El drama de la prostitución en viñetas
Venus es el nombre ficticio que pone cara a muchos casos reales de mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución. Su cara mira fijamente al lector desde las últimas páginas de 'Esclavas' para hacerle reflexionar sobre una realidad más cercana y dura de lo que la sociedad está dispuesta a admitir.
Esta novela gráfica surge de la necesidad de Alicia Palmer, una enganchada al cómic social y con un postgrado en Inmigración, Exclusión y Politicas de Integración Social, de reflejar una realidad que ella, a través de su trabajo ha podido comprobar. Palmer comenzó en 2009 una labor de investigación en la que recabó numerosos testimonios directos e indirectos que ha transformado en un guión basado en hechos reales, los de las mujeres atrapadas en un mundo oscuro e invisibilizado por gran parte de la sociedad. “Si queremos acabar con esta situación tenemos que visibilizar esta lacra”, explica la recién iniciada guionista que ha podido comprobar como “el poder de las mafias y los tratantes es enorme”.
La novela mezcla estos testimonios reales, con las historias de los protagonistas masculinos, “ficticias pero reales” que ponen de relieve otro problema: “cada vez más jóvene normalizan la prostitución con un servicio de ocio sin preguntarse en qué situación se encuentran esas mujeres”, admite la recién iniciada guionista.
En este trabajo Palmer ha contado con la colaboración del ilustrador Bosco Rey-Stoller que ha diferenciado ambos mundos con el uso del color. Mientras las historias de las mujeres están dibujadas en blanco y negro, para plasmar el ostracismo al que se relega a estas personas; las historias protagonizadas por hombres están coloreadas.
Editado por Edicions de Ponent, el cómic se estrenó en el Salón del Cómic de Barcelona y ya se puede encontrar en las librerias para mostrar “desde la positividad el potencial que tenemos como individuos para producir cambios en las realidades que no nos gustan”, explican desde la editorial.
