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La fragmentación política pondrá a prueba la capacidad de pacto tras el 24-M

Los socialistas, con Idoia Mendia, han arrancado la campaña en Vitoria.

Aitor Guenaga

La campaña de municipales y forales en Euskadi ha arrancado este jueves, pero aunque las urnas no se abrirán hasta dentro de dos semanas ya se conocen los conceptos que van a marcar el post 24-M: framentación política y capacidad de pacto. Mientras en Bizkaia y en su capital, Bilbao, todas las encuestas publicadas hasta la fecha otorgan a los peneuvistas una distancia holgada frente a sus adversarios políticos, en Álava y Gipuzkoa la batalla por ganar primero en las urnas y por consolidar mayorías que permitan la gobernabilidad de ambos territorios va a ser sin cuartel. EH Bildu parte con ventaja en el territorio donde gobierna la diputación y buena parte de los municipios de esa provincia, aunque el PNV ha acortado distancias en los ultimos meses. En el caso de Álava, los populares parece que no acusan el desgaste de la marca PP y retienen con claridad la capital y pugnan por repetir buenos resultados en la provincia.

Pero la irrupción de los partidos emergentes -Podemos y la coalición Irabazi- conducen a una fragmentación política que puede hacer ingobernables muchos municipios y dificultar la consecución de mayorías estables en Álava y Gipuzkoa. Aunque hay una vocación de entendimiento -no confesada en público- entre peneuvistas y socialistas, la cuestión es si la entrada de nuevas siglas -que se pueden llevar buena parte de los más de 60.000 jóvenes que van a votar por primera vez en estos comicios- pueden hacer inviable una entente con solo esos dos partidos para hacer gobernables las instituciones que se conformen en Euskadi en la primera quincena de junio. Y los máximos dirigentes de ambos partidos, Idoia Mendia (PSE) y Andoni Ortuzar (PNV) lo saben.

Andoni Ortuzar (PNV) ha asegurado en el acto político de arranque de campaña que el PNV es “el único partido en Euskadi que tiene programa para cambiar Gasteiz, Araba, Donostia y Gipuzkoa” y ha mostrado el compromiso de su partido para construir, “todos juntos”, una Euskadi “mejor, con más empleo, en paz y con el autogobierno que decidamos tener los vascos”.

EH Bildu ha asegurado que en esta cita electoral van a “reforzar” la “ola de cambio e ilusión” que arrancó hace cuatro años en las pasadas elecciones municipales y forales, abriendo un “tiempo nuevo” en instituciones como las de Álava y Vitoria donde afirman que van a “desalojar” al PP.

Idoia Mendia (PSE) ha afirmado en el inicio de la campaña en Vitoria que “empieza en sprint” para lograr el cambio de la mano de los socialistas vascos, que no son “recien llegados” ni “los iluminados de turno” que ahora “cuentan los problemas de la calle” que su partido “comoce muy bien”.

Arantza Quiroga (PP) ha pedido el voto a los que alguna vez confiaron en el PP y que ahora quieren manifestar su “malestar” porque “éste no es el momento” de hacerlo. “Lo que nos vamos a jugar el 24 de mayo son gobiernos que, o gestionen los problemas que tenemos también los vascos y nos ofrezcan oportunidades, o gobiernos que estén al servicio de ideas viejas nacionalistas del siglo XIX”.

Roberto Uriarte (Podemos), ha clamado contra la resignación: “Nos intentan instalar en la resignación”, ha advertido, al tiempo que ha subrayado que “la pregunta es ¿tenemos que resignarnos o podemos hacer algo distinto?”. “No nos resignamos. Sí se puede”, ha asegurado.

Arantza González (Irabazi) ha subrayado que, “por mucho que algunos se empeñen en hacer pensar que sólo hay cinco fuerzas políticas que se presentan a las elecciones forales, nuestra presencia por las calles de Gipuzkoa va a dejarles en evidencia”.

Gorka Maneiro (UPyD) ha reivindicado el papel “indispensable” de su formación para Euskadi en un escenario “con el tablero político roto” y en el que “puede pasar cualquier cosa”.

ÁLAVA

Es una de las batallas que, a priori, se presume enconada hasta el día que se abran las urnas. Y los populares han obtenido este jueves un regalo de manos de Centro de Investigaciones Sociologicas (CIS) en la capital alavesa. El candidato del PP en Vitoria, Javier Maroto, tenía paso el mediodía una buena noticia pocas horas antes de empezar la campaña. La encuesta del CIS del mes de abril le da la victoria en la capital alavesa con ocho concejales y una intención de voto del 25,9%, muy por delante de los dos partidos que le siguen empatados en ediles: PNV y EH Bildu logran cuatro ediles cada uno con un empate técnico en intención de voto de 17,8% (la coalición soberanista) y un 17,7% (el PNV). Y esto para unas siglas que históricamente en el País Vasco siempre se han visto mermadas en los sondeos por la ocultación de voto.

