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La precariedad de los salarios empuja hacia las ayudas sociales

Eduardo Azumendi

Bilbao —

La Renta de Garantía de Ingresos (RGI) se ha convertido en la tabla de salvación para miles de familias vascas. Esta prestación, que es un derecho subjetivo exigible por ley, es la más alta de España y equiparable a las que ofrecen los países más avanzados de la Unión Europea. Se da la paradoja que en el momento actual, una familia que percibe la RGI puede cobrar más dinero por este concepto que si disdruta de un contrato temporal. El peligro que encierra esta circunstancia es lo que se conoce como desincentivación laboral o salarial. El viceconsejero de Empleo, Ricardo Barkala, ha alertado sobre esta circunstancia al hacer el balance de actividad del Servicio Vasco de Empleo-Lanbide durante 2013.

Hay que tener en cuenta que seis de cada diez contratos que se firman en Euskadi son de menos de un mes y la mayoría son a tiempo parcial. Con este panorama, la RGI ofrece mejores condiciones económicas. En la actualidad, un perceptor que vive solo puede cobrar 650 euros al mes, que suben a 923 en el caso de tratarse de un matrimonio con dos hijos. “Hay contratos a tiempo parcial cuyas cuantias son inferiores a la RGI, pero tenemos margen de mejora en la actual normativa”.

La gestión de las ayudas sociales ha mejorado sensiblemente. Sobre todo, por lo que se refiere a los plazos de tramitación de los expedientes de ayudas. Al finalizar el año, el 73% de las personas con derecho a percibir la RGI

lo hacía dentro del plazo legal -dos meses desde la fecha de solicitud, lo que supone un incremento de 24 puntos respecto al año anterior.

Activación para el empleo

El año pasado se cerró con 62.817 personas perceptoras de la RGI. La media anual se situó en 60.236 personas, 2.000 más que el año anterior y prácticamente 21.000 personas más que en 2009. La atención a todas estas personas supuso un desembolso de 359,36 millones de euros, lo que equivale a un gasto mensual de 30 millones de euros aproximadamente. Por territorio histórico, Alava cerró el año con 9.011 beneficiarios (56,8 millones de euros), Bizkaia con 39.738 (228,3 millones), y Gipuzkoa con 14.068 (74,0 millones). El tramo de edad con mayor concentración de beneficiarios es el de 35 a 44 años (27,1%), además 6 de cada 10 personas que cobran la RGI son mujeres (59,0% frente al 41% de hombres). El número de personas autóctonas que perciben la RGI, unas 45.000, es aprox. 2,5 veces mayor que las extranjeras (71,9% frente a 28,1%).

Por otra parte, alrededor de 180.000 personas participaron en los programas de activación laboral y formación para el empleo gestionados por Lanbide en 2013. El Servicio Vasco de Empleo invirtió 137,12 millones de euros en este conjunto de medidas dirigidas a mejorar las posibilidades de acceso al mercado de trabajo.

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