Se disparan un 43 % las estafas por Internet en Euskadi y la Ertzaintza promete más “ciberpatrullaje”

“Buenos días, le llamo de su banco. Le informamos de que nos consta que los datos de su tarjeta de crédito han sido sustraídos. ¿Procedemos a bloquearla?”. Cada vez es más frecuente que los equipos de seguridad de las entidades financieras alerten a sus clientes de incidencias en las compras por Internet. Una de cada diez infracciones detectadas en 2018 por la Ertzaintza y las Policías locales vascas son ya delitos informáticos contra el patrimonio, robos o intentos de robo, en definitiva. Estos cuerpos recogieron tantas como 11.806 denuncias, un 43% más que el año anterior. Seguramente antes de que termine de leer esta crónica se habrá producido otra más. Y no todos los casos son comunicados.

La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y su equipo han comparecido este miércoles en el Parlamento Vasco para exponer la memoria de criminalidad de 2018. “Es un problema creciente. Es un campo inmenso”, ha indicado la titular de Seguridad sobre los “delitos informáticos” y ha planteado abordar el problema desde una doble vertiente, refuerzo policial y prevención.

En cuanto al primero, ha aludido a la “necesidad de intensificar la vigilancia en la red”. “Está claro que el ciberpatrullaje [...] va a ser, sí o sí, una de las actividades policiales de seguridad pública ineludibles”. Pero no basta con mayor investigación policial. Hay que apostar por “compras seguras” y “tomar precauciones básicas”. El uso de tarjetas diferenciadas para Internet o la comprobación de que se trata de comercios de garantías son solamente dos de ellas. Existen sistemas VPN para evitar conexiones poco confiables. También se han incrementado otros delitos cibernéticos como los relacionados con la extorsión sexual (de 38 a 76 casos), los delitos contra la intimidad (de 152 a 169) y la libertad (de 206 a 359) o las falsedades o suplantaciones (de 242 a 305).

En cuanto a los denominados “delitos estratégicos”, por la alarma social que generan, las tendencias son variadas, aunque con un incremento en el cómputo global. Algunos datos: los robos en viviendas han crecido un 13%, las agresiones sexuales un 6% y la violencia de género un 5%. Sin embargo, caen ligeramente los robos con fuerza. En cuanto a los homicidios, fueron 6 en 2018 por 4 del año anterior. En el apartado de delitos de odio, ha caído los casos de racismo y xenofobia (62 en 2018 por 71) mientras suben los de sexismo (de 32 a 39). El Departamento de Seguridad elabora un informe específico sobre la materia. También se registraron 110 delitos medioambientales, 52 por maltrato animal.

Un dato llamativo es que el número de imputados por delitos se corresponde con el 30% de las infracciones totales. En el caso de la Ertzaintza, el porcentaje de delitos crece más (7,89%) que el de inculpados (5,26%).

En cuanto al balance de la delincuencia de menores, han sido muchas más las víctimas (3.524, la mayoría por hurtos y malos tratos o acoso) que los imputados (1.673, el 61% chicos y la mayoría también por robos). En respuesta a la petición de la Fiscalía de una unidad especial para esta materia, Beltrán de Heredia ha indicado que existe un “equipo estable” que coordina las actuaciones de la Ertzaintza en este campo compuesto por mandos policiales de los tres territorios.

La oposición ha afeado a Beltrán de Heredia la “autocomplacencia” al presentar como estables las tasas de criminalidad cuando la tendencia es alcista.