán, además de la firma oficial del acta constituyente de la asociación, diversas actividades lúdico-festivas como actuaciones musicales para cerrar el día, una comida popular o danzas.
El objetivo del encuentro es difundir los planes de rehabilitación del emblemático edificio del siglo XIX y lo harán in situ, mediante la visita guiada que ofrecerán a los asistentes al acto inaugural. “Queremos visibilizar la asociación y dar a conocer el proyecto entre vecinos de localidades cercanas como Murgia, Nanclares de la Oca o Izarra que aún desconocen las intenciones de este colectivo. De esta forma queremos sumar apoyos y afianzar a la vez, la implicación de los vecinos participantes, que sientan que el proyecto en el que cooperan echa a andar, que ya está en funcionamiento y activa la entidad con personalidad jurídica propia que respalda la recuperación del balneario”, explica Gorka Vicario, uno de los arquitectos de la Cooperativa Integral de Álava, que junto a Iñigo Murga promovieron la revitalización del complejo.
Otras 75 personas se han involucrado en mayor o menor medida en el proyecto. “Sin la ayuda de todos esto no saldría adelante. Es un trabajo colaborativo en el que todos contamos, desde le presidente hasta el último socios incorporado y los que quedan por llegar”, destaca Vicario.
Antes de entrar de lleno en la celebración del seis de septiembre y para dar ejemplo entre los asistentes, los miembros de la asociación se afanarán esa mañana en limpiar y acondicionar la bolera que se encuentra en el exterior del balneario así como la plaza principal del complejo, que suelen usar los vecinos del pueblo como punto de encuentro para sus festejos. “El pueblo está muy disgregado. El núcleo lo componen el balneario y el edificio del Ayuntamiento pero las viviendas están situadas a un kilómetro de esa zona y separadas por el río Bayas. En ese espacio residencial no disponen de una plaza así que se desplazan hasta la del balneario. Es un lugar de uso comunitario pero que está desaliñado. La vegetación crece descontrolada y la accesibilidad no es buena. Hay que recomponerlo antes de empezar con el resto. Y consideramos que al ser un espacio semipúblico, en el que se dan cita los vecinos en días espaciales, deberían involucrarse Ayuntamiento y Diputación en las tareas de recuperación. Sería un buen comienzo para animarles a colaborar en el resto”, aclara Vicario.
Limpieza de la bolera entre los vecinos
El acondicionamiento de la bolera será el primer paso. Después, en un futuro aunque aún está por determinar la fecha, se iniciarán otras de las tareas de rehabilitación. La actuación más urgente que requiere la construcción es el arreglo de la cubierta. “Si conseguimos recuperarla, reponer los canalones que robaron en invierno y cambiar las tejas deterioradas, será un avance importante para impulsar lo demás. Dejará de entrar agua y a partir de ahí, acometer la construcción de las viviendas sociales no va a requerir tanta inversión”, declara Vicario.
Según estiman los arquitectos tras los estudios realizados, la reforma de la cubierta y la zona exterior necesita de una inyección de 400.000 euros. Por ello hacen un llamamiento especial al Ayuntamiento y la Diputación de Alava para que contribuyan en la revitalización del área. “Es una apuesta por salvaguardar nuestro patrimonio y al mismo tiempo potenciar el desarrollo rural de la zona. Con ese dinero, el histórico edificio se salva de la ruina y se dota al valle de un gran espacio con muchas posibilidades, entre las que habíamos previsto la construcción de veinte viviendas sociales cooperativas de unos 70 metros cuadrados que saldrían a la venta por 50.000 euros. Pero sobra sitio para otros equipamientos”, explican.
El inmueble en riesgo de derrumbe, fue cedido por el Ayuntamiento de la localidad a los vecinos del pueblo para que decidiesen entre todos el futuro uso de ese espacio, ahora abandonado, pero que congregaba a numerosos turistas en sus días de esplendor. Las reconocidas propiedades curativas de sus aguas atraían a pacientes en busca de un tratamiento para sus problemas respiratorios.
De aquellas concurridas instalaciones de hidroterapia y del lujoso hotel se conserva la estructura, dividida en dos plantas y también el teatro y la capilla. Una construcción de casi 6.000 metros cuadrados de superficie que los vecinos decidieron recuperar para reconvertir en viviendas en régimen de cesión de uso en una asamblea celebrada en abril.
