“El hallazgo del desaparecido, aunque sea muerto, es esencial para cerrar el proceso psicológico de la familia”
“La desaparición de una persona en situaciones dramáticas produce un duelo ambiguo para las familias. La ambigüedad de la esperanza de que este viva choca con la necesidad de que fallezca por el dolor de imaginársela siendo torturada”. Morris Tidball-Binz, coordinador forense del Comité Internacional de la Cruz Roja, asegura que esta ambigüedad es una fuente de sufrimiento y angustia. “El hallazgo de la persona, viva o muerta, es esencial para cerrar el proceso”.
Morris Tidball-Binz ha visitado los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco para hablar sobre “las ciencias forenses y su aportación a la labor y acción humanitaria en el terreno internacional”. Durante los 11 años que lleva trabajando en el ámbito forense “se han logrado recuperar decenas de miles de fallecidos e identificar a un gran número de ellos”. Uno de los terrenos al que más beneficios aporta es “al de sus familiares y comunidades” que les ayuda a “cerrar un proceso psicológico” que se inició con su desaparición.
El Comité Internacional de la Cruz Roja tiene actividad mundial y se creó con el fin de proveer protección y asistencia a todas las victimas de conflicto armado “sin distinción de bandos, asignando una acción neutral, independiente e imparcial”. Esta circunstancia es la que les ha permitido el acceso a todas las partes del conflicto armado en cuestión.
Las funciones de la organización son “forenses, de desarrollo de estándares de buenas prácticas, de apoyo a creación de redes e instituciones y de capacitación de personal”. En ocasiones, esas buenas prácticas son cosas “simples” como “cubrir los cristales del coche que transporta los ”cadáveres“. ”Son cosas mínimas que contribuyen mucho al cuidado de la dignidad que protege el derecho internacional humanitario. Las fosas comunes se tienen como algo degradante, sin embargo, hay procedimientos que son perfectamente legítimos y legales, en la medida en la que se garantice la trazabilidad de los cadáveres“.
Desde el año 2003 la organización ha visto ampliadas sus funciones a diferentes tipos de situaciones. Comenzó a trabajar en conflictos armados y ha pasado a desarrolla sus funciones también en grandes catástrofes. Por ejemplo, con el terremoto de Haití. Su labor consistió en trabajar para la identificación de cadáveres mediante un manejo “digno y correcto” de los mismos.
Para ese correcto funcionamiento es esencial contar con la “legitimidad de los beneficiarios”, como familias o comunidades. ¿Cómo se trabaja en los países musulmanes, donde la religión prohíbe tocar los cadáveres a personas no musulmanas? “A fin de garantizar la legitimidad de mi labor siempre insisto en poder entrevistarme con las autoridades religiosas para explicarles cuál es mi labor y pedirles permiso para realizarla. Esto siempre ha sido bienvenido y aceptado”.
