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El drama de seis jubilados por avalar a sus familiares

Jubilados afectados por los deshaucios, junto a miembros de Stop Deshaucios Gipuzkoa, en el acto de protesta.

Alberto Uriona

Stop Desahucios Gipuzkoa ha mostrado otra cara de este problema: la de los pensionistas que avalaron a sus familiares y ahora se pueden quedar sin su casa. Seis jubilados (dos matrimonios octogenarios y dos viudas de entre 60 y 70 años) han sido apoyados esta mañana por medio centenar de personas en un acto celebrado en San Sebastián.

“Si se puede”. “No os van a quitar vuestros pisos”, han sido alguna de las proclamas para denunciar las intenciones de desahucio de cuatro entidades financieras: Kutxabank, Caja Laboral, Bankia y Caja Rural de Navarra. “Estas personas son aitas/amas y aitonas/amonas cuyo único delito ha sido avalar las hipotecas de hijos y familiares para acceder a una vivienda en plena burbuja cuando, con la permisividad del gobierno de turno, bancos y tasadoras inflaban los precios de las hipotecas y obligaban a las personas que adquirían una vivienda a ser avalados por familiares con sus viviendas que en muchos casos ya estaban pagadas”, señala la plataforma.

Son los casos de Juana, una viuda con una pensión de 1.000 euros mensuales, que tiene una demanda de subasta de su vivienda por Kutxabank ya pagada, por el préstamo concedido a su hijo para la adquisición de un local comercial por importe de 409.000 euros. Olga, con que cobra 650 euros de una pensión de viudedad, corre el peligro igual que Juana de perder su vivienda ya pagada si Caja Laboral no accede a liberarla de una deuda de 39.212 de un préstamo concedido a su cuñado para la adquisición de un local-vivienda.

Para Mariluz y su esposo, ambos octogenarios, con una pensión no contributiva de 700 euros, el problema viene de que responden de una deuda de 184.567 euros que queda por el préstamo que Bankia concedió a sus hijos ,una vez que estos vendieron su vivienda para intentar amortizarlo. Elisa y su esposo, también con más de 80 años de edad, avalan un deuda de 239.000 euros por el préstamo concedido a su hijo por Caja Rural de Navarra para la adquisición de su vivienda habitual.

Stop Deshaucios Gipuzkoa ha reclamado que se conceda a estas personas la dación en pago y el alquiler social con carácter vitalicio. “Pensionistas que no deben nada a sus entidades financieras y que cuyo único delito es haber ayudado a sus allegados a comprar una vivienda”. Sus portavoces han asegurado que ninguna de las cuatro entidades han accedido a esta demanda de los afectados, que ofertan pagar hasta un 30% de sus pensiones.

“No podemos permitir ni un minuto más que los bancos sigan lesionando la salud de familias enteras, en este caso de personas mayores, aitas/amasy aitonas/amonas, que desde que empezó la crisis están alimentando, ayudando a hijos y nietos, y que por la avaricia de las entidades financieras y la cobardía de los gobiernos se pueden ver en la ruina, el embargo y el desahucio”.

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