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Clamor popular para instalar desfibriladores en los centros deportivos

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

La muerte del joven futbolista Urtzi Gurrutxaga por una parada cardíaca mientras jugaba desató una campaña para instalar desfibriladores en todos los centros deportivos del País Vasco. Enetz Gurrutxaga, hermano del fallecido, entregará al consejero de Salud, Jon Darpón, las casi 116.000 firmas que ha recogido hasta el momento para pedir “que todos las instalaciones deportivas públicas del País Vasco cuenten con un desfibrilador automático. El desfibrilador es un aparato que ayuda a recuperar las constantes vitales después de una parada cardiorrespiratoria mediante una descarga eléctrica y puede ser utilizado sin necesidad de ser sanitario.

Enetz inició su petición on line en la plataforma Change.org después de que su hermano falleciera el pasado dos de febrero. Tenía 26 años de edad. “Mi hermano Urtzi falleció el pasado 2 de febrero por una parada cardíaca mientras jugaba a fútbol en Donosti con su equipo de toda la vida, el Tolosa. Ni el masaje de reanimación en el campo, ni la ambulancia que llegó a auxiliarlo varios minutos después pudieron hacer nada por su vida”, explica.

“Lo que le sucedió a mi hermano”, relata en la que carta que ha escrito en demanda de apoyo, “fue una desgracia sin culpables. Un fatal accidente que, sin embargo, ocurre en campos y categorías de toda España. Todos coinciden que para sobrevivir a una parada cardíaca es clave el tiempo de reacción. Por eso creemos que si el Gobierno vasco y las diputaciones se encargasen de que todos sus centros deportivos contasen con un desfibrilador y formación correspondiente para el uso de estos aparatos, podríamos evitar o minimizar que haya más casos como el de mi hermano”.

En la actualidad, es obligatorio “que todos los campos a partir de la 3ª división cuenten con un desfibrilador automático”. En el caso de Euskadi, es frecuente ver también este tipo de aparatos en los centros cívicos que cuentan con instalaciones deportivas.

El destinatario de la campaña ha sido el consejero de Salud, quien recibe de manera periódica un correo electrónico informando de las nuevas firmas de apoyo que consigue la petición.

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