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“Si la consejera no rectifica tendrá la mayor confrontación en la historia de la Ertzaintza”

El secretario general de Erne, Roberto Seijo, antes de la entrevista, en la sede de Bilbao.

Aitor Guenaga

Bilbao —

El día después de las elecciones en la Ertzaintza, la sede del sindicato ganador, ErNE, es un hervidero. Exultantes ante los resultados (casi un 40% del voto y 25 representantes, frente a la segunda central Esan (22,44% y 15 representantes), el secretario general de este sindicato independiente y profesional, Roberto Seijo, anuncia que quiere la cabeza del director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, y la retirada del plan Ertzaintza Horizonte 2016, que “ha sumido a la policía vasca en el caos y en el peor momento de toda su historia”, segun coinciden sindicatos, algunos mandos y buena parte del colectivo. Tras conocer los resultados, la consejera envió un mensaje a ErNE en el que mostraba su confianza en poder “renovar la interlocución y las vías de colaboración necesarias para ir construyendo bases sólidas para el futuro de la Ertzaintza”.

En el Departamento de Seguridad que dirige Estefanía Beltrán de Heredia se había sopesado semanas antes de los comicios la posibilidad de un bajón de ErNE y del 'sorpasso' a manos de la central que dirige Eneko Urkijo (Esan, escisión de ELA en 2006). Algo que sin duda hubiera facilitado la negociación. Un destacado dirigente de Erne remitió de madrugada los datos de las elecciones a un alto responsable del Departamento de Seguridad, acompañado de un lacónico sms: “mala suerte”. No obtuvo respuesta. Ahora ErNE, en una entrevista a eldiarionorte.es, avisa a Beltrán de Heredia: “Si la consejera no rectifica tendrá la mayor confrontación en la historia de la Ertzaintza”.

Han arrasado en votos, en porcentajes, con una victoria en los tres territorios, superando incluso los resultados de 2006, aunque sin llegar al 50% logrado en 1998.

Así es. El resultado nos reafirma como sindicato y la estrategia seguida tras 30 años de historia.

La otra sorpresa es el ascenso imparable de la central que lidera Eneko Urkijo. Se cuela como segunda fuerza, devorando a la central ELA de la que surgió como escisión.

No nos preocupa ese ascenso, tienen su espacio, es un voto político e identitario y no profesional, algo que históricamente ha estado presente en la Ertzaintza. En realidad es un trasvase del voto de ELA a Esan. Creemos que sus políticas sindicales lo único que hacen es legitimar los recortes y al actual Departamento de Seguridad. Espero que cambien, piensen en el colectivo que les ha apoyado y se unan a una acción sindical de confrontación contra este Departamento. Y todos juntos lograr que se cumplan los acuerdos firmados con el anterior Gobierno socialista, atiendan nuestras reivindicaciones y que el Departamento se siente a hablar del tema organizativo.

Le recuerdo que Esan también está en contra del Plan Ertzaintza Horizonte 2016.

Eso es una pose hacia el exterior. Cuando van a las mesas de negociación, legitiman al Departamento en todos sus actos: planes de euskaldunización inciertos, etc. Y todo eso va en contra del conjunto de los ertzainas, dejando al colectivo más indefenso, el de la Escala Básica, a la intemperie.

¿Qué le parece el mal resultado de CC OO, que ha pasado de tener 8 representantes (11,39%) en 2006 a uno (4,59%) en estas elecciones?

Hay otros sindicatos que también están trabajando por el tema laboral y profesional y que en un momento dado podían estar integrados en Erne, lo cual nos haría mas fuerte a todos.

Le había preguntado por CC OO, ¿se refiere a ellos?

CC OO se ha equivocado en sus políticas en los últimos años, muchas veces mirando más a Erne que a sus propios intereses sindicales y que a la defensa de los agentes. Ese abandono de la unidad sindical que tuvimos hace muchos años les está llevando prácticamente a la desaparición y a la irrelevancia. Esperemos que se integren en Erne. Hay que hacer fuerte al sindicato profesional. La unidad nos haría más fuertes, sin duda.

Muerto el perro se acabó la rabia. La consejera siempre ha pensado que toda esta confrontación sindical acabaría el día después de las elecciones. Que todo era una estrategia electoral. ¿Su vocación ahora es negociar y pactar o mantener su oposición a los recortes que consideran que se han producido?

Los ertzainas nos piden llegar a acuerdos, mejorar sus condiciones laborales y profesionales, y eso es lo que Erne ha hecho en los últimos 12 años. En todos los acuerdos importantes: cambio de escala, adelanto de jubilación, los propios convenios..., Erne ha estado ahí, pactando. Todos los Gobiernos vascos lo han entendido y han pactado con nosotros. Y queremos unir al resto de fuerzas sindicales para legitimar esas firmas y apoyos. Y es lo que queremos hacer.

¿Está haciendo autocrítica por haber rechazado la unidad sindical propuesta por el resto de centrales, salvo Esan?