La agresiva precampaña que en materia de ayudas sociales y los inmigrantes ha realizado el candidato popular a la reelección, lejos de restarle apoyos, parece haber funcionado. Javier Maroto, que ha llegado a asegurar que “los inmigrantes magrebíes vienen a vivir de las ayudas sociales” a la capital alavesa, se ha hecho fuerte en un discurso que toda la oposición ha censurado por “peligroso” y cercano a la xenofobia.

En todo caso, Maroto apenas sufre el desgaste de gestión y solo retrocede un edil, frente a los resultados cosechados en 2011. Fuentes de PP alavés encargadas de la campaña recuerdan además que hace cuatro años el CIS le otorgó el mismo resultado (ocho concejales) “y acabó sacando nueve”, por lo que no ocultan su satisfacción a las puertas de esta campaña electoral. Además, esperan que ese electorado sirva también para las aspiraciones de reelección del candidato a diputado general en este territorio, el popular Javier de Andrés.

Pero el CIS avanza también otras de las realidades que a buen seguro se van a reproducir en el resto de territorios: la entrada de los partidos emergentes en las instituciones municipales y forales. La irrupción de Irabazi -la unión de Ezker Anitza-IU y Equo- es muy significativa: le pisa los pies al PSE con una intención de voto de 11,4% y tres concejales. Los socialistas alaveses se descuelgan de la cabeza y retroceden hasta el cuarto puesto con un 12,8% y cuatro concejales, frente a los seis que tienen actualmente en el consistorio.

La ola de Podemos, en cambio, es mucho más discreta: Hemen Gaude, la marca instrumental de Podemos en la capital alavesa, se quedaría con dos ediles y un 6,4% de intención de voto. Los populares perderían un edil, PNV y EH Bildu, otro cada uno, según el avance de resultados del CIS, difundido este jueves.

Si atendemos a la intención de voto directa que revela la encuesta, la primea fuerza en Vitoria sería en cambio la coalición soberanista EH Bildu, con un 12%, mientras que los populares caerían al 8,6%, situándose como segunda fuerza. PNV e Irabazi estarían en un empate técnico en torno al 5%, con cuatro décidas por delante la coalición de izquierdas. Los socialistas retrocederían hasta el 3%, siendo superados incluso por la marca instrumental de Podemos (Hemen Gaude), con un 4% de intención directa de voto de la ciudadanía vitoriana. Sin embargo, las fuentes del PP consultadas recuerdan que “la intención directa de voto nunca ha sido real aquí: el PP tiene mucho voto oculto y EH Bildu, no”, explican.

GIPUZKOA

El CIS no ha dado ninguna pista de la intención de voto en este territorio, donde la coalición soberanista EH Bildu ha gobernado la diputacion foral, San Sebastián y la mayor parte de sus municipios desde las elecciones de 2011. La última encuesta a nivel nacional solo ha elegido la capital alavesa para testar el apoyo en estos momentos a los partidos en liza. La última encuesta pública realizada por el Ejecutivo vasco en noviembre del pasado año revelaba que EH Bildu repetiría su victoria de 2011 en Gipuzkoa y San Sebastián. Los soberanistas ganarían con un 32,9% de apoyos, seguidps por el PNV (25,8%) y el PSE-EE (14,1%).

Las acusaciones entre los dirigentes del PNV en ese territorio -Markel Olano y Joseba Egibar- y los actuales gestores -el diputado general, Martín Garitano, y su portavoz, Larraitz Ugarte, en torno a la gestión de las infraestructura en ese territorio -sobre todo los desfases millonarios presupuestarios en Bidegi, que han terminado en los tribunales- parecen haber elevado al máximo el encontronazo entres los dos partidos nacionalistas en la provincia más soberanista de Euskadi. Ante esta previsbile polarización, los candidatos socialistas -Ernesto Gasko (en Donostia) y Denis Itxaso (en la diputación) están apostando fuerte para no quedarse fuera de la campaña electoral.

BIZKAIA

El PNV sigue reinando en Bizkaia y en Bilbao y amenaza algunos de los feudos tradicionales de los socialistas en la Margen Izquierda como Portugalete o Barakaldo, lugares en los que candidaturas apoyadas por Podemos pueden restar voto que tradicionalmente se ha quedado bajo la papeleta de la rosa.

Según los resultados del último sondeo del Ejecutivo autonómico, publicado en marzo de este año, el PNV reeditaría su victoria en Bizkaia, con un 34% de la estimación de voto, seguido de EH Bildu que, con un 20,5% del respaldo, conservaría su segundo puesto. Podemos, que se presenta con su marca en las elecciones forales, desplazaría al PSE del tercer puesto, con un 14,5%, mientras los socialistas lograrían un respaldo del 14%. PP conseguiría un 9,5% del sufragio y UPyD el 1%.

El PNV es consciente de que su candidato en Bilbao, el exconsejero Juan Mari Aburto, tiene prácticamente imposible reeditar la mayoría absoluta lograda por el fallecido alcalde Iñaki Azkuna (15 ediles), pero las encuestas le dan una mayoría suficiente para gobernar sin sobresaltos durante los cuatro años de mandato.

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