El consumo ecológico se incrementa en Euskadi pese a la crisis

Pese al detraimiento general del consumo, el volumen de compras anuales que mueve la Federación vasca de asociaciones de consumo ecológico y responsable Ekokontsumo Federazioa, supera el millón y medio de euros, según los datos ofrecidos por sus responsables. Esta federación, que agrupa a cinco organizaciones -BioAlai en Vitoria; Otarra en Donostia; Bizigai en Bilbao; Marisatsa en Durango y LurGozo, ubicada en la comarca de Urdaibai- abastece a más de 1.700 familias aunque estiman que los beneficiarios son unos 5.000 en total. “Nosotros contabilizamos sólo al titular de cada familia pero se alimentan de nuestros productos todos los miembros de la unidad familiar, incluso los que no viven bajo el mismo techo, como hijos ya independizados”, aclara Idoia Jalón, portavoz de BioAlai.

Estas asociaciones federadas conviven con multitud de cooperativas más pequeñas en paulatino crecimiento pero sin estructura jurídica definida y entre toda esa red abastecen a un total de 10.000 personas en Euskadi. Estos consumidores huyen de los canales de distribución tradicionales ya que el sistema de comercialización no les convence y además, en estos establecimientos, no encuentran algunos de los productos que les satisfacen. Fruto de esa búsqueda emprendida para dar con nuevas vías de abastecimiento de artículos eco-biológicos surgen estos espacios de consumo alternativos que toman fuerza en Euskadi.

En Vitoria funciona desde hace 20 años una de las asociaciones más grandes de España, BioAlai, con 1.000 socios. Por delante de ella se sitúa Landere, en Pamplona, que aglutina a 1.800 personas y le sigue de cerca la mítica La Hortiga, en Sevilla, con algo más de 700 personas censadas. “El computó histórico nos da como resultado 720 personas que han establecido una relación con la asociación pero que ejerzan este consumo son unos 500”, matizan los portavoces del colectivo andaluz. La asociación ubicada en la capital alavesa calcula que este año doblará el número de socios que captó el pasado 2012. “Ese año se incribieron unos 50 socios más y en lo que va de año 2013 ya hemos superado esos números”.

Su mecanismo de funcionamiento evita la intervención de intermediarios en las transacciones. La federación vasca trabaja con un centenar de proveedores directos y de estos, cerca de 70 son locales.

Banco del tiempo de prácticas sostenibles de BioAlai

El modelo de consumo propuesto por estas agrupaciones atrae cada vez a más gente. “Es cierto que algunas familias se han dado de baja en los dos últimos años porque, su poder adquisitivo no es el mismo y deciden, en mi opinión de manera equivocada, reducir el gasto en alimentación. Pero a la vez son muchas las personas que se suman al movimiento. Las razones que les mueven son variadas, desde motivaciones políticas a una preocupación por la salud y el cuidado del entorno”, explica el secretario de Ekokontsumo Federazioa, José Ramón Becerra.

El beneficio social es otro de los puntos clave de la filosofía y valores que comparten estos consumidores. Además de practicar una alimentación sana, libre de residuos, transgénicos, pesticidas este movimiento persigue lograr al mismo tiempo un beneficio social, ayudar a revitalizar el campo y la economía local- gracias al fomento de los canales cortos de comercialización- así como a fomentar el consumo responsable.

BioAlai celebrará el próximo ocho de septiembre su veinte aniversario con un nuevo reto futuro sobre la mesa: la creación de un banco de tiempo de intercambio de prácticas sostenibles. “Dadas las dimensiones que está adquiriendo la asociación nos resulta cada vez difícil coincidir y conocernos entre nosotros. Por eso vemos necesario emprender esta aventura, para acercarnos y compartir experiencias y conocimientos. Cada uno ofrecerá su saber hacer sobre aquello que le guste y maneje con destreza”, declara su portavoz.