No, creo que no. En todo 2013, Erne ha intentado el cumplimiento de los acuerdos cerrados con el Gobierno socialista. Hay una vulneración clara en materia de carrera profesional. Todas las centrales tenían intereses ante estas elecciones. Y ellos veían que podían perder terreno sindical. Nos intentaron imponer unas condiciones que nosotros no podíamos cumplir. El momento de la acción sindical es hoy día 31 de octubre y creeo que es necesaria y se va a producir. Ya no hay más interés que el de la defensa de todos los ertzainas.

¿Cree que la consejera se puede haber asustado con estos resultados?

No hay duda de que esperaban otras mayorías. Si no rectifica inmediatamente en la posibilidad de llegar a acuerdos con Erne -y esperemos que con el resto de sindicatos también- va tener la mayor confrontación en la historia de la Ertzaintza. Y le vuelvo a recordar que estamos a la espera de una sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre el derecho fundamental a la huelga. Si ese derecho es atendido por los jueces europeos, y no hay una rectificación urgente, iríamos a la huelga en la Ertzaintza.

¿Debe retirar el Departamento el Plan Horizonte 2016?

Han venido con un plan que es un Egunsentia 2, que se desechó por el Gobierno del PNV tras los asesinatos de nuestros compañeros en Beasain en 2001 a manos de ETA. Y ahora vuelven con lo mismo con otro nombre: es un sistema de trabajo que le da igual la seguridad pública, las condiciones laborales de los ertzainas y solo se basa en la estadística y en la búsqueda de réditos políticos y no en dar un buen servicio público a la ciudadanía. Nosotros exigimos al Gobierno vasco y al lehendakari que piense dónde están llevando a la Ertzaintza. Esta policía no es de un partido político, es de la sociedad vasca. No pueden cambiar las cúpulas policiales cada vez que hay un nuevo Gobierno, ni el rumbo policial. Ni intentar cambiar las estructuras de un día para otro.

Este periódico ha constatado que no solo es un enfado de los agentes de base de Seguridad Ciudadana, también hay críticas desde algunos nagusis (jefes de comisarías), mandos, de intendentes, ante el “caos organizativo” que ustedes han denunciado tras la llegada de Gervasio Gabirondo a la dirección de la policía.

Es que es así. No es una cuestión del sindicato Erne. Vemos el malestar existente en todo el colectivo ante tanta incompetencia.

¿Realmente nunca ha estado peor la Ertzaintza o es una frase para un titular?

La Ertzaintza nunca ha estado peor. El nuevo modelo de investigacion de la Ertzaintza se iba a hacer por etapas, que era lo lógico. Formando a los agentes en sus especialidades, y lo que han hecho es renunciar a las etapas y poner a personas a las que no han dado la suficiente formación, ni medios. Y eso produce un caos en la propia organización, en la investigación y en toda la estructura policial.

¿Y no es un sinsentido que, después de que ETA ha dejado de matar y ya no son objetivo como lo han sido durante décadas, no se hayan hecho las cosas de otra manera, justo ahora que no hay esa amenaza que ha condicionado el modelo policial en este país?

Arrogancia e imposición. Aquí hay una persona que es incapaz de ser un buen gestor de equipos humanos, el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, lo ha demostrado históricamente; es una persona que quiere imponer sus criterios por encima de cualquier acuerdo. No ha contado ni con los ertzainas, ni con los sindicatos. Ya falseaban estadísticas con el Egunsentia y obligaban a hacer rutinas en aquella época [años 2000] que llevaron a la muerte de compañeros.

¿Esa es una acusación grave?

Tienen una responsabilidad aquellos responsables políticos y policiales de lo que sucedió en la Ertzaintza. Y en este momento, parece que nos quieren llevar a un mismo modelo de sistema de trabajo, pero ya los ertzainas están muy preocupados porque se están haciendo controles de tráfico y otros en los cuáles se realizan por dos agentes y están poniendo en grave riesgo la vida de esos ertzainas como consecuencia de que pueda haber cualquier tipo de atentado por delincuencia organizada u otro tipo de grupo terrorista. Esos agentes están muy preocupados y nos piden que hagamos algo. Podían haber hablado con los sindicatos para, tras el nuevo escenario tras el fin de ETA, ver cómo debe ser la seguridad de los ertzainas y así poder cumplir los objetivos que nos encomiendan las leyes y la sociedad, pero no han querido. Hay un preocupación masiva, también con el ébola, o de salud publica, en la que no se nos dan los medios ni la formación adecuada, solo una hoja, unas instrucciones. Esto no puede seguir así.

¿Van a pedir la cabeza de Gervasio Gabirondo a la consejera?

Ya se la pedimos en el verano, y si no rectifica el director de la Ertzaintza, lo lógico es que la consejera le cese. Nosotros vamos a pedir su dimisión de manera constante. Si ellos no quieren hablar, la Ertzaintza se va involucionar y enfrentar.

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