Una histórica del movimiento de ikastolas 'expulsa' a un sacerdote del callejero bilbaíno

La calle Padre Remigio Vilariño ha pasado a mejor vida en el callejero de Bilbao. El alcalde, Juan Mari Aburto, ha presidido la colocación de la placa de la calle Julita Berrojalbiz, junto al Barrio de La Cruz, en Begoña, en sustitución del Padre Remigio Vilariño, cumpliendo así la Ley de Memoria Histórica. El Padre Remigio Vilariño fue un hombre “con luces y sombras”, según el alcalde de Bilbao. Berrojalbiz es una andereño que impulsó el movimiento de ikastolas durante la segunda mitad del siglo XX.

Tras la inauguración, hace un mes, de la Plazuela Yolanda González en Zorrotzaurre y la reciente colocación de la placa del Puente La Salve, el cambio de nombre de la calle supone un nuevo paso en el proceso participativo puesto en marcha por el Ayuntamiento de Bilbao para la denominación y cambios de nombre de las calles de la Villa, que ha recibido más de 600 propuestas.

Durante su intervención,  el alcalde ha subrayado el hecho de que la nueva plaza tenga nombre de mujer. “Vamos a estar a la cabeza para convertir cada vez en una realidad mayor la igualdad entre hombres y mujeres, también en los nombres de las calles de Bilbao”.

Berrojalbiz formó parte de aquella generación de andereños que convirtieron sus casas en centros de enseñanza, tras ser expulsados por orden gubernativa de los locales eclesiásticos en los que daban sus clases, hasta que, con la nueva Ley de la Enseñanza de 1965, fueron obligados a constituirse como centros oficiales.  Así fue como Julita Berrojalbiz afrontó la creación de la ikastola Resurrección María de Azkue en la calle Elcano, embrión de la actual Lauro Ikastola, cuyo 50 aniversario se celebró a finales del pasado mes de febrero con la colocación de una placa conmemorativa.